Los Concursos de Fandangos de los años 50 (2)
Historias del Fandango
Los concursos de fandangos de la provincia de Huelva, convocados por Radio Nacional de España, fueron tomados por los aficionados como un rescate del cante propio
Los Concursos de Fandangos de los años 50 en Huelva (1)
Las actuaciones cara al público comenzaron celebrándose en el Cine Rábida, donde se vendían las entradas para el espectáculo Concurso de cante por Fandangos de la provincia de Huelva – Campaña pro Navidad. Desde sus comienzos, la aceptación del público fue masiva; en las puertas del cine se producían aglomeraciones de personas deseosas de presenciarlos y las salas se llenaban; era frecuente que las taquillas del teatro Mora abrieran desde por la mañana vendiendo entradas para un espectáculo que comenzaba a las once de la noche.
“El fandanguillo valiente y retador…”
Del ambiente social que fue creando el desarrollo del concurso da idea el comentario editorial de El duende de La Placeta, en el diario Odiel. Comentario que resumía certeramente el estado de opinión que había entre los aficionados sobre el fandango huelvano en aquellos años y el feliz reencuentro que el concurso había producido con nuestro cante genuino. Fue todo un pronunciamiento. En la semifinal de la edición 1951-1952 “se puso de manifiesto –afirmaba– algo que ya suponíamos desde el principio: el triunfo rotundo, absoluto, del fandanguillo popular más genuino; el fandanguillo valiente y retador sin jipíos llorones de melopea morisca. Fandango de la Sierra y fandango también de las tierras llanas de Huelva. Fandango –¡ay!– que se iba perdiendo poco a poco, siguiendo esa corriente de desviación hacia lo “folclórico” de escenario que imperó en los últimos tiempos. Ahora se ve que el fandanguillo nuestro, como dice la copla, “no admite comparaciones”. Y terminaba con una exhortación a los cantaores jóvenes [1].
Visto el éxito de público que tenía el programa, el gobierno civil se sumó a la iniciativa para dedicar los fondos que se recaudaran a la Campaña de Navidad, “para ayudar a remediar la situación de las familias humildes”. “No olviden –se llamaba desde el periódico– que con su asistencia cumplen dos finalidades honrosas: la de estimular a estos muchachos de nuestra provincia que de manera espontánea y desinteresada han venido a revalorizar nuestro popularísimo fandango, y la de contribuir a la caritativa obra que representa la Campaña de Navidad”.
Las actuaciones cara al público eran retransmitidas en directo y presentadas por locutores de la emisora de RNE en Huelva (Manuel Zamorano, Nicasio Fernández y José Galván).
Las fases clasificatorias se celebraban los jueves y la emisora programaba su emisión desde las diez y media hasta las doce de la noche.
Paco Isidro, asesor
Rememorando aquellos concursos, Bélico recordaba que la organización tuvo bajo secreto el asesoramiento de Paco Isidro [2]. Sin desvelar su papel en el concurso, Paco Isidro comentaba en el periódico que “el fandango neto de Huelva es algo inimitable”. Recordaba los tiempos gloriosos de El Comía, Rebollo, Antonio Garrido, Sinuña, Rengel y el aristócrata José Pérez de Guzmán, “que con su estilo inconfundible lo dio a conocer por toda España”. Y recordaba también que “cuarenta años atrás –década de los años diez del siglo– se cantaba por afición; el profesionalismo data de la época de Rengel para acá”.
Coñac para ponerse a tono
Tras las primeras emisiones, el interés se desbordó “no solamente entre los radioyentes de Huelva y su provincia, sino en Jerez, Cádiz, Sevilla, Extremadura y en muchos otros sitios de España, hasta el punto de que las firmas González Byass, Domecq, Terry y otras marcas de vino vinieron a verme para patrocinar la idea, enviando a la emisora –especialmente el reprentante de Domecq– cajas enteras de coñac para que los cantaores se pusieran a tono”. La demanda desbordó el patrocinio único de los Almacenes Arcos y en las siguientes ediciones llegaron a ser dieciseis las firmas publicitarias que invirtieron en los concursos.
Lo que comenzó en el reducido estudio de la emisora, se hubo de trasladar al mayor aforo del cine Rábida en la primera edición. En las siguientes ediciones se buscaron otros emplazamientos, como la academia José Antonio y el teatro Mora.
Otro hecho también notorio fue el de las letras de fandangos que se cantaron y que fueron varios miles en toda la serie.
La segunda edición, 1952-1953
La segunda edición fue convocada el 20 de noviembre de 1952 y en ella se inscribieron 94 concursantes. Una idea del alto nivel que tuvo esta edición la da, por ejemplo, la relación de los cantaores que compitieron en cuartos de final el 5 de marzo de 1953 con las guitarras de El Pinche y Rafael Rofa hijo en el cine Rábida [3]:
En la final compitieron Francisco Monge Correa, de Chucena; José Sanz Urbano, de Huelva; Francisco Gómez Toronjo, de Alosno, y Francisco Cerrejón Camacho, de Huelva. Y los ganadores fueron: 1º) Francisco Cerrejón, de Huelva, premio de dos mil pesetas y copa del gobernador civil; 2º Francisco Toronjo Arreciado, de Alosno, mil pesetas y copa del presidente de la Diputación; y 3º José Sanz Urbano, de Huelva, quinientas pesetas y copa del alcalde de la ciudad. La final del concurso se celebró el 19 de marzo de 1953 en la emisora de RNE.
(Continuará)
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