El turismo depende de la inversión en infraestructuras para acercar el destino

Tenemos un cuerpo diez, lo vestimos con un gusto exquisito, pero... no termina de ser atractivo o, lo peor, de darse a conocer en la pasarela. Ese cuerpo es la potencialidad turística de una provincia como Huelva, que cuenta con "las mejores condiciones climatológicas y naturales y, además, posee con una planta hotelera (una vestimenta) "tremendamente competitiva". ¿Qué pasa entonces para que el sector turístico no vaya acorde con esta realidad y se desvincule de la evolución favorable de otros destinos? La clave está en la falta de accesibilidad, la ausencia de conexiones que acerquen el destino al cliente y el "desinterés absoluto" por invertir en infraestructuras. Es el análisis de alguien que conoce muy de cerca y desde diferentes ámbitos el sector. El presidente de la Asociación Provincial de Hoteles de Huelva, José Manuel Díaz, puso sobre la mesa del Foro Gerardo Rojas, organizado por Huelva Información y la AIQB, que hoy, al hablar de turismo no hay distancias sino tiempos y que el destino al que se tarde menos en llegar es el que tiene más posibilidades de triunfar, independientemente de esas cualidades privilegiadas y casi únicas de las que se puede presumir.

Con claridad y concisión Díaz realizó un repaso al desarrollo turístico de la provincia y recordó cómo fue en los años 60 cuando empiezan a aflorar los grandes enclaves turísticos: Matalascañas, Mazagón e Isla Canela. Diez años más tarde, ya eran un referente turístico "a pesar de la falta de infraestructuras". Pero esa carencia no podía mantenerse en el tiempo y es precisamente la que ha "abocado al desastre" al sector.

La autovía del V Centenario y el puente sobre el Guadiana abrieron a partir de los 90 las puertas del destino Huelva y cimentaron la base para el desarrollo de El Portil, El Rompido, Islantilla, Isla Canela y Ayamonte, para completar una oferta que ya cubre toda la costa de la mano de proyectos fuertes. En paralelo, el desarrollo de la Sierra, con otro perfil más familiar. Poco antes de inaugurar estas dos grandes conexiones, la provincia contaba con 10.000 plazas hoteleras y recibía una media de 200.000 turistas al año. La unión con el país vecino y la mejora de la conexión con la capital andaluza han sido básicas para que hoy se tengan más de 28.000 camas y se alcance la cifra del millón de turistas.

Pero desde el 92 no se ha hecho nada. Y de eso hace ya 22 años. Demasiado tiempo para vivir de las rentas. Sin conexiones, no hay rentabilidad y eso ha llevado a que en la provincia la media de apertura de los hoteles sea de 130-150 días, por lo que "la rentabilidad está muy por debajo de los mínimos", subrayó Díaz. Y para entenderlo, sólo un ejemplo: en el año 92, alquilar una habitación costaba al año 6.000 euros (de los de antes) y hoy, esa misma habitación cuesta 3.000 euros.

El presidente de los hoteleros ofreció un discurso en el Parador Nacional de Mazagón, ante un público en el que estaban representados todos los agentes y administraciones que tienen algo que decir sobre el futuro turístico. Por ello, no dudó al recalcar que la situación que vive Huelva es "muy complicada". Se basa única y exclusivamente a los datos oficiales que ponen de manifiesto que en Huelva, lejos de secundar la línea de recuperación y crecimiento que ha experimentado Andalucía y España, donde este año se prevé nuevo récord histórico, el sector atraviesa en la provincia onubense un preocupante paso atrás que lo ha devuelto a los niveles de principios del siglo XXI: en los diez primeros meses del año se acumula una pérdida de 39.015 viajeros y 15.526 pernoctaciones respecto a 2013.

Esa realidad ha ayudado a que "el interés de cadenas explotadoras vaya cayendo" y eso se vuelve cada día en contra de un sector cuyo panorama sería "absolutamente diferente" con inversiones en el AVE, el desdoble de la N-435 y el aeropuerto", sentenció Díaz.