La borrasca Bernard derriba más de 500 árboles en Huelva capital
El Ayuntamiento talará un centenar de árboles más que han sido dañados gravemente y suponen un peligro para la población
Felipe Arias asegura que se recuperará y sustituirá toda la arboleda afectada por el temporal
La alcaldesa pedirá la declaración de zona catastrófica en Huelva capital tras los daños del temporal
Huelva/La borrasca Bernard deja a su paso por Huelva capital numerosos daños en calles, barrios, arboleda y mobiliario urbano, de ahí que el Ayuntamiento haya iniciado la tramitación para la declaración de zona catastrófica para Huelva "para poder acceder a todas las ayudas", según anunciaba este lunes la alcaldesa, Pilar Miranda.
De acuerdo a la primera valoración realizada por el Consistorio, alrededor de 500 árboles han sido derribados por un temporal "sin precedentes, con rachas de viento que superaron los 100 kilómetros por hora durante 15 minutos", explica el primer teniente de alcalde de Urbanismo y Medioambiente y portavoz del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Huelva, Felipe Arias. Además, por el riesgo que suponen para la población por los daños sufridos, hay que talar un centenar más, por lo que Huelva ha perdido alrededor del 12% de los árboles.
"Muchos de estos árboles, si no se han arrancado, se pueden recuperar", prosigue Arias, quien asegura que el Ayuntamiento "recuperará el máximo número de árboles y sustituirá los dañados para seguir incrementando la masa forestal en la ciudad, una de nuestras prioridades".
Como consecuencia de los efectos de Bernard, el Ayuntamiento de Huelva ha impulsado varias acciones, véase la convocatoria y constitución de una comisión de valoración de daños en las calles, los barrios y los edificios, integrada por concejales y técnicos municipales; una oficina de atención a afectados por el temporal para orientar sobre las ayudas que se pueden solicitar; la ya mencionada solicitud de declaración de zona catastrófica; y la liberación de un millón de euros para reforzar todos los equipos que ayuden a recuperar la normalidad en la ciudad y atender a las necesidades: el acerado roto, los árboles derribados o el mobiliario a reponer.
Felipe Arias ha insistido en pedir “calma y paciencia” asegurando “que trabajamos a contrarreloj para atender todas las demandas los antes posible, priorizando los recursos municipales en función de las urgencias”. Aunque el primer edil ha reiterado la necesidad de mantener una actitud de “prudencia, porque durante los próximos días podrían seguir produciéndose desprendimientos, por lo que es preciso extremar las precauciones al pasar por debajo de las zonas arboladas hasta que los técnicos municipales concluyan las tareas de revisión que están llevando a cabo para garantizar la seguridad de los ciudadanos”.
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