Coronavirus Huelva: Los contagios rondan los 4.000 según el exjefe de Infecciosos del Juan Ramón
La falta de test hace que se conozca solo la punta del iceberg de la realidad epidémica
huelva/Detección de nuevos casos y aislamiento siguen siendo dos de las recetas más fiables a la hora de afrontar lo que para muchos, ha de ser una nueva etapa en la confrontación con el coronavirus y que vislumbra lo que se viene en llamar la desescalada. Así lo indica quien fuera jefe de la Unidad de Infecciosos del Infanta Elena y Juan Ramón Jiménez, Ignacio Suárez, quien habla de prudencia pese a los buenos datos de la provincia respecto a otros lugares del país.
A través de su cuenta de Facebook, el facultativo ya jubilado, sigue con extrema cercanía el devenir de la pandemia y considera que, teniendo en cuenta que “si asumimos que el tanto por ciento de mortalidad del Covid-19 es del 1%”, la cifra de personas afectadas pasaría de 4.000 en la provincia muchas de ellas ya curadas. Suárez argumenta que “Los casos declarados son la punta del iceberg y en Huelva vamos a ciegas sobre la parte sumergida. No hay datos fiables del número de casos posibles y hay razones de peso, leyendo entre líneas las estadísticas, que nuestro acceso a pruebas diagnósticas ha sido muy, muy limitado. Señala no obstante que “desmentir esto es fácil. Basta con publicar el número diario de test por provincias” y otras han estado en peor situación.
Ignacio Suárez sostiene que pese a las incógnitas que suscitan lo que puede haber debajo de la punta del iceberg y “teniendo en cuenta que el primer fallecimiento se registró el 22 de marzo la epidemia lleva con nosotros desde muy al final de febrero. Entre el 45%-47% de los casos confirmados han sido casos leves tratados en su domicilio por su médico del centro de salud”. A lo que hay que añadir que la estadística oficial de casos confirmados refleja, más bien, la situación que plasman la disponibilidad de las pruebas diagnósticas, de manera que “no informan de la evolución de la pandemia”, desconociéndose a día de hoy el número de infecciones ocultas.
Ante las expectativas que se están levantando en la sociedad, de cara a una cercana desescalada que acarree un paulatino desconfinamiento, el médico sugiere que “no podemos ir de kamikazes. Hace falta hacer antes una detección en todo el personal sanitario, confirmación con PCR, aislamiento y búsqueda inmediata de contactos” y en lo que respecta a los “nuevos positivos hay que hacer lo mismo”.
Entiende de este modo que cuando se den todos esos pasos “podremos pensar en la fase previa a lo que se ha llamado desescalada, que lleva varias condiciones necesarias previas”. Asimismo considera que “tanto ahora como tras la retirada de las medidas de confinamiento, el protagonismo de la Atención Primaria será fundamental”.
En todo caso, insiste en tener prudencia a la hora de dar pasos hacia una normalización. Considera que la situación que de alguna manera, tiene Hueva dentro de esta catástrofe no garantiza una más rápida incorporación a las actividades normalizadas. De este modo, Ignacio Suárez considera que “no existe una receta mágica sobre cuándo, cómo y dónde empezar a retirar medidas. Todo tiene pros y contras.Por ejemplo a mayor número de infecciones, más personas inmunes, pero más riesgo de transmisores no detectados.
Empezar en los lugares con menos infección –como es el caso de Huelva– podría suponer un riesgo de rebrote más bajo, pero también hay menos personas inmunes. La epidemia y su riesgo de rebote no comparte nuestra geografía ni la respeta”. De este modo, considera que “correr cierto riesgo acabará siendo necesario, pero lo que tenemos que prevenir es el desastre de una nueva falta de preparación. Hay que aprovechar la tregua para mejorar la preparación”.
En lo que sí hay un enorme consenso es en apuntar la importancia que la Atención Primaria está teniendo durante la crisis y la que tendrá en el futuro.
Si la actividad en consultas presenciales ha bajado ese 90% eso se ha visto en buena medida, compensado por el seguimiento telefónico a los pacientes que se ha prodigado durante estas jornadas. De hecho, el número de llamadas se ha multiplicado por 15 desde que se aplicó el estado de alarma y por lo tanto, se puso en marcha una nueva configuración de la sanidad pública.
Esas llamadas tienen como objetivo, realizar el seguimiento por médicos y enfermeras de pacientes con patologías crónicas, incluido el seguimiento de los pacientes con posibilidad de infección por coronavirus. Asimismo, a través del teléfono, se gestiona buena parte de las prescripciones de medicamentos con lo que se evitan los desplazamientos.
A causa de la crisis provocada por el Covid-19, la Atención Primaria ha vivido un auténtico revulsivo asistencial que además, ha contado con la comprensión y la colaboración de la inmensa mayoría de los usuarios, tal y como lo han señalado en varias ocasiones profesionales sanitarios. Es seguro que con la etapa de desescalada que empezarça en un futuro más o menos próximo, la Atención Primaria mantendrá una estrategia diferenciada de lo que es en ella lo habitual aunque aún queda por definirse. Pero lo que está claro es que se quiere seguir contando con ella como ese muro de contención que tan eficaz se ha mostrado durante estas semanas.
A día de hoy, los centros de salud mantienen los dos circuitos asistenciales para diferenciar aquellos casos que puedan llegar de distintas patologías, de los que presenten cuadros sospechosos de poder ser positivos de Covid-19.
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