Los autónomos onubenses van recuperando el aire tras su año más duro
Huelva empieza 2021 con casi 500 afiliaciones
Durante los meses de enero, febrero, marzo y abril los sectores que más han crecido en la provincia en este sentido han sido el comercio, la hostelería y la construcción
Huelva/A pesar de que 2020 fue un año horrible para los autónomos, llegando a ser el peor año de afiliación, con cifras que no se alcanzaban desde 2012, parece que la tendencia en 2021 va a mejorar. Aunque las circunstancias son todavía complicadas, los cuatro primeros meses del año el número de afiliaciones de autónomos en la provincia de Huelva ha sido de 468.
Con los nuevos autónomos se han alcanzando los 28.647, cifra que supone un incremento de 1'7%, según informa la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos, ATA. Además, si se hace la comparativa respecto a abril de 2020, el crecimiento de la provincia llega hasta el 4'7%, ya que en el último año se han sumado a los autónomos onubenses 1.279 emprendedores más.
Así, en base a los datos ofrecidos por esta entidad, los sectores onubenses que más han crecido en este sentido durante los meses de enero, febrero, marzo y abril han sido: el comercio, que ha aumentado en 121 el número de afiliados; la hostelería, que ha crecido en 115; y la construcción, que ha incrementado en 100. En la otra cara de la moneda, los cuatro primeros meses del año la industria y el sector transportes han sido los únicos que han perdido afiliados, concretamente 19 y 47 respectivamente.
Con estos datos, las perspectivas de cara a 2021 hacen ser un poco optimistas, sobre todo si se atiende a las cifras de negocio de algunos de estos emprendedores, que han visto como las circunstancias que han acompañado la pandemia les han supuesto un gran beneficio.
Este es el caso de Jonathan Vélez, consultor SEO y especialista en marketing digital, quien comenta que “uno no se puede alegrar de este tipo de cosas por todo lo que implica, pero la verdad es que a mí empresarialmente me ha venido muy bien”. Y es que el consultor ha visto como, “en mi caso, al principio sí que es verdad que la gente dio un paso atrás, pero después la necesidad de la digitalización y de aumentar la presencia en internet para vender ha hecho que se multiplique el trabajo”. Tanto es así, prosigue Jonathan, “que he tenido que contratar a una persona más y estoy barajando la posibilidad de aumentar la plantilla a una segunda persona porque estamos desbordados”.
El consultor SEO insiste en que él también ha tenido suerte, “ya que casi ninguno de mis clientes paró sus servicios, de hecho, la mayoría los potenciaron”. Su empresa recibe unas 10 o 12 solicitudes para la realización de páginas web cada mes, “y también la formación on line se ha disparado, ya que antes me demandaban más las clases presenciales, pero ahora parece que la gente se ha acostumbrado y han visto que la formación virtual es igual de eficaz, por lo que el consumo de este formato también ha crecido mucho, tanto para empresas, que se conectan cada uno desde su casa, como para administraciones públicas que han sido conscientes de la necesidad de ponerse al día en este tema del marketing digital, y también de particulares”.
Vélez cree que si algo bueno ha dejado la pandemia, “es que muchas de las cosas que hemos hecho obligados por las circunstancias van a quedarse. Ese es el caso por ejemplo de las formaciones on line, dónde se han visto las ventajas y es muy probable que el alto consumo de estos meses se mantenga en el tiempo”. Para el experto, concluye, “la gente ha perdido el miedo y se ha acostumbrado a las reuniones virtuales, a trabajar con gente que no está en su misma ciudad. En España las empresas sabían que tenían que digitalizarse, pero era algo que siempre dejaban para más adelante y al llegar esto han tenido que ponerse las pilas en este sentido”.
Pero los datos económicos han dejado claro que no todos los autónomos han tenido la misma suerte que Jonathan. Para aquellos ámbitos que se han visto más afectados por la pandemia, desde distintas administraciones se les han ofrecido ayudas, no sólo económicas, si no también formativas. Este es el caso del programa Reinicia, puesto en marcha por Andalucía Emprende.
Diseñado con el objetivo de apoyar a emprendedores y autónomos en estos momentos de crisis, poniendo a su alcance conocimiento e instrumentos que les permitan adaptar sus negocios a la nueva situación provocada por el COVID-19, ha formado desde el pasado mes de octubre a 6.000 emprendedores andaluces en digitalización, internacionalización y estrategias para captar nuevos clientes.
Uno de estos 6.000 autónomos que se ha beneficiado de esta formación ha sido el onubense Adrián Clavijo, propietario del alojamiento rural El Lagar de Doñana. Ubicado en Bolullos par del Condado, rodeado de viñas y olivares, este negocio familiar comenzó en 2019, “el primer año fue fantástico y cuando el segundo año prometía tanto llega la pandemia y lo para todo”. “Somos un negocio familiar,-prosigue,- pusimos prácticamente todos los ahorros de la familia en la rehabilitación de la casa y durante los meses de confinamiento tuvimos que hacer frente a unos gastos de mantenimiento fijos que hemos tenido que asumir sin ningún tipo de ayuda”.
