El AVE Sevilla-Huelva-Faro se vuelve a alejar hasta el 2050
Infraestructuras
La falta de interés de la Unión Europea y el escaso desarrollo de la alta velocidad de Portugal condena a la conexión transfronteriza a, por lo menos, 25 años más
La cumbre de alcaldes de Huelva, Faro y Sevilla avanza la intención de la UE de adelantar el AVE a 2035
Huelva/La visita del ministro de Transportes y Movilidad Sostenible del Gobierno de España, Óscar Puente, a la capital onubense esta semana, ha supuesto un baño de realidad para aquellos que abogaban por la línea férrea Sevilla-Huelva-Faro.
En estos momentos, la Unión Europea no lo considera prioritario y el casi nulo desarrollo de la alta velocidad lusa hacen que el Gobierno español no contemple prolongar la línea de AVE prevista entre Huelva y Sevilla hasta la frontera portuguesa ya que allí no esperaría ninguna conexión con el Algarve.
Esto supone que, como muy pronto, la ansiada unión entre el sur de España y Portugal por tren queda relegada, por lo menos, hasta el horizonte de 2050, es decir, 25 años más.
El ministro Puente daba estos argumentos que, salvo que la Unión Europea modifique su criterio y empiece a inundar el país vecino con millones de euros para la alta velocidad, parecen irrefutables.
La UE ha integrado la conexión entre Faro y Huelva en el mapa de infraestructuras europeas formando parte de la red global, lo que significa que Europa fija un horizonte temporal para el año 2050, al no ser red básica (2030) ni red básica extendida (2040).
La prioridad del Gobierno español es Sevilla-Huelva, cuya licitación de la redacción de los cinco tramos del proyecto se realizará antes de que finalice el mes de marzo, mientras que para la situación para el Gobierno portugués en materia de alta velocidad es bien distinta ya que está en estos momentos están a cero kilómetros de alta velocidad construida. España tiene 4.500 kilómetros.
La prioridad del Gobierno portugués es conectar Oporto y Lisboa, que está en un estado muy primario ya que acaban de licitar las obras del primer tramo y en 2026 licitarán el segundo tramo.
Luego estaría la conexión Madrid-Lisboa. España quiere que la alta velocidad llegue a Badajoz en 2030, una fecha en la que el Gobierno portugués parece que no estará en condiciones de haber realizado su parte del tramo hasta la frontera.
La conexión Oporto-Vigo sería la tercera apuesta que tendría que esperar, por lo menos, a tener terminada la Oporto-Lisboa.
Óscar Puente insistía en su visita a Huelva en que ésta es la realidad, lo que no supuso óbice para que valorara el trabajo que se está realizando por las instituciones y empresarios de Sevilla, Huelva y Faro, para que se tenga sobre la mesa a futuro esta infraestructura.
“Está bien que las instituciones locales trabajen con una perspectiva de futuro pensando en infraestructuras que puedan venir para que no caigan en el olvido, para que se reivindiquen y se debatan pero va para muy largo”, sentenciaba el ministro.
Puente recordaba que hace poco se celebraba una cumbre entre España y Portugal en Faro “que era el momento perfecto para que el Gobierno portugués hubiese puesto todo el acento en la conexión en el Algarve y no se habló de ella, de hecho fue España la que la sacó”.
La explicación es que Portugal tiene ahora que invertir 20.000 millones de euros sólo en la Lisboa-Oporto y la conexión entre la ciudad lisboeta y la frontera con Extremadura. La UE sólo ha comprometido 800 de esos 20.000 millones de euros.
Ante esta situación, la única opción viable que se podría plantear para adelantar esa fecha es que la Unión Europea cambiara de criterio y apostara económicamente por este desarrollo de infraestructuras que, por otra parte, cumple con muchos de sus requisitos, ya que supondría la unión entre dos países. En teoría, debería ser prioritario, pero no lo es.
Y no parece que lo vaya a ser a corto plazo ya que la Unión Europea en estos momentos está más preocupada por apoyar proyectos que supongan la independencia energética del continente con una clara apuesta por el hidrógeno verde o, más reciente, la parece inevitable aumento del gasto militar exigido por Estados Unidos. Malos tiempos para las infraestructuras.
También te puede interesar
Contenido ofrecido por Centro de la Comunicación Jesús Hermida