Huelva/Los operarios del Consistorio de la capital han iniciado las labores para el montaje de la escalera en la Plaza de San Pedro, cuyas obras -afirman desde el Ayuntamiento - avanzan a buen ritmo y estarán finalizadas en fecha prevista. Huelva recupera así "un espacio noble", incorporando en el espacio los restos arqueológicos aparecidos para disfrute de los onubenses y visitantes.

Hace escasamente una semana los trabajadores se encontraban hormigonando las zancas de las escaleras que dan acceso a San Pedro, "tanto la de la calle La Fuente como el lateral, donde se ubicaba la antigua Cafetería Sabor". Los trabajos de pavimentación del interior de la plaza continúan "según lo previsto", alcanzando hasta ahora el 50% en el levantamiento de la pavimentación, a lo que le sucederán las obras para añadir el nuevo material en la placa central del enclave.

La plaza remodelada quedará vestida con tonos claros del material denominado Piedra Coto, que tiene entre sus ventajas la disminución de la isla de calor que se produce en las ciudades. Distintos estudios demuestran que varían las temperaturas al usar el granito y cuando se emplean mármoles claros, elección del Ayuntamiento de la capital en el citado pavimento para "realzar la monumentalidad" de la emblemática plaza, según informaban a comienzos de verano.

La Plaza de San Pedro de Huelva integrará los restos de un aljibe vinculado al acueducto romano

La remodelada Plaza de San Pedro integrará los restos de un aljibe vinculado al acueducto romano. Estos se encuentran en uno de los laterales del espacio público, en la prolongación de la calle La Fuente. Es la primera vez que los hallazgos arqueológicos se incorporan sobre la marcha en una intervención urbanística de la ciudad. Aparte, también se trasladarán a la emblemática plaza los sillares encontrados hace años en el solar que actualmente ocupa el Instituto Andaluz de la Mujer y que actualmente se encuentran en la Plaza de la Esperanza, devolviéndolos así a su lugar de origen, con el fin de contextualizarlos.

El origen de este aljibe histórico, según explicó el arqueólogo Jesús de Haro, se encuentra en las canalizaciones del acueducto romano, parte del cual se expone en el solar del antiguo Colegio Francés. Los restos encontrados se tienen que seguir diagnosticando en la fase de excavación para determinar qué queda en la construcción de la fase más antigua, puesto que este aljibe se estuvo utilizando hasta la época moderna, concretamente hasta el siglo XIX, y durante todo este tiempo de uso se pudieron realizar diversas remodelaciones de la infraestructura para cuya construcción se utilizaron ladrillos.