Así ha sido la llegada de los bomberos de Huelva a Marruecos para salvar a los afectados por el terremoto
Comienza la labor humanitaria de los bomberos de Huelva en terreno marroquí
Siete bomberos de Huelva se juegan la vida para salvar a las víctimas del terremoto de Marruecos
Ya han llegado. Los bomberos de Huelva que partieron ayer hacia Marruecos para sumarse a Bomberos Unidos Sin Fronteras y a Bomberos por el Mundo pisaron suelo marroquí esta madrugada en torno a las 5:00 para ofrecer su ayuda en las labores de rescate.
"Nuestro grupo de rescate y salvamento de BUSF has pasado hoy a Tánger, esta madrugada, tras pasar todos los trámites burocráticos. Han pasado la aduana y ya van camino de Marrakech, en estos momentos. Vamos compañeros", publicaban desde la ONG en sus redes sociales.
La gran catástrofe que se vive en el país árabe ha sacudido a medio mundo. Y es por ello que desde Huelva ya está en marcha la labor humanitaria. Cinco bomberos se unirán al equipo de Bomberos Unidos sin Fronteras: tres del parque de bomberos de Huelva, otro del Consorcio Provincial y otro de Refinería. Además, cuatro perros de rescate equipados con material de desescombro y salvamento. Por su parte, otros dos bomberos más del Consorcio Provincial salieron desde la capital para formar parte del contingente de Bomberos para el Mundo.
Teniendo en cuenta que este dispositivo tiene que ser lo más polivalente y autónomo posible para poder afrontar todas las fases que se presentan en un rescate de estas características, cuentan en su equipo con material sanitario para que el personal de la unidad médica pueda estabilizar a las víctimas que se localicen. Para poder trabajar con eficacia, en el parque de bomberos de Huelva ayer preparaban a toda prisa el material necesario, agrupado en 15 arcones, en los que tres llevan la comida para estos profesionales.
Una vez en suelo marroquí acudirán a la zona que les indiquen las autoridades locales, con la premisa de que el de este sábado ha sido "un terremoto bastante violento, muy poco profundo y de una intensidad importante, con lo que ha abarcado muchísimo territorio y esperamos encontrarnos zonas diseminadas, pequeñas aldeas donde no habrán llegado todavía los grupos de rescate".
Una vez allí, trabajarán hasta que no tengan fuerzas, dormirán y comerán donde y cuando puedan y procurarán mantener la entereza si lo que sale de debajo de los escombros no es alguien con vida. Estar mentalizado para eso también forma parte de su entrenamiento.
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