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El desconcertante caso del médico perseguido por un OVNI en Huelva

Un médico sevillano denuncia que fue perseguido por un objeto volador de forma triangular en su trayecto desde La Antilla hasta Sevilla

“El objeto se desplazaba a mi lado, realizando movimientos imposibles, de derecha a izquierda y girando sobre su propio eje”, declaraba

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Imagen de un OVNI persiguiendo a un vehículo por una carretera.
José Manuel García Bautista

22 de diciembre 2024 - 07:26

En la madrugada del 11 de agosto de 1980, José Luis Torrella López, un médico sevillano, vivió una experiencia extraordinaria y aterradora mientras regresaba de sus habituales fines de semana en La Antilla, en Huelva. Durante su trayecto hacia Sevilla, fue perseguido por un Objeto Volador No Identificado (OVNI), un hecho que dejó para siempre un mal recuerdo en su vida y, hoy día, sigue siendo un misterio sin resolver. Su relato, fue recogido por el periodista Javier de Pablos en el diario ABC, ofrece detalles minuciosos de un fenómeno que desafía toda explicación racional.

Un viaje nocturno que se tornó extraño

Eran las 2:45 de la madrugada cuando Torrella inició su viaje de regreso. El trayecto entre La Antilla y Sevilla era habitual para él, quien cada fin de semana recorría esos kilómetros sin mayores incidentes. Sin embargo, aquella noche sería diferente.

Pasado el municipio de Niebla y en dirección a Villarrasa, algo captó su atención en el cielo. “Vi una luz muy pequeña, distinta a las estrellas, que se movía zigzagueando”, relató. Según sus cálculos, el objeto estaba a unos 300 metros de altura y desapareció tan repentinamente como había aparecido. Aunque inicialmente pensó que podría tratarse de una estrella fugaz, rápidamente desechó esa idea: “Estaba demasiado baja para ser una estrella y sus movimientos eran imposibles para cualquier objeto natural conocido”.

El médico continuó su camino, pero la calma duró poco. Al pasar La Palma del Condado y antes de llegar a Manzanilla, la misteriosa luz volvió a aparecer, esta vez con mayor intensidad. “Era mucho más grande, como si se acercara”, describió. A pesar de que la incertidumbre comenzaba a invadirlo, José Luis intentó mantenerse sereno y continuó conduciendo.

No fue hasta que se incorporó a la autovía, alrededor de las 4:30 de la madrugada –iba perdiendo mucho tiempo por la atención y paradas para ver el fenómeno del que estaba siendo testigo-, cuando el encuentro se tornó más inquietante. “La vi con mucha mayor claridad a la derecha del coche”, explicó. En ese momento pudo observar con detalle que el objeto tenía una forma triangular, con tres aristas bien definidas y una luz central de un amarillo intenso que parecía pulsar.

Una persecución a toda velocidad

El OVNI no solo estaba cerca, sino que parecía seguir al vehículo de Torrella. “El objeto se desplazaba a mi lado, realizando movimientos imposibles, de derecha a izquierda y girando sobre su propio eje”, contó. Al llegar al cruce de Umbrete –ya en Sevilla-, el médico comenzó a sentir un temor creciente. La idea de que algo inexplicable estuviera siguiéndolo lo llevó a acelerar desesperadamente, intentando dejar atrás a aquel objeto.

Sin embargo, la luz persistía, manteniéndose a una distancia que parecía controlada. Fue en las cercanías del cementerio de Castilleja cuando el OVNI tomó mayor altura, pero continuó realizando movimientos erráticos. José Luis describió su estado como “un nerviosismo difícil de controlar”, sintiéndose observado y vulnerado por algo que escapaba a su comprensión.

El impactante final en Sevilla

Finalmente, al llegar a Sevilla y adentrarse por el camino de Tablada, el médico pensó que la pesadilla había terminado, ya que perdió de vista el objeto. Pero, al llegar a su residencia en la calle Genaro Parladé, la experiencia alcanzó su punto más aterrador. Aparcando frente a su domicilio, José Luis miró hacia el cielo y lo vio de nuevo: el OVNI estaba suspendido sobre su coche, emitiendo una luz tenue pero claramente perceptible.

“Estaba prácticamente encima del automóvil, cerca de un descampado que antes era un almacén de maderas”, detalló. Aterrorizado, subió corriendo las escaleras de su edificio. Al llegar a casa, su padre, alarmado por el estado pálido y desencajado de su hijo, pensó que algo grave había ocurrido. Tras escuchar el relato, ambos, acompañados por un vecino, decidieron bajar a la calle.

Una visión compartida

En la calle, los tres pudieron observar que el objeto seguía allí, pero mucho más alto que cuando José Luis lo había dejado. Por un momento, la escena se volvió surrealista: un avión comercial pasó cerca, permitiendo al médico calcular que el OVNI debía estar a unos 4.000 metros de altura. La comparación entre ambos artefactos reforzó su convicción de que aquello no era un objeto común.

Torrella había tenido la precaución de llevar consigo una cámara fotográfica. A pesar del miedo, logró tomar varias fotografías del objeto, aunque no estaba seguro de si estas saldrían claras debido a la escasa luz. Durante una hora, el OVNI permaneció fijo en el cielo, como si vigilara, hasta que con los primeros rayos del amanecer comenzó a elevarse lentamente, desapareciendo en la inmensidad.

Esa noche marcó un antes y un después para José Luis Torrella. Hasta entonces, su perspectiva sobre los OVNIs había sido la de un escéptico racional, consciente de que su existencia era posible pero siempre como un fenómeno ajeno. “Ahora sé que existen estas cosas, que están ahí y que debemos estudiarlas y analizarlas”, afirmó.

El médico lamentó no haber llamado a la policía en el momento, pensando que no le darían importancia a su testimonio. Sin embargo, su experiencia quedó registrada en las páginas del periódico y en su memoria como una de las vivencias más desconcertantes de su vida, las fotografías no tenían suficiente nitidez ni calidad para ser sometidas a un estudio, aunque si era una prueba de la veracidad de sus palabras.

Una búsqueda sin respuesta

A la noche siguiente, José Luis pasó gran parte de la madrugada observando el cielo desde su ventana, esperando algún indicio del objeto que lo había acompañado horas antes. Sin embargo, el OVNI no volvió a aparecer.

El caso de José Luis Torrella sigue siendo uno de los avistamientos más detallados y documentados de España. Aunque las fotografías tomadas nunca se han hecho públicas, el relato del médico, lleno de precisión y emoción, resuena como un testimonio genuino de un fenómeno que, a día de hoy, sigue sin explicación.

El misterio persiste, dejando preguntas en el aire: ¿Qué era esa forma luminosa que siguió a José Luis en su trayecto? ¿Por qué lo acompañó durante tanto tiempo y desapareció al amanecer? Más de cuatro décadas después, el caso sigue siendo un claro ejemplo de que el universo guarda secretos que aún no hemos descifrado.

*Si has vivido alguna experiencia extraña no dudes en escribirnos y contárnosla a correodecontacto.garciabautista@gmail.com

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