Los Distritos de Huelva diseñan un circuito para la gestión de incidencias pionero a nivel nacional

El objetivo es ofrecer una respuesta interniveles coordinada que solucione de manera rápida y eficaz las necesidades de los usuarios

Los centros de salud de los Distritos de Huelva contarán con cuatro nuevos retinógrafos para mejorar la atención a los pacientes diabéticos

Consultas Externas del Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva.
Consultas Externas del Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva. / Alberto Domínguez

Huelva/Los Distritos Sanitarios de Atención Primaria Huelva-Costa y Condado-Campiña, dependientes del Servicio Andaluz de Salud (SAS) han implementado un nuevo circuito de comunicación interniveles que permite detectar, notificar y subsanar de manera coordinada las incidencias durante la derivación formal de pacientes entre los centros de salud y los hospitales.

Se trata de una iniciativa pionera en el país que ha sido elaborada en colaboración con los centros hospitalarios de referencia, Juan Ramón Jiménez, Infanta Elena y Virgen de la Bella de Lepe. Los resultados de evaluación han sido recogidos en un artículo publicado por sus autores, Antonio Ortega Carpio, gerente de los distritos, y los integrantes de su equipo directivo, en la revista de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN).

El estudio presentado apunta a que la incidencia de estas situaciones afecta al 3,4% de las derivaciones interniveles, aunque solo el 83,7% se confirman, procesándose a continuación hasta resolverse. Para su realización se han analizado 59.859 derivaciones hospitalarias realizadas desde los centros de salud de los Distritos Sanitarios de Huelva a sus tres hospitales de referencia durante el primer semestre del año 2023, detectando un total de 2.011 incidencias interniveles. La mayor parte, el 49,7% de las incidencias eran de carácter administrativo, el 25,1% eran farmacéuticas mientras que las clínicas suponían el 25,3%.

El circuito administrativo permite resolver citas de derivación, revisión o complementarias. También permite dar cita de seguimiento en los hospitales a pacientes procedentes de otra provincia. La parte que vertebra el sistema de farmacia permite dar respuesta a prescripciones o visados de medicación de uso hospitalario no realizados; y el clínico permite reclamar recetas, analíticas, teleconsultas o informes no llevados a cabo a nivel hospitalario, así como procedimientos que por su urgencia o gravedad precisan de una respuesta rápida del sistema sanitario.

Entrada del Hospital Infanta Elena.
Entrada del Hospital Infanta Elena. / Alberto Domínguez

El mayor número de incidencias resueltas, el 41,3% en total, se acumularon en los servicios hospitalarios de Medicina Interna, Pediatría, Alergología, Digestivo y Nefrología, mientras que la mayor parte de las incidencias resueltas en los centros de salud, el 45,9%, fueron en los del Molino, Torrejón, Palos de la Frontera, Moguer y Lepe.

Por su parte, las incidencias detectadas y resueltas más habituales resultaron indicaciones de revisión por otro especialista hospitalario trasladadas innecesariamente al médico de familia representando el 27,9%, seguidas de tratamientos farmacológicos no prescritos desde el hospital tras el alta o revisión con el 27,3% y solicitudes de derivación presencial trasladadas al médico de familia de pacientes que estaban siendo valorados telemáticamente en el 19,8% de los casos y que debían ser directamente citados desde el hospital.

Este proyecto pone de manifiesto la importancia de diseñar e implementar herramientas locales como esta que permitan desburocratizar el primer nivel asistencial, así como evitar incomodidades y riesgo para los pacientes que se ven envueltos en este tipo de incidencias subsanables.

Este procedimiento ya se puso en marcha durante la pandemia con el objetivo de evitar los desplazamientos de los pacientes a los hospitales para reclamar la resolución de su incidencia, y desde entonces se ha ido perfeccionando hasta la herramienta actual. También permite dar respuesta a prescripciones o visados de medicación de uso hospitalario no realizados; y el clínico permite reclamar recetas, analíticas, teleconsultas o informes no llevados a cabo a nivel hospitalario, así como procedimientos que por su urgencia o gravedad precisan de una respuesta rápida del sistema sanitario.

Las incidencias identificadas derivan de trámitse administrativos, farmacéuticos o clínicos incompletos que necesitan una respuesta coordinada entre ambos niveles asistenciales. Esto permite una resolución rápida y adecuada de las necesidades de los pacientes y evita que se sobrecargue burocráticamente a los médicos de familia. Si no existe esta comunicación pueden provocarse retrasos en los diagnósticos, incremento de pruebas complementarias, polifarmacia, pérdida de la continuidad de cuidados, e incremento de la litigiosidad, deteriorando la calidad asistencial y la satisfacción del paciente y del profesional.

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