Diego García, su experiencia en La Voz y lo que se lleva de los coach: "Estoy en una nube"

Huelva/Los nervios del primer día sobre el gran escenario de La Voz desaparecieron en poco tiempo. Más imponía cantar delante de cuatro artistas reconocidos a nivel mundial, algunos de sus ídolos, que frente a todo el país. Por eso, cuando los conoció, comenzó a disfrutar de cada actuación y de la oportunidad que se le brindaba con mucha más intensidad.

No ha parado de hablar de música con el resto de concursantes y de amigos, con los que ha logrado competir desde la deportividad. Malú, Orozco, Pablo López, Laura Pausini o Rozalén, entre otros famosos tienen un factor común que puede ser una de las claves del éxito: "La humildad, porque si no conocieras su música, no te creerías que son artistas con millones de seguidores".

Diego García, joven y vecino de Calañas, ha vuelto a su casa hace dos días pero "sin la sensación de rabia" por haber sido expulsado. Más bien siente pena y satisfacción: Ha hecho amigos y amigas, ha aprendido, y se lleva una de las mejores experiencias de su vida. "El primer día llegué casi sin saber cantar en un escenario. Estaba súper nervioso y hasta tenía que cerrar los ojos. Pero a partir de la segunda semana, he conseguido disfrutar sobre el escenario y lo he considerado como mi casa. El cambio ha sido artístico más que vocal", cuenta a Huelva Información.

Uno de los motivos por los que aquel plató se ha convertido en su zona de confort ha sido por "conocer a los coach, porque cantas sabiendo cómo es cada uno y su forma de trabajar". Entre las anécdotas que le han marcado, narra a esta Redacción uno de sus últimos momentos en el programa. "Elegí una canción de Pablo López y puse mis propios arreglos. Hice un arreglo de cuerda y tenía al compositor delante. No sabía si estaría a la altura. Cuando acabé, vino a buscarme y me felicitó. Es increíble cuando un artista así te da la enhorabuena", dice el cantante y músico.

El día a día ante miles de ojos

Además, "antes de cantar haces muchas cosas": El concurso se compone de distintas entrevistas y gran parte del programa va dentro de cámara. Después, el tiempo que pasas fuera hace que te sientas como con "tu familia". "En el hotel tienes muchos momentos para conocer a tus compañeros. La Sala Vip también enriquece mucho las relaciones con el resto de concursantes, lo que hace que ahora sienta pena por lo que dejo atrás".

En el programa, "todos los días hay algo que hacer". Desde las entrevistas hasta las grabaciones, vestuario y preparar la actuación de cada viernes, a veces en directo y otras grabado previamente. Se queda con los profesionales que hay detrás del programa, con producción, y con sus compañeros, que han logrado que lo único importante no sea pasar a la siguiente fase y que reine siempre el cariño.

Satisfacción por haber aprendido y por aprovechar cada momento, sacar partido a los nuevos amigos y "hablar de música" es otra de las sensaciones que se lleva hasta su hogar, Calañas.

Todo parece un sueño y algo que se va a quedar con él de por vida, pero es inevitable que aparezca la incertidumbre. "Sigo en una nube, pero tengo que encontrar mi sitio. Llevo muchos meses en esto -más de medio año-, y ahora que no lo tengo me toca volver a pensar proyectos, seguir con mi disco, que he tenido que dejar aparcado estos meses y que tengo ganas de continuar desarrollando".

"Nunca habría pensado que llegaría hasta la semifinal". Sobre sus prioridades, quiere explorar lo recién aprendido, continuar con su disco y "seguir llamando a puertas, a ver quién puede abrirlas".