Cruz Roja tiende la mano a las personas sin hogar de Huelva durante la Navidad

Huelva/El frío se ha instalado en Huelva. Los chaquetones, los guantes y las bufandas se convierten en las prendas por excelencia en las calles de la ciudad, pero no para todo el mundo. Bajo mantas, pero sobre el suelo frío, duermen muchas personas durante estas fechas en las que el calor del hogar se echa más en falta.

Hacerles los días más llevaderos a quienes conviven día a día con las bajas temperaturas es la misión del programa Atención Integral a Personas sin Hogar de la Cruz Roja, que se encuentra financiado por la Junta de Andalucía. Una actividad que organiza puntos de ayuda por distintos barrios de la ciudad para asistir a las personas sin hogar y ayudarles a pasar unas Navidades lo mejor posible.

Lunes, miércoles y viernes. Tres días a la semana, un grupo de voluntarios de la asociación se carga de comida para llegar a todos los rincones de la ciudad: El Matadero, la antigua estación de tren, la zona del Conquero... Recorren los barrios de Huelva, siempre acuden sobre la misma hora y al mismo lugar en cada uno porque es allí donde las personas a las que van a ayudar les esperan, ya que saben que esos días los voluntarios les prestan su ayuda.

Guantes, bufandas o bragas para el cuello son las prendas que más reparten estos días. También acuden con sacos de dormir, otra barrera más contra el frío que protagoniza las noches de Huelva. "No llevamos grandes prendas como chaquetones porque no podemos llevar suficientes. Si llevo treinta y ese día acuden al punto de encuentro treinta y cinco personas ¿a qué cinco dejo sin abrigo?", narra la técnica de Cruz Roja que acompaña al grupo de voluntarios y que muestra que no es posible llevar en estas rondas todo lo que realmente necesitan estas personas.

Después del abrigo, los alimentos son lo más importante por lo que esos días se cargan de comida para repartir. Una bolsa preparada con bocadillos, latas de alimentos en conserva y algo de beber para pasar la noche. "Les damos a elegir entre colacao, café o un caldo", bebidas calientes para templar el cuerpo tras dormir muchos de ellos al ras del suelo. Pero no se trata de "te doy comida y adiós", asegura la técnica.

En cada visita, además de proveerles de comida, realizan una valoración de las personas, que se convierten en usuarios a los que acaban conociendo más a fondo con cada encuentro. Comprenden personalmente su estado, "es importante conocer sus necesidades", por ello "siempre les invitamos a ir a la sede de Cruz Roja para que podamos darle una ayuda más especializada" algo que es imposible durante las visitas itinerantes.

Son varias las personas sin hogar que deciden, tras la visita de estos voluntarios, acercarse hasta la sede en busca de esa ayuda que les hace falta. "A lo mejor se trata de una persona empleable y se le ayuda a encontrar un trabajo", cada persona precisa de una atención distinta y una vez que desde Cruz Roja averiguan qué es lo que realmente necesita, se le deriva a un técnico o voluntario que le puede asistir de forma personalizada. Ayuda con el Ingreso Mínimo Vital o como solicitar el padrón son algunas de las atenciones que más llevan a cabo en la organización, en la que todos echan una mano para mejorar, aunque sea un mínimo, el día a día de las personas que acuden hasta ellos, sobre todo en estas fechas en las que la alegría en las casas no llega a las personas de la calle.

La Navidad siempre ha sido sinónimo de solidaridad, algo que aplican a la perfección desde Cruz Roja trabajando por aquellas personas que no tienen un hogar. Estas fechas para muchos de ellos no son sinónimo de cenas en familia, jerséis horteras pero calentitos ni charlas eternas frente a la chimenea, si no de noches largas protagonizadas por el frío.