La asociación de Asperger reclama labor terapéutica y celeridad en el diagnóstico

Se trata de un síndrome incluido en el espectro del autismo Una reivindicación es la creación de una escuela de padres

Niños de la AOSA, durante una de las actividades conjuntas.
Niños de la AOSA, durante una de las actividades conjuntas.
Enrique Morán Huelva

16 de febrero 2013 - 01:00

Se le llama la discapacidad invisible, pero se le calcula una prevalencia de 7 u 8 casos por cada 1.000 personas. En la Asociación Onubense de Síndrome de Asperger (AOSA) están convencidos de que hay muchos niños y adultos con riesgos incluidos en el síndrome y que están sin diagnosticar.

Con motivo de la celebración, el próximo lunes, día conmemorativo de esta enfermedad, AOSA -que empezó su andadura en septiembre de 2012- hace una llamamiento a la sociedad onubense dándose a conocer y pidiendo la unidad para conseguir una serie de servicios.

El Síndrome de Asperger es un trastorno del espectro autista que se caracteriza, entre otras cosas, por las graves dificultades que presenta en las relaciones sociales. Son personas aparentemente normales, con un adecuado desarrollo intelectual pero que en general no encuentran "su lugar" en el grupo de iguales lo que les lleva al aislamiento social. Quienes lo padecen resultan extraños a los demás pudiendo dar a entender que son así por voluntad propia cuando en realidad ésta es una condición personal, una forma de ser. La presidenta de la Asociación Onubense, Ángeles Vidal, indica que, "por su prevalencia, en cada colegio hay una media de 2 niños con el síndrome; la ignorancia que aún hay hoy en día hace que algunos profesionales tengan miedo de dar el diagnóstico".

Una de las reivindicaciones de AOSA es contar con una escuela de padres y asesoramiento terapéutico que acabe con los tediosos, y cada vez más caros, desplazamientos a Sevilla, donde los niños pueden recibir la atención de un terapeuta. Incluso muchas familias onubenses aún recurren a la asociación de Asperger sevillana para agilizar el posible diagnóstico, que "lleva un tiempo", señala la presidenta de AOSA.

La detección del síndrome es asumida por la Comunidad Infanto-Juvenil de Salud Mental, que está situada en el Vázquez Díaz. El problema estriba, a juicio de Vidal, en el escaso, pero "de gran calidad" personal, con el que cuenta. La intención de AOSA es mantener contacto con Ánsares, la asociación de niños autistas de Huelva, así como con Aire Libre, que aborda la problemática de los niños que presentan rasgos familiarmente conocidos como de hiperactividad.

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