El centro de Alzheimer pide que se reconozca su labor terapéutica
Actualmente está considerado como un lugar de mayores cuando su actividad se centra en la psicoestimulación de los pacientes · Parte de su plantilla es mantenida con sus propios recursos
Supuso todo un hito en el movimiento asociativo de la provincia, sobre todo en el mundo de la salud. La Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer (AFA) está a punto de cumplir los 15 años de vida y desde entonces no ha dejado de ser un punto de referencia de lo que el empeño de un grupo de personas puede conseguir.
Uno de los momentos culminantes de la historia de la asociación fue la inauguración en 2003, de la unidad de estancia diurna Rocío Muñoz que desde entonces no ha dejado de prestar servicio aunque actualmente se enfrente a varias encrucijadas. La más importante es que el centro sea reconocido como centro de atención especializada, tal y como señala la Ley de Dependencia y se abandone la consideración actual de centro de mayores.
El centro Rocío Sánchez ha conseguido ser referente a nivel andaluz y en algunos aspectos, a nivel nacional en su labor terapéutica. Esa es la razón por la que quiere ver reconocida su tarea que conllevaría, una mejora en las condiciones asistenciales que llevan a cabo. Las instalaciones están como el día de su inauguración: el edificio rezuma luz, vida, cuidados y atención.
Sin embargo volviendo al plano normativo, el hecho de que hasta la fecha sea considerado centro de mayores implica que tienen derecho a menos auxiliares por número de usuarios. La ley dice que tienen derecho a 1,6 auxiliares por 10 usuarios, pero el centro de la AFA de Huelva tiene actualmente uno por cada 5. Eso es gracias al enorme esfuerzo y entrega de la asociación, trabajadores y colaboradores que hacen posible que pese a las dificultades, el centro pueda prestar ese servicio terapéutico cuyo principal cometido es la psicoestimulación de los pacientes. Con ella se pretende que el deterioro cognitivo afecte o se demore lo máximo posible. Sin embargo, desde el punto de vista normativo, el centro de alzheimer no está considerado como los que tratan a personas con discapacidad. Al menos en teoría, deben acoger a todo tipo de personas mayores aunque no padezcan alzheimer. La sensibilidad de la Administración lo está evitando por el momento pero la normativa prevé esta posibilidad que se antoja como poco, como disparatada.
La ratio mas ajustada entre trabajadores y usuarios que presenta el centro Rocío Sánchez se hace a costa precisamente de los recursos que AFA logra de particulares y entidades colaboradoras. El centro tiene una plantilla de 31 trabajadores. No es difícil imaginar que con la época de crisis actual, esté siendo más complicado que las cuentas cuadren por lo que desde AFA se incentiva todo tipo de iniciativas para recaudar fondos como loterías y rifas y tiene previsto realizar una campaña de captación de socios. Lo que sí se tiene claro desde la asociación es que "no vamos a dar un paso atrás en la calidad asistencial que hemos conseguido con el esfuerzo de todos estos años y sea considerado como lo que es, un centro de actividades cognitivas", indicó su presidenta Rocío Muñoz. La plantilla que trabaja en el centro está cualificada. Como ejemplo se puede mencionar que se dispone de una psicóloga, una fisioterapeuta, una trabajadora social y una enfermera, entre otros.
Durante todo el verano, las instalaciones permanecerán abiertas. Muñoz comenta que el primer año "cerramos en agosto pero vimos que volvían con mucho deterioro por lo que optamos en dejar el centro abierto". Aun así, la actividad decae algo en estos meses estivales. Parte de los familiares opta por llevarse a los pacientes a sus lugares de residencia, aunque permanece la prestación de todos los servicios: unidad de estancia diurna, los talleres de orientación y la iniciativa Grador en la que se trabaja con las nuevas tecnologías.
El centro Rocío Sánchez tiene cabida para 108 pacientes y actualmente no hay listas de espera. Las instalaciones nacieron con el ánimo de quedarse pequeñas casi desde el principio. Afortunadamente, las ampliaciones posteriores han evitado muchos problemas como el no atender a los casos que les llegaban. Dentro del centro se encuentra la unidad de estancia diurna que presta servicio a 54 personas y que está abierta durante 8 horas al día; 43 de ellas disponen de plaza concertada con la Consejería de Bienestar Social e Igualdad y el resto, privadas. A los talleres de estimulación acuden 30 personas y al programa Gradior de nuevas tecnologías, 19. La plaza concertada en unidad de estancia diurna
Los efectos de la crisis también alcanzan a AFA, como a otras asociaciones onubenses. La dotación de ordenadores para el programa Gradior fue costeada en su integridad por la Consejería de Salud. Los programas de equipamiento y reformas han sido sin embargo, prácticamente suprimidos.
Desde AFA se agradece no obstante, el apoyo que supone para el funcionamiento del centro todos los alumnos que efectúan diferentes cursos de Formación Profesional Ocupacional que "nos eligen para hacer sus prácticas y representan para nosotros un enorme apoyo", explica Rocío Muñoz.
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