El color, un poderoso lenguaje que hablamos todos

Tribuna MKS Huelva

Varios colores separados en un tarro.
Varios colores separados en un tarro.
Isabel Alfonso Pérez

07 de octubre 2024 - 05:00

¿Qué sería la vida sin color? Un sinfín de matices y colores nos inundan cada día. Es increíble ver cómo la magia del color invade nuestras vidas cotidianas. La luz del día, los colores estacionales, el color de las paredes o de nuestro armario nos influyen de manera inconsciente. El sol del verano nos empuja con energía a la acción; la nostalgia del otoño nos hace reflexionar y nos calma; la pureza del invierno nos permite recogernos, detenernos y renovarnos y así con cada una de las pinceladas de color que nos rodea.

Karen Haller, experta en el campo de la psicología, destaca como el color tiene ese poder e influencia en nuestros comportamientos, decisiones y emociones cada día.

Distintas investigaciones hacen referencia a cómo nos relacionamos con el color en las diferentes esferas, emocional, cultural y personal.

Vamos a dar un paseo haciendo diferentes paradas para saber si estos tienen verdaderamente la capacidad de transformar nuestra manera sentir y de expresarnos.

Primera parada: color y emociones

Un despliegue de emociones se proyecta cada día a través de los colores que elegimos.

¿Qué colores utilizamos cuando estamos tristes?, ¿qué colores nos ayudan a concentrarnos mejor en el trabajo?, ¿qué colores nos aportan vitalidad y energía?

Tenemos a mano una larga lista de preguntas y una extensa gama de colores para conectar y equilibrar lo que necesitamos en cada momento.

Entender que todos los colores tienen efectos positivos y negativos, dependerá del contexto, de cómo nos sentimos en el momento o de qué modo nos gustaría sentirnos, sin olvidar que también con ellos mandamos un mensaje a quienes nos ven.

Por ejemplo, la energía que desprende el rojo invita a la acción y su fuerza hace que el cuerpo reaccione físicamente. Sin embargo, el exceso de este color o su inadecuado uso puede influir negativamente en la percepción y representar un “peligro” que puede perturbar a la persona que lo ve.

El amarillo, atrevido, vinculado a la buen ánimo y positividad. Sus ondas de luz transmiten alegría y vitalidad. Sin embargo, su intensidad puede llegar a ser molesta y causar irritabilidad, especialmente en personas sensibles.

También tenemos el azul, reconocido universalmente el color favorito de entre todos. El azul del cielo y el mar cargado de calma en sus tonalidades más claras. Igualmente es acción en su gama de colores más vibrante. Es un color utilizado por grandes corporaciones tecnológicas, como IBM (Big Blue).

A pesar de todo no se libra de connotaciones negativas. El distanciamiento y la frialdad en sus tonalidades más oscuras son algunas de estas cualidades.

Es singular entender de qué manera nos puede afectar y transformar un color.

En 1970, el doctor Alexander G. Schauss estudió cómo el color rosa afectaba al comportamiento de los presos. Descubrió como este color reducía la frecuencia cardiaca, presión sanguínea y pulso.

Se demostró que este color rosa, llamado desde entonces rosa Baker-Miller, era un color que tranquilizaba. Actualmente hay cárceles en Reino Unido, Alemania, Suiza y otros países que tienen una celda rosa.

Segunda parada: color y cultura

Es interesante observar cómo la influencia cultural determina la simbología de los colores. Un mismo color puede tener diferentes significados según la parte del mundo en que nos encontremos. Como curiosidad aquí tenemos algunos ejemplos:

En Occidente, el blanco es símbolo de pureza y lo suelen utilizar las novias. Sin embargo, en China es el color de la muerte y el luto. Por otra parte tenemos el color negro, donde en el continente africano representa sabiduría mientras que en la cultura occidental aparece en los funerales. El rojo para los sudafricanos es sinónimo de duelo, pero si viajamos a China nos acompañará la buena suerte. Terminando por la India donde recibiremos pureza y amor.

Si cruzamos el charco veremos como el verde para los americanos significa dinero y poder, pero si nos apetece más conocer las Pirámides de Egipto observaremos en el amarillo desdicha y desconsuelo.

Es enriquecedor conocer cómo las diferentes culturas se expresan a través del color y su importancia la hora de relacionarnos.

Tercera parada. Color y personalidad

¿Qué colores nos atraen? ¿Qué color es nuestro favorito? Si abriéramos nuestro armario, ¿qué colores veríamos?

Cada persona se siente atraída por una gama cromática y esto tiene que ver con su personalidad.

La psicóloga Angela Wright en sus estudios clasifica todos los colores de la naturaleza en cuatro grupos y los asocia a cuatro tipos de personalidad.

Actualmente existen diferentes modalidades de test para determinar en cada persona qué colores conectan con la personalidad y cuáles potencian la belleza natural. Estos se utilizan en diferentes disciplinas, como psicología, asesoría de imagen, marketing...

Por tanto, analizar, observar y experimentar con los colores es totalmente recomendable, ya que podremos utilizar este recurso para comunicarnos mejor, canalizar emociones y destacar cualidades.

Tenemos aquí un arma poderosa y transformadora que puede hacer que los días sean más relevantes e importantes.

Isabel Alfonso Pérez.
Isabel Alfonso Pérez.
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