Los campanilleros afinan sus gargantas en Aracena

La festividad de la Virgen del Rosario de Aracena está históricamente ligada a los campanilleros con el rezo del Rosario de la Aurora todos los domingos del mes desde las seis y media de la mañana. El objetivo prioritario es el canto de este coro, que cada domingo escoge unas calles y barrios del pueblo para así despertar a los vecinos a que vayan a la misa de las siete y media de la mañana en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, y a la iglesia prioral del Castillo durante el último domingo de octubre.

Esta devoción se extendió por los frailes dominicos, ya que a mediados del siglo XVI se instalaron en el antiguo hospital de San Sebastián, a la entrada del pueblo serrano por la carretera de Sevilla y actualmente convertido en el convento de Santo Domingo. Y, a posteriori, este barrio lleva su mismo nombre siendo de los más antiguos de Aracena. Durante el siglo XVII destacó la figura de la Madre Trinidad, una de las monjas dominicas del convento de Jesús María y promovió a los campanilleros como un reclamo para incrementar la devoción al Rosario. Algunas de las letrillas más antiguas se le atribuyen a ella. De ahí que la Cofradía del Rosario acompañe al coro durante todo el recorrido junto con los vecinos más aventurados para aguantar hasta la misa del Rosario de la Aurora.

En la actualidad el máximo artífice de mantener este arraigo con vida ha sido José Fernández Guerra por escribir durante muchos años las letras de las coplas, y a su vez, transmitir la ilusión a su hijo José Ramón, conocido como JR, y actualmente director del coro aracenense. Incluso las canciones están recogidas en un CD editado hace unos años por la Asociación Albuhera.