Las dificultades financieras provocarán un recorte en la superficie de plantación de esta campaña
Las primeras estimaciones apuntan a una reducción de un 15%, unas mil hectáreas
No será hasta noviembre cuando se pueda delimitar con exactitud la superficie que este año se dedicará a la plantación de fresas y frambuesas, pero los empresarios tienen claro que se reducirá por culpa de las dificultades que están teniendo para conseguir los créditos financieros que necesitan para alcanzar la viabilidad de sus producciones.
Las operaciones con bancos y demás entidades de crédito aún están abiertas y por eso desde la patronal no se comprometen a ofrecer cifras, aunque fuentes empresariales apuntan a que la superficie de siembra de este año puede quedarse en unas 5.400 y 5.700 hectáreas en el mejor de los casos, lo que supondrá un recorte de un 15% (unas mil hectáreas) respecto a extensión dedicada el año pasado. "Hay problemas financieros, que además se agravan con los resultados que se tuvieron en la campaña anterior, especialmente en la frambuesa", explica el presidente de Asaja, José Luis García-Palacios, quien a pesar de todo confía en que se puedan lograr resultados similares a los de la pasada campaña.
La disminución del terreno dedicado a la plantación acarrea una reducción en el personal necesario para la campaña, que se ajustará en el período de recolección, según se apunta desde la patronal. De esta forma, se conservaría la mano de obra que ya se ha solicitado (que además se aprovecha para la segunda fase), mientras que se reduciría la que aún está por llegar, que supone el grueso del personal, entre 80.000 y 90.000 trabajadores.
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