Con la llegada del verano, explica el propietario, “se quitaron las restricciones y pudimos reabrir, y aunque es verdad que no fue un verano tan bueno como el primero, al ser un negocio rural no hemos sufrido tanto como otro tipo de establecimientos. Lo hemos notado por supuesto, pero cuando las restricciones lo han permitido hemos podido salvar los meses ya que el turismo rural ha crecido durante este tiempo”.
Con esta situación entre manos comienza a participar en el programa Reinicia, “y la verdad es que esta formación nos ha venido de lujo”, traslada Adrián. “Si algo tenemos claro, -explica-, es que hoy en día todo está en internet y negocio que no tenga presencia on line está perdido. Internet es una ventana al mundo y hay que aprovecharla, a nosotros nos ha traído clientes desde Miami, Alemania, o de Italia, y gracias a Reinicia hemos aprendido a reorientar hacia dónde queremos ir y a sacar mucho más provecho de lo que tenemos”.
De la mano de especialistas en la materia, el empresario bollullero ha podido conocer las novedades del sector, la transformación digital que tenían que hacer en su negocio para poder adaptarlo a los nuevos tiempos, “y los más importante es que nos han mostrado una nueva forma de acercarnos al cliente, ofreciéndoles emociones y poniendo el foco en los beneficios que les va a aportar hospedarse en nuestro alojamiento, en lo que nos diferencia del resto”.
Además, la formación no sólo se centra en la necesidad de que los negocios mejoren su presencia en internet, ya que, comenta Adrián, “en el apartado del análisis de negocio también nos han dado muchas claves y nos han enseñado a ver dónde nos encontramos y hacia dónde queremos ir. En definitiva, nos han ayudado a diseñar una estrategia y a que dejáramos atrás la forma antigua de hacer las cosas en la que te limitabas a entregar la llave a tu inquilino cuando llega al alojamiento sin aportarle nada más”.
El balance tras la formación, termina Clavijo, “no puede ser más positivo ya que hemos empezado a aplicar lo aprendido, en la forma de gestionar nuestros perfiles de las redes sociales, por ejemplo, y realmente hemos notado beneficios, afortunadamente nos va muy bien”.
Sin duda otro de los sectores que se ha visto más afectado por estos meses de restricciones ha sido el de la Cultura. Davinia Román de la Cámara, es gestora cultural e historiadora del arte y desde hacecatorce años se dedica a la gestión cultural de forma profesional. Actualmente desarrolla su labor con el proyecto empresarial Latente, especializado en ofrecer servicios integrales de gestión cultural basados en la innovación y creatividad, con un fuerte enfoque en el desarrollo social, educativo y comunitario a través de la cultura.
Tal y como explica Davinia, “la actual crisis derivada de la pandemia está afectando muy gravemente al sector creativo-cultural, siendo sin duda uno de los que está sufriendo de forma más dramática las consecuencias de este contexto, desde antes incluso del inicio del confinamiento, hace ya más de un año”. Según denuncia la gestora cultura, los autónomos de la cultura se encuentran en una situación muy compleja, ya que venían arrastrando “una inestabilidad y precarización del sector prolongada en el tiempo desde la última crisis económica, enfatizada ahora por las consecuencias de la actual pandemia”.
“En mi caso particular,-comenta Davinia,- he visto decrecer considerablemente el volumen de trabajo, ya que gran cantidad de los proyectos que desarrollo están vinculados a los eventos culturales y a la presencialidad”. Así que están siendo tiempos muy difíciles para la cultura, “aunque personalmente estoy intentando afrontar el desafío de forma resiliente y paciente, con la esperanza de que todo vaya volviendo a la normalidad y por fin pueda reactivarse el sector, si cabe con más fuerza que antes, ya que la cultura debe valorarse como un bien esencial para nuestra sociedad y por ello, apoyarse sin cortapisas”.
Para que estas esperanzas de la empresaria se conviertan en realidades, cree firmemente que “la única solución para que podamos sobrevivir a esta crisis es que se generen de una vez nuevas medidas específicas para el rescate del sector por parte de las administraciones, que hasta ahora han sido muy escasas o casi nulas”. Y es que, explica Davinia, “en mi caso, ha habido ayudas a las cuales no me he podido acoger porque estaban dirigidas a otros sectores, siendo el de la cultura uno de los más afectados”.
“Si no queremos que el tejido cultural del país, construido a base de mucho esfuerzo durante décadas se desmantele, es necesario que se inicie de inmediato un plan de reactivación por parte de todas las administraciones competentes que de impulso a un bien esencial como es la cultura y a las personas que trabajamos diariamente porque se difunda, dinamice y permanezca viva”, concluye.
Testimonios como el de Davinia ponen de manifiesto que la situación de algunos sigue siendo muy complicada. Aún así, según los datos del informe de evaluación de autónomos presentado por ATA a principios de año, la fortaleza de los autónomos andaluces ha quedado demostrada en el año más duro ya que la comunidad cuadriplicó en 2020 el crecimiento de autónomos nacional, sumando 8.984 afiliaciones.
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