Las bajas laborales, "un mundo desconocido" para los autónomos de Huelva

El números de bajas de los trabajadores por cuenta propia suele ser menor que la de los asalariados, pero de mayor duración

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Un trabajador, en una imagen de archivo.
Un trabajador, en una imagen de archivo. / H.I

Huelva/Huelva es la provincia andaluza donde menos personas se registran como autónomos. En 2022, un total de 34.475 personas residentes en la provincia onubense se adscribieron a esta modalidad de trabajo, suponiendo tan solo el 5,38% de la comunidad, siendo estos los datos más actualizados registrados en el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA).

Las diferencias entre ser autónomo y trabajar por cuenta ajena son cuestionadas al momento de elegir la modalidad de trabajo. Estas mismas son las que impulsan o hacen retractarse a los onubenses de "ser sus propios jefes". Una de estas cuestiones que diferencian a ambos trabajadores son las bajas laborales.

Desde la sede en Huelva de la Asociación de Trabajadores Autónomos de Andalucía (ATA Huelva), técnicos aseguran que "las bajas son un mundo desconocido" y generan a menudo muchas dudas entre los autónomos. Detallan que en el caso de baja de los autónomos por enfermedad común o accidente no laboral estos no reciben una retribución hasta el cuarto día de incapacidad y es una compensación del 60% sobre la base reguladora que se da hasta el vigésimo día, momento en el que aumenta hasta el 75%.

Dos trabajadores en las calles de Huelva.
Dos trabajadores en las calles de Huelva. / Alberto Domínguez

"Algunos autónomos si ven que en cinco días estarán de vuelta en el trabajo, no solicitan la baja para ahorrarse el papeleo y cobrar tan solo un día" una tendencia que hace que "por estadística las bajas de los autónomos son de mayor duración", ya que únicamente las gestionan cuando son el periodo de incapacidad va a ser más extenso.

En el caso de que la baja se extendiese varios meses, los autónomos solo deben pagar su cuota durante los dos primeros "luego están exentos, lo cual es un gran alivio en caso de que tenga, por ejemplo, una enfermedad que le suponga una baja más larga".

Esta medida permite reducir los gastos que tiene un autónomo durante su tiempo de baja en el que recibe unos ingresos algo más inferiores a los normales, algo que "se nota, y mucho", cuenta M.C. que solicitó una baja al caérsele una tabla sobre el pie lo que le provocó la rotura de los dedos. "Paso muchas horas de pie en el taller, no podía hacer nada" así que solicitó la baja laboral, una que se alargó por no atender a las recomendaciones médicas.

"No hacía los ejercicios, me desesperaba no poder hacerlos" cuenta M.C. sobre su proceso de recuperación que se extendió más de lo que hubiese querido. "Esos meses fueron de hacer malabares con el dinero, por suerte mi pareja trabajaba, pero aun así nos vimos con el agua al cuello", una situación que le desesperó durante su reposo que deseaba que acabase cuanto antes para "volver a ganar el dinero de antes". "Nos daba para vivir, pero el bolsillo lo notaba", aunque fueron dos meses comenta que "me las vi crudas".

Estado en el que quedó el vehículo de F.C tras el accidente.
Estado en el que quedó el vehículo de F.C tras el accidente. / H.I

También se vio comprometida la estabilidad económica de F.C., que tuvo un accidente de tráfico en mitad de su jornada laboral tras chocar su vehículo de empresa con el de un "hombre de más de ochenta años que conducía borracho". "Dientes rotos, me di un golpe en la cabeza que me ha dejado fuertes dolores, las cervicales lastimadas desde el cuello al coxis y varios moratones por el cuerpo", enumera la lista de lesiones que ahora arrastra tras su accidente. Se encuentra en rehabilitación, una que se le antoja larga.

Su estado actual no le permite volver a incorporarse al trabajo, aunque tampoco puede, ya que depende de su furgoneta, una que ha terminado "siniestra total". "Estoy de baja no pudiendo facturar una media de 5.000 euros mensuales". Ahora recibe una ayuda de 700 euros al mes por parte de la mutua que continuará recibiendo mientras esté de baja y vaya a rehabilitación, pero asegura que "no me da para nada" en una familia con tres niños. Tras el incidente sabe que tiene derecho a algún tipo de indemnización, pero esta no le llegará hasta que termine el tratamiento y presente de forma completa el parte de lesiones. Ante esta situación se plantea solicitar el alta en enero para evitar "morir de hambre".

Esta situación de inestabilidad en los ingresos durante el tiempo de baja impulsa que los autónomos se planteen reincorporarse a sus trabajos antes de que estén realmente recuperados para volver a aumentar sus ingresos y regresar a la normalidad económica en sus hogares, aseguran desde ATA.

En el caso de las bajas por maternidad se tiene derecho a 16 semanas de descanso, siendo seis de ellas obligatorias y el resto opcionales y se las puede entregar al otro progenitor. Sin embargo, los autónomos no esperan y a veces prorrogar el descanso puede jugar en contra del negocio y del sustento de su familia, "igual que tardan en pedir la baja, también hay quienes solicitan el alta antes porque tengan muchos gastos o les salga muy caro seguir teniendo a alguien contratado que trabaje por ellos", precisan desde ATA.

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