Los bomberos de Huelva en su primer día en Marruecos: "Siguen necesitando ayuda de rescate"
Las primeras 24 horas en Marruecos las han pasado analizando el terreno y viendo los daños ocasionados por el seísmo
Así ha sido la llegada de los bomberos de Huelva a Marruecos para salvar a los afectados por el terremoto
Los bomberos de Huelva que partieron el sábado hacia Marruecos para sumarse al contingente de Bomberos Unidos Sin Fronteras y a Bomberos por el Mundo pisaron suelo marroquí en torno a las 5:00 de la madrugada del domingo para ofrecer su ayuda en las labores de rescate.
Las primeras 24 horas en Marruecos las han pasado analizando el terreno y viendo los daños ocasionados por el seísmo. Antonio Nogales, presidente de Bomberos Unidos sin Fronteras en Huelva, ha explicado a este periódico que en el primer día en el país marroquí han estado haciendo "unas evaluaciones en Moulay Brahim, una pequeña ciudad y comuna rural en la provincia de Al Haouz, de la región de Marrakech-Tensift-El Haouz". Posteriormente, se han dirigido a Amizmiz (aproximadamente a 55 kilómetros al sur de Marrakech), donde les han asegurado que "siguen necesitando ayuda de rescate".
Las provincias y las ciudades de Al Hauz, Marraquech, Tarudant, Chichaua y Uarzazat han sido las más afectadas por el seísmo, con edificios que se han desplomado. El epicentro se ha situado en Iguil (sur del país), a 63 kilómetros hacia el suroeste de Marraquech y a una profundidad de 18 kilómetros.
La gran catástrofe que se vive en el país árabe ha sacudido a medio mundo. Y es por ello que desde Huelva ya está en marcha la labor humanitaria. Cinco bomberos se unieron al equipo de Bomberos Unidos sin Fronteras: tres del parque de bomberos de Huelva, otro del Consorcio Provincial y otro de Refinería. Además, cuatro perros de rescate equipados con material de desescombro y salvamento. Por su parte, otros dos bomberos más del Consorcio Provincial salieron desde la capital para formar parte del contingente de Bomberos para el Mundo.
Una vez en suelo marroquí se dirigirán a las zonas que les indiquen las autoridades locales, con la premisa de que el de este sábado ha sido "un terremoto bastante violento, muy poco profundo y de una intensidad importante, con lo que ha abarcado muchísimo territorio", dicen desde BUSF. Por ello, estos días se encontrarán con zonas diseminadas, pequeñas aldeas que necesiten de equipos de rescate.
Aún no saben cuánto tiempo estarán fuera, ya que "va a depender de lo que se encuentren". En principio, irán a cubrir las necesidades que hayan desde el punto de vista del rescate, la localización de las personas con vida y su posterior estabilización sanitaria.
Antonio Nogales explica que trabajarán con la premisa de "intentar ser lo más polivalente posible y no generar ningún problema para las autoridades", de modo que viajan "con las herramientas de localización de las personas vivas, que son nuestros ejemplares caninos, los perros, y llevamos todo el material de desescombro, de salvamento, campamento, incluso material sanitario, para que el personal nuestro de la unidad médica pueda también estabilizar a las víctimas que se rescatan".
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