Una 's' para la calle de los Ricos

Aveces dejamos pasar las cosas y lo que estaba bien, fruto de la tradición y costumbre popular, acaba modificándose. Eso ocurre bastante en el callejero que, afortunadamente, recuperó en los últimos tiempos sus nombre más populares, aunque otros siguen ocultos por el esnobismo de titular calle con nombre de políticos e incluso de imágenes religiosas que se repiten hoy más que en pleno nacional catolicismo.

Se perdieron nombres de calles tan tradicionales como la Calzada, que era la arteria que conducía desde la Ría hasta la misma calle Concepción, La Placeta dejó de existir en el callejero aunque no en el nomenclátor popular. Otras calles sí fueron olvidando su nombre tradicional porque la zona de oficios a los que aludía se perdió hace más de medio siglo, como es el caso de los Herreros.

En la calle que hoy nos ocupa se le ha caído una s y, con ello, todo su significado. Hablamos de la calle de los Ricos, nombrada así desde el siglo XVI. En el último repaso al callejero con reposición de algunos azulejos en las calles del centro, la calle Ricos acabó como Rico que la deja sin el sentido primitivo, parece como si se refiera ahora al apellido Rico.

Diego Díaz Hierro señala en su Historia de las Calles de Huelva que se denomina calle de Ricos, porque "en ella al comenzar a poblarse Huelva por la extensa llanura, se agruparon las gentes más desahogadas, quizás relacionadas con la pesca de altura".

La presencia tan cerca del palacio de los duques de Medina Sidonia, seguro que debió contribuir a que este eje tuviese una mayor significación y atractivo para quienes podían permitirse mejores viviendas.

En este arteria vivieron en el siglo XX el distinguido doctor Feliz Sanz de Frutos, que tenía una magnifica vivienda y clínica, hoy Centro de la Juventud o la casa palacete de la familia Litri. Vivían también Joaquín López Gómez, de los talleres Matías López o insignes médicos como Agustín Domínguez Belda o Eduardo Fernández Contioso, más otros ilustres moradores. Aquí tenía también su sede la Redacción del diario La Provincia y aun se encuentra el edificio del antiguo Círculo Mercantil.

Otro lugar que atrajo a las familias más pudientes de la ciudad fue el traslado del Ayuntamiento de Huelva en el siglo XIX desde la plaza de San Pedro a la calle Puerto. Aquí, junto al Consistorio y el Palacio Provincial se levantaron casas palacios como las de la familia Checa, Quintero Báez o Mora Claros, que dejaron interesantes viviendas que hoy forman parte del patrimonio arquitectónico de la ciudad.

La calle Ricos sufrió también los cambios de nombres tan dado a los ayuntamientos conforme a los diferentes momentos políticos que se vivían. A partir de 1868 se llamará Duque de la Torre, en honor a la llamada Revolución de septiembre. Más tarde, en 1872, se acordó la denominación de Calvo Asencio; le sigue el nombre de Emilio Castelar, en 1899. Mientras que en la dictadura pasa a llamarse Queipo de Llano. Llegada la Democracia vuelve a llamarse Ricos, aunque en el acervo tradicional de la ciudad los onubenses no dejaron nunca de llamarla por su nombre primitivo.

Es lo que ocurrió siempre con los vaivenes en otras calles; algunos nombres de estos ya quedaron olvidados y desterrados de nuestra memoria. Ahora también se quiere desde la Memoria Histórica o Democrática avalar un expurgo de nombre de personas que llegaron a nuestro callejero gracias al esfuerzo y dedicación hacia Huelva, en el plano social, educativo y de ciudad. No se sostiene la lista en muchos nombres, fruto del desconocimiento.

Mientras tanto, seguiremos pidiendo simplemente una 's' para esta calle; aunque fuera de los Ricos, no pasa nada. No se engañe la historia, porque su singularidad tiene el soporte de cinco siglos.