El ciberacoso se agrava en Huelva: "El bullying antes terminaba en las escuelas, y ahora sigue en casa a través del móvil"

La Guardia Civil se implica en las charlas de prevención del acoso escolar y del uso indebido de las redes sociales para concienciar a los jóvenes de los problemas que trae consigo el entorno digital

El hospital Juan Ramón Jiménez acoge una iniciativa de sensibilización para los ingresados en la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil

El guardia civil Antonio Macías durante una charla sobre los peligros de las redes para los jóvenes, celebrada en el hospital Juan Ramón Jiménez. / M. G.
A. R. G.

24 de febrero 2025 - 07:02

Huelva/El acoso escolar, o bullying, es un problema recurrente desde hace muchos años, pero la presencia de los dispositivos móviles y el acceso -fácil y sencillo- a las redes sociales lo han intensificado. Antes, los niños y adolescentes llegaban a sus casas y lograban desconectar del hostigamiento al que se veían sometidos en las aulas. Ahora no hay tregua. El acoso se extiende más allá del horario escolar y sus hogares dejan de ser considerados como tal al continuar el ciberacoso fuera del colegio.

La Guardia Civil de Huelva toma conciencia de ello y, a través de su Plan Director, efectúa charlas y debates con padres y niños que versan sobre el uso indebido de las redes sociales por parte de los jóvenes y la prevención del acoso escolar. Aunque también aportan su experiencia en otros temas como la violencia, las autolesiones y los peligros que enfrentan los estudiantes en su día a día, tanto en la escuela como en el entorno digital. "Trabajamos en los centros educativos para sensibilizar a los estudiantes sobre estas problemáticas, pero ahora hemos pasado también a actuar en otros espacios", expresa a este diario el agente Antonio Macías, en relación a la última charla celebrada en el hospital Juan Ramón Jiménez y a la que asistieron ingresados en el Hospital de Día de Salud Mental Infanto-Juvenil y un grupo de adolescentes de entre 12 y 17 años con problemática emocional de diversa índole que forman parte de un programa de terapia grupal quincenal.

Macías explica que en esta última charla atendieron a menores que han vivido situaciones de acoso escolar, de autolesiones y de exposición a contenido inapropiado en Internet. "Hemos percibido un aumento del uso inadecuado de las redes sociales, especialmente en los más pequeños, muchos de ellos cursando aún la Primaria", pone de manifiesto el guardia civil, quien reconoce su preocupación por el ciberacoso "y por las presiones que sufren los menores como consecuencia de las redes sociales y de las expectativas de sus compañeros". Y todo ello redunda en el bienestar emocional de los más jóvenes, "que queda afectado gravemente". Una frustración emocional que bien puede traducirse "en autolesiones", asegura, al tiempo que añade que los jóvenes, "al sentirse rechazados o aislados, quieren una solución fácil y creen encontrarla en la autolesión e, incluso, pensando en el suicidio".

Antonio Macías durante la charla. / M. G.

Al respecto, la psicóloga clínica de la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil del Hospital Vázquez Díaz, Ana Báñez, comparte con Antonio Macías el impacto de las tecnologías en la salud de los menores y sostiene que "esta extensión del acoso fuera de los centros educativos se agrava por la capacidad que tienen las redes sociales para amplificar los comportamientos agresivos". Además, pone de manifiesto, "tenemos que tener en cuenta que el acoso va más allá del agresor y la víctima, pues también involucra a los testigos, a quienes con iniciativas como esta educamos para actuar y denunciar situaciones que tengan delante".

La psicóloga clínica Ana Báñez conversa con los guardias civiles tras la charla.

Báñez subraya también la importancia de empoderar a las víctimas "para que se sientan seguras de denunciar", así como de tratar el hecho de que los agresores "pueden enfrentar consecuencias legales". A ello Antonio Macías añade que "es crucial que los niños comprendan que el acoso tiene repercusiones serias". Por ejemplo, "les enseñamos a comprender que muchas de las acciones on line, como la creación de perfiles falsos, compartir fotos privadas o los desnudos por Inteligencia Artificial, tienen implicaciones legales severas".

Los niños que sufren acoso, "más vulnerables" emocionalmente

La psicóloga clínica insiste en que los niños que sufren acoso "tienen una mayor vulnerabilidad emocional", de ahí que las consecuencias de estas experiencias pueden terminar agravándose, tal y como también explicaba el guardia civil. "Si sumamos esta vulnerabilidad a la presión que sufren en redes sociales, nos encontramos con un mayor impacto negativo en salud mental y, por ende, en más trastornos psicológicos a edades tempranas", apunta Báñez, quien atisba "una mayor frecuencia de casos de ansiedad, depresión o trastornos de la conducta alimentaria en los menores; sin embargo, en el pasado estos problemas aparecían en los adolescentes de mayor edad".

Profesionales del Hospital de Día Infanto Juvenil del Hospital Vázquez Díaz junto al equipo de la Guardia Civil. / M. G.

Un fenómeno que, para Ana Báñez, viene motivado por un uso precoz de las tecnologías y de las redes sociales, "accediendo así los niños a contenidos y modelos de comportamiento que no son aptos para su edad". Véase los casos de los estándares de belleza, "que llevan a niños de solo diez años a adoptar rutinas de cuidado de la piel o de maquillaje". O de los videojuegos, "donde los padres deben estar muy pendientes para evitar que se 'enganchen' y derive en un problema de relaciones sociales y bienestar emocional".

Además, la psicóloga clínica alerta de que el uso excesivo de las pantallas interfiere con el desarrollo adecuado del cerebro infantil, "al limitar la interacción física, el juego libre y el desarrollo de habilidades sociales esenciales".

La implicación de los padres es clave

Los padres deben asumir la tarea de limitar los tiempos establecidos en Internet y de supervisar el uso que hacen sus hijos de los dispositivos digitales. "Y una de nuestras preocupaciones es la falta de implicación que tienen los padres en este tipo de charlas porque, a menudo, no son conscientes de la importante de que tienen que velar por la seguridad de sus hijos en el mundo digital", subraya Antonio Macías, quien explica que les dan herramientas para que "establezcan controles parentales a los móviles, para evitar que accedan a contenidos inapropiados y para estar al tanto de las interacciones de sus hijos en las redes sociales". Una labor que, en palabras de la psicóloga, es "crucial", en tanto que los padres deben entender la importancia de que "establezcan con sus hijos un contrato de uso desde una edad temprana".

Macías concluye señalando que la "falta de madurez para manejar las herramientas digitales y la presión de la vida virtual afectan a la salud mental de los jóvenes, quienes no siempre tienen la capacidad de gestionar la frustración o de pedir ayuda cuando la necesitan", por lo que "es necesario un enfoque integral que involucre a los centros educativos, las fuerzas de seguridad y, especialmente, a los padres". Una percepción que comparte Báñez, quien añade que "cuanto más tarde se inicie el uso de las pantallas en los niños, mejor será para su desarrollo emocional y cognitivo".

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último