Un canto y un rezo al riguroso silencio del Señor del Calvario

El reconocido cantaor Mario Garrido pone voz a la Exaltación a la Saeta en su edición 28

La intervención literaria corre a cargo de José A. Vieira y la Banda Sinfónica brinda la música

Vista general de la Exaltación a la Saeta de Huelva. / Josué Correa
Alberto Ruiz

23 de febrero 2022 - 06:00

Huelva/El cante y la oración de Huelva son diferentes. Así quedó ayer evidenciado en la Exaltación a la Saeta de Huelva, primer gran acto cofrade de la Semana Santa 2022 y una apuesta de Huelva Información y El Corte Inglés por las tradiciones de nuestra ciudad.

En un acto celebrado en la parroquia de la Purísima Concepción, nuestro Padre Jesús del Calvario presidió los cultos rodeado de un hermoso conjunto en el que los candeleros arroparon e iluminaron una imagen muy devota de los onubenses.

Como conductores del acto y grandes protagonistas del mismo, figuraban Mario Garrido, reconocido cantaor onubense y presidente de la Peña Flamenca de Huelva, encargado de hacer de la saeta cante y oración; José Antonio Vieira, hermano de la hermandad del Lunes Santo, quien llevó a cabo la parte literaria; y la Banda Sinfónica Municipal de Huelva que, dirigida por Francisco de la Poza, realizó varias intervenciones durante la Exaltación a través de la aportación de la música cofrade, consustancial con la celebración de la Semana Santa.

José Antonio Vieira durante su intervención literaria. / Josué Correa

Los cultos, presididos por la imagen del titular de la Hermandad del Calvario con ocasión de su cincuentenario fundacional, pusieron en valor el riguroso silencio de la cofradía, tal y como lo aprecian los cofrades. Un silencio que impregna las calles de la capital onubense cada Lunes Santo.

El acto lo abrió el Hermano Mayor de la Hermandad, Jesús Prada, quien dio paso a la primera intervención de la Banda Sinfónica Municipal, que interpretó Soleá dame la mano, del compositor Manuel Font de Anta. A continuación, José Antonio Vieira retrató en su itinerario literario la implicación de la saeta en la Semana Santa onubense y su trascendencia como un rezo u oración. Las mismas “expresan a la perfección las escenas que representan las cofradías” y se presumen como un “poema sinfónico de gran sutileza que se clava en el alma”, según expresó Vieira. Seguidamente, Mario Garrido realizó la interpretación de la primera saeta.

Mario Garrido en el cante de una de las saetas. / Josué Correa

Vieira prosiguió con una mención especial a la Hermandad del Calvario, una cofradía que impregna del silencio más amado por los cofrades cada rincón de Huelva. Así, la saeta del Calvario, que “suena a silencio y a plegaria", fue tildada de "estremecedora, cautivadora y desgarradora”. Un discurso que causó una gran emoción a los presentes, sobre todo, con la posterior interpretación de la Banda Sinfónica Municipal de la música de capilla.

La Banda Sinfónica Municipal interpreta una de las marchas tocadas. / Josué Correa

Seguidamente, Mario Garrido volvió a ser protagonista con su saeta dedicada a nuestro Padre Jesús del Calvario, interpretada con mucho mimo y devoción.

Precisamente, la bella capacidad de interpretación de los saeteros fue homenajeada después por José Antonio Vieira, quien realizaba su tercera y última intervención para destacar a los saeteros más notables que ha dado la provincia de Huelva. En este sentido, recordó que la saeta “siempre estará ligada al flamenco”, al tiempo que subrayó que a la misma “no se le puede quitar su componente religioso”. De hecho, este rezo exige que el saetero sea una persona de fe.

De izquierda a derecha: Javier Ronchel, Francisco de la Poza, José Antonio Vieira, Gabriel Cruz, Manuel Vargas, Antonio González, Jesús Prada y Mario Garrido. / Josué Correa

El acto concluyó con el rezo flamenco, por romance, del Padre Nuestro, realizado por Mario Garrido y con la marcha La Madrugá, interpretada por la Banda Sinfónica Municipal.

La Exaltación a la Saeta de Hueva alcanza este año su 28 edición y es uno de los acontecimientos más esperados en el mundo cofrade. En esta ocasión se convierte en el primer gran acto de una Semana Santa en la calle que comienza a prepararse con las igualás de las cuadrillas de costaleros, los primeros cultos y pensando ya en la organización de las cofradías en la calle en la vuelta a la normalidad en este tiempo aún pendiente de la pandemia de la Covid-19.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último