Convento del Carmen de San Juan del Puerto, una historia con mucho futuro

El Convento del Carmen de San Juan del Puerto fue fundado en 1529 por Juana Lucero y estaba situado en la actual Plaza de España de la localidad, conocida entonces como Plaza del Carmen. Estuvo activo hasta 1835 cuando, a raíz de la Desamortización de Mendizábal, pasó a ser propiedad privada, perteneciendo a distintos dueños en los años siguientes. 

En él habitaban frailes carmelitas calzados, llegando a albergar un máximo de quince en sus años de mayor esplendor. Al llegar a la localidad éstos se establecieron temporalmente en la Ermita de la Concepción mientras finalizaba la construcción del edificio conventual, de la cual éste tomaría el nombre. 

 En 1623 se concertó el trazado de una iglesia conventual. El nuevo edificio, construido en ladrillo y adosado al convento por su parte norte, era de estilo barroco y tenía planta rectangular de una sola nave. Sus muros laterales, enlucidos en blanco y decorados con pinturas barrocas de temática bíblica, estaban formados por cinco arcos cada uno, en los que había capillas donde se veneraba a Ntra. Sra del Carmen, Santa Teresa o San José, entre otros, y que eran propiedad de familias hidalgas de la población como los Rioja, los Dávila o los Ortiz de Abreu, teniendo éstas derecho de sepultura bajo las mismas. 

En el presbiterio se encontraba la Capilla Mayor, el altar, una cripta y una puerta lateral que daba a la calle y al huerto conventual que servía para abastecer a los frailes. En la cripta se enterraron, a lo largo de los años, las familias que en cada momento ostentaran el patronato de la Capilla Mayor. Sus paredes lucían blancas decoradas con pinturas religiosas policromadas. 

En la iglesia conventual recibieron culto imágenes como el Cristo de la Misericordia, la Virgen del Carmen, la Inmaculada Concepción o el Cristo Yacente que actualmente se encuentran en la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista, junto con parte del patrimonio conventual.

Con el paso de los años y debido a las inclemencias meteorológicas, al terremoto de Lisboa de 1755, que afectó a paredes y muros del cenobio, y a la invasión de las tropas francesas, entre otros hechos, el edificio fue deteriorándose llegando a estar en sus últimos años de actividad en un estado casi ruinoso, habitado tan sólo por unos pocos religiosos. 

Al pasar a manos privadas tras la desamortización la zona se utilizó como posada, casa de labor o mercado de abastos, entre otros usos, dañándose su estructura con el tiempo hasta quedar en pie tan solo unos muros y una de las arcadas de la iglesia, siendo derribados en 1995. 

En el año 2000 se construyó en la zona un edifico de viviendas, quedando los restos ocultos en uno de sus locales comerciales. En 2005 el consistorio adquirió el solar para su recuperación y puesta en valor llevándose a cabo una excavación arqueológica durante 2007-2008 en la que salieron a la luz parte de los muros de la iglesia conventual y la cripta mayor, además de, entre otros objetos, fragmentos de cerámica y azulejos, un maravedí acuñado por los Reyes Católicos, una medalla de Santa Marta y San José con el Niño Jesús y un rosario de azabache, así como restos humanos. 

Actualmente es sede el Archivo Municipal y de la Oficina Municipal de Turismo. Para una mejor puesta en valor del conjunto se realizan visitas guiadas que, junto a cartelería informativa y a códigos QR para acceder a audioguías en varios idiomas y lengua de signos, contribuyen a una mejor comprensión, interpretación y difusión de los restos y de la importancia que tuvo para los sanjuaneros este edificio y la devoción a la Virgen del Carmen, hoy en día patrona de la comunidad parroquial de San Juan del Puerto