La cuarta parte de las fuentes tienen un estado de conservación deficiente
Huelva cuenta con 317 puntos registrados, la mayoría enAracena y Almonaster El nacimiento del Múrtigas, el más caudaloso Sólo cinco ostentan una valoración "muy alta"
Casi una cuarta parte de las fuentes y manantiales de la provincia onubense presentan un deficiente estado de conservación, entre las que se encuentran la capitalina Fuente Vieja, la fuente del Arroyo, en Galaroza; la del Chorro, en Castaño del Robledo; el pilar de Manolito Márquez, en Aracena; el Pocito del Rocío, en Almonte; o la fuente de la plaza de Antonio Domínguez, en Valdelarco. Así hasta 76 de un total de 317 inventariadas hasta el momento.
El dato se extrae de Conoce tus Fuentes, el primer catálogo de manantiales y fuentes de Andalucía participativo y on-line en el que la colaboración del público es clave. Impulsado por la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente -a través de la Red de Información Ambiental de Andalucía (Rediam)- y la Universidad de Granada, este registro (disponible en http://www.conocetusfuentes.com) cuenta ya con 7.613 manantiales registrados en la comunidad. Jaén, Málaga y Granada, con 2.254, 1.456 y 1.413 localizaciones, respectivamente, ocupan las tres primera plazas, mientras que Huelva, junto a Sevilla, cierran el listado con 317 y 280, respectivamente.
Aracena y Almonaster, con 23 y 19 fuentes, son las localidades que cuentan con mayor número de registros, seguidas por Almonte y Arroyomolinos de León, que aportan a la base de datos 13 y 12 puntos. Entre otros lugares significativos destacan la Fuente de la Albuhera o Del Arco, o surgencias al arroyo de Fuente del Rey, en Aracena. En Almonaster destacan el manantial El Patrás o las fuentes El Venero, La Escalada o del Fresno.
Pero, del número global de estas joyas naturales que existen en la provincia, sólo cinco ostentan la máxima categoría en lo que a la integración de valores sectoriales (económico, paisajístico-pintoresco, histórico, cultural, científico, medioambiental, etc.) se refiere. Son la fuente de los Doce Caños de Fuenteheridos, la Gruta de las Maravillas de Aracena, el manantial de la Peña de Arias Montano de Alájar, el nacimiento del río Tinto en Nerva y el Arroyo de la Rocina, en Almonte.
En el inventario también queda patente que sólo hay una fuente en Huelva con más de 100 litros por segundo de caudal: el nacimiento del río Múrtigas, en La Nava. Según explica José María Fernández Palacios, jefe del Servicio de Información y Participación de la Agencia Andaluza del Agua y uno de los artífices del proyecto, en realidad este manantial es un nacimiento a cauce. "Uno tiene la idea del manantial normal, con su fuente acondicionada que sale de un punto. Pero muchas veces, y este es uno de los casos, el mismo lecho del río es un manantial y por diversos sitios aflora el acuífero. A veces, en verano, parte de un tramo de un río puede estar seco pero, al recorrerlo aguas abajo, lo que estaba seco lleva, dos kilómetros después, 100 litros por segundo tras atravesar una distancia equis", ejemplifica el experto.
En total 16 fuentes tienen un caudal de entre 10 y 100 litros por segundo en la provincia, de modo que se puede concluir que, junto a la anterior, son 17 las fuentes más caudalosas de Huelva, entre las que figuran el manantial de La Herrería (Linares de la Sierra), fuente La Zorra (Fuenteheridos), El Borbollón, (Cañaveral de León, Huelva) o las surgencias al Arroyo de Fuente del Rey (Aracena).
Además de los indicadores de caudal, de estado de conservación y de valoración global, la base de datos, que es interactiva, permite realizar múltiples búsquedas según la cuenca hidrográfica, la naturaleza de las rocas (carbonatadas, graníticas, metamórficas, otras), el tipo de surgencia (manantial, humedal, nacimiento a cauce, punto abastecido desde otra fuente o manantial y rezume), las instalaciones asociadas (fuente urbana, abrevadero, fuente rural, lavadero o área recreativa), el uso del agua, los accesos, el uso público actual y las amenazas, impactos y las presiones.
Múltiples opciones que responden al trabajo de cerca de 50 especialistas de muy diferente procedencia que han perfilado los textos de esta enciclopedia para posibilitar una aproximación multidisciplinar y atractiva. Y, sobre todo, gracias a la labor altruista de un millar de personas que, según Fernández Palacios, han participado también rellenando las fichas que más tarde han sido corregidas y supervisadas por los expertos.
Aunque esta participación ciudadana incluye un incontestable elemento subjetivo que puede restar valor científico-técnico a la iniciativa, el experto apunta que "nunca le restará el valor que tiene de sensibilización, de compromiso del ciudadano y de participación".
Precisamente el objetivo de esta iniciativa pasa por "proteger, planificar y ordenar" las fuentes y manantiales, además de sensibilizar. Porque, en sus palabras, "en cuanto la ciudadanía esté preocupada e interesada por este patrimonio y por las aguas subterráneas que lo abastecen el asunto se convertirá en una demanda social y se exigirá un buen uso y adecuado estado de conservación de ese patrimonio".
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