La diversión no entiende de edades

La diversión no entiende de edades. Sólo es cuestión de un buen plan y una grata compañía para convertir un momento en una grata experiencia, al margen de que sus DNIs contemplen fechas de nacimiento correspondientes a la primera mitad del siglo pasado.

Es el caso de los más de 300 mayores de los doce pueblos de la Mancomunidad Ribera del Huelva, que han participado recientemente en un encuentro en el Teatro Sierra de Aracena con motivo del I circuito provincial de teatro de mayores. Los numerosos participantes acudieron al teatro aracenense para ver la obra Toda una vida, realizada por cuatro mujeres mayores del Centro de Día de Almonte. Tras la obra teatral, tuvo lugar un acto de convivencia entre todos los asistentes con un merecido café para reponer fuerzas de cara a la vuelta a sus respectivos destinos.

A lo largo de las actuaciones previstas por los teatros de toda la provincia participarán más de cien mayores de los seis talleres de teatro en activo en la actualidad. En estos talleres profesionales de la escena les enseñan expresión teatral, peluquería y maquillaje, vestuario, luces y decorado. Para ello, cuentan con el apoyo de actores como Mariano Peña, Concha Cuetos, Rosario Pardo o María Galiana. El servicio de atención a la familia y la infancia de la mancomunidad serrana ha sido el encargado de organizar la asistencia de tantos mayores de doce pueblos de la Sierra de Huelva. Antes de ver la obra teatral hicieron acto de presencia las autoridades políticas, entre las que se encontraban la delegada de Igualdad y Bienestar Social en Huelva, Carmen Lloret, el alcalde de Aracena, Manuel Guerra, el presidente de la Mancomunidad Ribera del Huelva y también alcalde de Puerto Moral, Ezequiel Ruiz, junto a otros alcaldes de las distintas localidades como la alcaldesa de Cortelazor la Real, Ana González.

La Junta de Andalucía pretende revalidar su compromiso social con las personas mayores, respondiendo también a las inquietudes manifestadas por este sector poblacional en el llamado Libro Blanco del Envejecimiento Activo, donde se establecen las políticas a seguir en este ámbito en la comunidad autónoma andaluza.