Dos claves imprescindibles para una comunicación estratégica y auténtica
Tribuna MKS Huelva
Comunicar con estrategia no es una opción, es una necesidad. Hagamos que cada mensaje cuente
El poder de entender la mente de quien compra: un viaje al neuromarketing
Todos tenemos algo que decir, que compartir, algo que vender, ya sea una idea, un proyecto, experiencias ... ¿Qué estamos comunicando hoy?
En un entorno cargado de complejidad, cambios, mucho ruido, necesitamos abrir las puertas a nuevas oportunidades e ilusiones siendo certeros en nuestra comunicación. Necesitamos creer en nuestras posibilidades, crecer y aprender a expresarnos sin miedos.
Existe en el ánimo de muchas personas instalada la idea de que tener una estrategia de comunicación es algo orquestado, manipulado e incluso forzado o impostado. Nada más lejos de la realidad. En estos momentos más que nunca necesitamos mandar mensajes claros que calen en quienes nos ven y escuchan. Hoy más que nunca necesitamos captar la atención y transmitir un valor diferencial. En una frase: necesitamos dominar y dirigir nuestra comunicación con autenticidad para dejar huella.
Prestemos pues atención a estas dos claves: emoción y poder silencioso de la comunicación no verbal. Ambas nos permitirán tener una visión más consciente y reconocer aspectos importantes en las dos grandes áreas de la comunicación (verbal y no verbal), para poder tener conexiones más profundas. Reconocerlas es un paso adelante que nos ayuda a observar las propias fortalezas y limitaciones.
¿Emocionamos con nuestras palabras?
Es posible influir más allá de lo que decimos. Las palabras son poderosas, pero el cómo las decimos es lo que realmente genera impacto. Imaginemos una voz firme y segura, su volumen, el ritmo, los silencios, la entonación y hasta los susurros. Estos elementos van más allá del mensaje verbal y evocan emociones que nos conectan profundamente con los demás. La emoción en nuestras palabras es el eslabón que transforma una simple comunicación en una experiencia significativa. Cuando comunicamos desde la emoción inspiramos y abrimos el espacio para que las demás personas expresen lo mejor de sí mismas, logrando así una conexión auténtica y duradera. Cuando motivamos a alguien en un momento de duda, una voz cálida y pausada puede infundirles la confianza que necesitan para avanzar, las palabras van más allá de lo que se dice específicamente.
¿Vemos el poder silencioso de nuestra comunicación no verbal?
Antes de pronunciar una sola palabra, nuestro lenguaje no verbal ya está hablando por nosotros y nosotras. La imagen que proyectamos, desde nuestra apariencia y posturas hasta los accesorios y detalles que usamos, envía mensajes poderosos que son tan importantes como el contenido de nuestro discurso. Los colores, las texturas y hasta el perfume son señales sutiles, pero llenas de intención, que influencian la percepción que otros tienen de nuestra persona. Un atuendo cuidadosamente seleccionado comunica profesionalidad y coherencia, un reloj elegante o un bolso discreto pueden resaltar nuestra individualidad y reflejar una identidad única. Estos elementos no son simples adornos, sino piezas estratégicas que, al estar alineadas con nuestros valores, refuerzan nuestro mensaje y generan una conexión genuina con quienes nos observan.
En este sentido, debemos prestar especial atención a la hora de elegir marcas y elementos que representen nuestras creencias y estilo, ya que con ellos añadimos autenticidad a nuestra presencia.
Todo debe encajar como las piezas de un puzle para acentuar el liderazgo personal y conseguir una comunicación respetuosa, cargada de interés. Transmitir valores y principios claros nos ayudan a disfrutar el camino y conseguir nuestro propósito. En ello nos va la felicidad y la credibilidad.
También te puede interesar
Contenido ofrecido por el Salón del Motor de Sevilla 2024