Las danzas más curiosas de los pueblos de Huelva y sus tradiciones ancestrales inundan el centro de la ciudad en un novedoso pasacalles folclórico

Unos 270 participantes repartidos en 14 grupos de danzas, gabachas, galanas, damas y jamugueras recorrieron el corazón de la ciudad hasta la Plaza de las Monjas desplegando toda su esencia, bajo la atenta mirada de cientos de curiosos que contemplaban perplejos los divertidos bailes

Danzas, gabachas o jamugueras: El patrimonio etnológico de la provincia se dará cita el próximo sábado en la Gran Vía de Huelva

Pasacalles de danzas populares de la provincia de Huelva en el centro de la capital. / Alberto Domínguez

Huelva son sus tradiciones. Cada uno de los rincones de la provincia alberga una historia y un folclore propios. Señas de identidad y rituales únicos que sus vecinos atesoran desde tiempos inmemoriales y que siguen perpetuando de generación en generación. Un rico y variado legado cultural que, por primera vez, viaja hasta la capital en forma de danza.

El I Encuentro de Danza y Folclore tradicional de la Diputación de Huelva llenó este sábado de música y color la Gran Vía de Huelva. A través de un divertido pasacalles con representantes de catorce municipios de la Sierra y el Andévalo, los onubenses fueron testigos de la singularidad que tienen los bailes típicos de aquellos pueblos que se encuentran más alejados de la ciudad. Una iniciativa de la Diputación de Huelva enmarcada en la celebración del Día de la Provincia, para dar a conocer el patrimonio etnológico de los municipios a través de un viaje en el tiempo hacia las formas de expresión más enraizadas de los pueblos, con movimientos, vestimentas y rituales que evocan un sentir autóctono.

Así, desde la Casa Colón, a las 11:00 de la mañana, partía el desfile encabezado por vecinos de Puebla de Guzmán al son de la Danza de las Espadas. Tras ellos, la Lanza, en honor a la Virgen de la Tórtola, de Hinojales; la Danza de las Espadas, de San Bartolomé de la Torre; la Jotilla de Aroche; la Danza de las Flores, de Sanlúcar de Guadiana; Los Lanzaores de San Sebastián, de Cabezas Rubias; la Danza de los Palos, de Villablanca; el Fandango de Calañas; la Danza de los Garrotes, del Cerro de Andévalo; los Fandangos de Zalamea y las Sevillanas pardas, de Zalamea; la Danza de los Cascabeleros de Alosno; la Danza del Pandero, de Encinasola; y las Cruces de mayo de Almonaster la Real.

Desfile de danzas tradicionales en el centro de Huelva.
Desfile de danzas tradicionales en el centro de Huelva. / Alberto Domínguez

"Queríamos que todas esas tradiciones, esa cultura arraigada en cada uno de nuestros municipios, pudieran unirse y verse en un solo espacio. Y por eso creímos que hacerlo en la capital podría ser lo más conveniente, porque es donde más público podemos congregar", explicaba el presidente de la Diputación de Huelva, David Toscano. "Queríamos que esta Gran Vía se llenara de provincia, pero sobre todo, que se empezara un nuevo camino hacia una mayor unión entre los pueblos, para que nuestra provincia se sienta orgullosa de todo lo que tiene en cada uno de sus rincones", indicó, convencido de que "incluso entre los municipios hay muchísimas diferencias, teniendo cada uno tradiciones perfectamente preservadas que hemos querido mostrar en una muestra conjunta como esta".

Unos 270 participantes repartidos en 14 grupos de danzas, gabachas, galanas, damas y jamugueras recorrieron el corazón de la ciudad hasta la Plaza de las Monjas desplegando toda su esencia, bajo la atenta mirada de cientos de curiosos que contemplaban perplejos los divertidos bailes. Y no solo para los visitantes. Incluso, para algunos integrantes de la propia comitiva, la iniciativa supuso "todo un descubrimiento". Concha Gutiérrez, ataviada de gabacha desde Puebla de Guzmán confesaba a Huelva Información que "desconocía muchísimos trajes típicos", poniendo el acento, sobre todo, en el caso de Hinojales. "Lucen trajes diferentes. Ha sido una sorpresa descubrirlos", revelaba, celebrando que este pasacalles fuera "una bonita manera de poner en boga todas las tradiciones de nuestra tierra, siendo muchas aún desconocidas".

Miguel Ángel Delgado, vecino de Hinojales, explicaba que su danza a Nuestra Señora de la Tórtola, que él mismo aprendió de joven "junto a sus amigos" podía ser algo desconocida en la capital debido a que "somos un pueblecito muy pequeño que está retirado, pero contamos con mucho reconocimiento en la Sierra".

Junto a los participantes de cada pueblo, también acudió un nutrido grupo de alcaldes y alcaldesas de la provincia, que aprovecharon la ocasión para estrechar lazos con sus vecinos y acercar a la población toda la magia que entrañan sus destinos.

La Danza de las Espadas.
La Danza de las Espadas. / Alberto Domínguez
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