El castillo de Aracena recupera su diseño
Las obras de restauración del recinto continuarán en abril por la zona del Alcázar
El proyecto de actuación en el recinto fortificado del Castillo de Aracena sigue en marcha tras la intervención de 2012, en la que se obtuvo unos resultados por encima de lo esperado, y que seguirá este año en la zona del Alcázar con un presupuesto que supera los 450.000 euros.
Los primeros resultados de la actuación de 2012 demostraron que Aracena tuvo un importante asentamiento almohade (siglos XI y XII) previo a la reconquista cristiana, que arrasó con todo lo anterior. Unos de los hallazgos más interesante fueron los siete dinares acuñados en la Taifa de Sevilla, bajo el reinado de Al-Mutadid, en los años 441-450 de la Hégira (1049-1058 de la Era cristiana).
De este poblado almohade se ha constatado una cultura material, presencia de viviendas islámicas, además de muchos elementos y trozos de objetos, destacando los de cerámica, utensilios de la vida cotidiana, de la arquitectura de la época o herramientas de guerra.
Estos resultados, fruto también de estudios arqueológicos, han provocado que haya que modificar, más bien ampliar, el plan director que sirve como hoja de ruta de lo que se ha hecho y aún queda por hacer. Como gran novedad, la pasada semana, la comisión provincial de Patrimonio de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía aprobó el proyecto presentado por el Ayuntamiento de Aracena.
Las obras empezarán en torno al mes de abril. Ahora se está haciendo un concurso para sacar la obra a licitación pública y su posterior adjudicación. La terminación está prevista para septiembre, plazo para justificar las subvenciones conseguidas gracias a fondos del Grupo de Desarrollo Rural Sierra de Aracena y Picos de Aroche y el Fomic (Fondo de apoyo a destinos turísticos maduros del Ministerio del Interior). Además desde un principio hay una apuesta importante en este sentido por parte del Ayuntamiento, Diputación de Huelva y Consejería de Cultura.
Lo que se va a hacer en esta nueva fase es reconstruir parte del recinto amurallado, subir la altura de las murallas para que se pueda circular por ellas en un futuro. Los visitantes recorrerán, entonces, las murallas y verán todo alrededor gracias a la existencia de varios miradores que irán conectados por pasarelas y barandas. Una conexión que se va a hacer hasta la torre del Homenaje, es decir, en torno a la zona de excavación que empezó en 2012 conocida como el Alcázar.
Posteriormente, se cerrará el recinto, que tendrá incluso hasta su propia puerta de acceso con la posibilidad de ser visitado y no como ahora que cualquiera libremente puede hacerlo.
A largo plazo está previsto seguir excavando hacia el patio de armas, pero para ello hacen falta fondos económicos.
Todo este proyecto sigue siendo la estrella de la conmemoración del I Centenario de la apertura al turismo de la Gruta de las Maravillas de Aracena que se conmemorará en 2014.
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