Colombinas entre tómbolas y dardos

LAS COLOMBINAS

Familias, amigos y parejas apuntan cuidadosamente hacia los globos para llevarse -con o sin éxito- algún regalo a casa

Un paseo por las Colombinas para todos los bolsillos

Persona tirando dardos en las Colombinas. / Jesús Fernández

Huelva/Solo uno de los sectores del recinto ferial de las Fiestas Colombinas logra captar la total atención de las parejas, grupos de amigos y familias al completo -que caminan a toda prisa sobre la arena y de un lado a otro- y mantenerlos callados durante largos instantes.

Es en cada una de las tómbolas, dardos y los adictivos patitos en los que se observan filas y agrupaciones de personas de todas las edades que no piensan renunciar a su regalo. Algunos con más éxito que otros, vuelven eufóricos y cargados a sus vehículos. Los segundos, suelen consolarse en los puestos de hamburguesas, perritos y clásicos bocadillos antes de volver a montarse en las atracciones o, por el contrario, optar por el premio seguro en los puestos de tiendas y joyas.

Una de las tómbolas de las Colombinas. / Jesús Fernández

Gana el número ocho en la tómbola del Gran Oasis. Aunque Antonio acaba de llegar junto a su mujer, que ya se ha adelantado y empieza a jugar una nueva partida, ya ha pasado por aquel puesto antes. "Tienes que colar las bolas en los agujeros para que el camello avance. Es muy sencillo", cuenta a Huelva Información. "Nosotros acabamos de llegar y jugará mi mujer, porque yo soy un negado con estos juegos y me fío más de su puntería que de la mía", añade, entre risas. Al igual que tantos de los que se vuelven a dar otra oportunidad con "otro intento más", no tiene claro lo que quiere llevarse ni un objetivo fijo en mente. "Simplemente nos lo pasamos bien y nos reímos. No sabemos si ganaremos algo, pero de momento vamos a jugar y ¡a ver si tenemos suerte!".

Una partida detrás de otra y mismo procedimiento. "Tengo bastante puntería, he venido todos los días y siempre me llevo algo a la primera", cuenta un adolescente a este periódico, agarrando fuerte un kilométrico peluche con forma de personaje Disney. "Es más suerte que puntería", contesta el que va con él, que parece irse de momento con las manos vacías.

Objetos dispares y variados son los que ofrecen los distintos puestos de juegos -planchas de la ropa, lámparas o cafeteras-. Un precio de 3,5 euros tendrá intentar acertar con los tres globos o encestar la canasta. Para los que prefieren no irse sin un premio seguro, la cuerda de "tirar por un euro", puede ser una de las alternativas.

En la caseta de hermandad de las Tres Caídas también hay una tómbola, que sin necesidad de las luces, músicas y bonitos peluches de las que goza el resto, capta las ganas de los que se sientan entre las mesas de la carpa de llevarse algo de aquel lugar. Y con más razón en estas Colombinas. "Nuestra tómbola está destinada a la Asociación Patio del Amor. La tenemos todos los años de la hermandad, que suma ya 33 años. Este año, viendo el proyecto en el que estamos inmersos hemos querido dedicar esta edición de la tómbola al Patio, destinando íntegramente cada euro al proyecto". "La tómbola es una estrategia más para llegar a la gente y dar a conocer el patio", afirma Joaquín Prieto, uno de los responsables de repartir los premios.

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