Huelva se sitúa en los primeros puestos del país en la tasa de donantes de órganos

Coordinadora de Trasplantes del Juan Ramón Jiménez

La provincia onubense es la que más ha subido de toda Andalucía y su ratio es de 72,5 por millón de habitantes que es 20 puntos por encima del dato de la comunidad y 24 de la media nacional

Dos especialistas, durante el proceso de donación en vivo de un riñón. / H. Información
Enrique Morán

27 de enero 2019 - 05:00

Huelva/Huelva ha vuelto a batir en 2018, su récord de donaciones de órganos con 37 donantes que han permitido la realización de 77 trasplantes. Se trata de un excelente balance para una provincia que se sitúa a la cabeza de Andalucía y que en tan solo dos años ha triplicado el número de donantes, pasando de 11 en 2016, a 23 en 2017 y a 37 en 2018, siendo el Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez una pieza clave en ello. Tal ha sido la evolución en la provincia que ha sido la protagonista de que la tasa de donaciones haya experimentado un importante empujón hacia arriba, a nivel andaluz.

Huelva se convierte en un referente a nivel nacional ocupando los primeros puestos entre las provincias españolas, con una tasa de 72,5 donantes por millón de población, y elevando a su vez la tasa media andaluza hasta 52,5. Con estos datos, Andalucía vuelve a destacar a nivel nacional en donaciones y alcanza ya en 2018 el objetivo marcado por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y que no es otro que lograr una tasa de 50 donantes por millón de población para 2022.

Las coordinadoras de Trasplantes Francisca Cabeza y Carmen García. / H. Información

Las donaciones se traducen en vidas salvadas gracias a las familias onubenses que en esos momentos tan difíciles han dicho sí, conscientes de que van a ayudar a otras personas; así como al esfuerzo de los profesionales, que con su trabajo diario contribuyen a hacer una realidad los trasplantes, en una cadena contrarreloj en la cual todos tienen un papel crucial. Los coordinadores de Trasplantes de los centros hospitalarios públicos onubenses han querido mostrar su reconocimiento y agradecimiento a todos ellos, así como a otros colectivos y agentes sociales implicados, y a los medios de comunicación por su difusión.

De las donaciones registradas en Huelva, 27 han tenido lugar en el Juan Ramón Jiménez, 7 en el Infanta Elena y 3 en Riotinto. Todos los centros hospitalarios han mejorado sus cifras respecto al pasado año, siendo muy destacado el avance en Juan Ramón Jiménez que pasa de 12 donantes en el año anterior a los 27 mencionados. El porcentaje de consentimiento entre las familias en el Juan Ramón Jiménez sube nada menos hasta el 90%.

La coordinadora de Trasplantes del Juan Ramón, Francisca Cabeza, quiso agradecer el “trabajo de todos los profesionales implicados para no perder ninguna oportunidad de mejorar la vida a otras personas”. Además, “las donaciones en asistolia o a corazón parado han seguido subiendo a pesar de la complejidad que conllevan, con un total de 11 donantes de esta modalidad en Huelva (9 en Juan Ramón Jiménez y 2 en Riotinto), suponiendo la tercera parte del total.

Con todo ello, ha sido posible realizar 77 trasplantes de órganos, 33 más que el año pasado. Concretamente, han sido 53 de riñón, 18 de hígado, 4 de corazón y 2 de pulmón, dando una segunda oportunidad a todas estas personas.

Respecto a las donaciones en asistolia, Francisca Cabeza explicó que se realizan en el Juan Ramón desde 2014 y “en 2015 comenzó a dar sus frutos”. Esta opción de donación está incluida dentro de los cuidados del final de la vida. En algunos casos es posible que la persona dé su consentimiento y en otras son los familiares. La evolución de este tipo de donaciones contrasta en buena medida, con las que tradicionalmente se venían realizando en muerte encefálica que se han estancado.

Las donaciones a corazón parado permiten ya que personas sean donantes incluso más allá de los 65 años. Las procedentes delos accidentes de tráfico han bajado espectacularmente a causa del descenso de estos siniestros. Habitualmente solo representan el 3,8% del total.

A los trasplantes de órganos hay que sumar las donaciones onubenses de distintos tejidos para implantes posteriores, que también han crecido considerablemente, como son 61 córneas, frente a las 25 del año anterior, y centenares de injertos, tanto de tejido óseo como vascular y valvular, que permiten beneficiar a un mayor número de pacientes durante una cirugía, mejorando así su calidad de vida.

En este balance es necesario destacar los 38 enfermos renales onubenses que han podido recibir un trasplante durante el pasado año, ocho más que el anterior. De ellos, 32 personas se encontraban en tratamiento de diálisis, una ha recibido un riñón procedente de donante vivo y, otras cinco, se han beneficiado de lo que se conoce como trasplante anticipado, en el que el paciente recibe un nuevo órgano cuando se encuentra en situación de prediálisis, evitando así las complicaciones y el deterioro producidos por esta terapia.

En cuanto a las córneas trasplantadas en Huelva, los oftalmólogos del Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez han implantado un total de 19 (frente a las 8 del pasado año) a pacientes que han visto mejorada significativamente su capacidad visual. Este servicio ha incorporado una nueva modalidad que mejora los resultados, el trasplante lamelar o laminar, del que se han beneficiado los primeros seis pacientes.

El oftalmólogo Juan Iglesias. / H. Infrormación

El oftalmólogo Juan Iglesias explicó que la córnea “es un tejido que cuenta con diferentes capas y debe ser transparente”. Cuando esto no sucede la persona puede terminar en ceguera y de ahí la importancia del trasplante. Con anterioridad se trasplantaba una córnea completa pero con el lamelar, se aplica al receptor tan solo la lámina o capa que está en malas condiciones. Esto supone que otras capas pueden ser utilizadas en otros receptores. Además, la recuperación posquirúrgica es bastante mejor.

También en el Juan Ramón Jiménez se realizan trasplantes de tejidos óseos que son utilizados por los traumatólogos en situaciones como necrosias o tumores. Para ello se cuenta con un banco centralizado a nivel andaluz que se sitúa en Málaga mientras que el de córneas se ubica en Córdoba. Los trasplantes de córneas se vienen realizando en el Juan Ramón desde 1998.

Los hermanos Carmen y Alfonso González. / H. Información

El amor es buena razón para compartir vida

Dentro de este positivo panorama que habla muy bien de la sociedad onubense, hay pequeñas asignaturas pendientes que seguro que con el tiempo se irán aprobando. Una de ellas es la de la donación entre vivos. Este puede ser posible en las circunstancias en las que se necesite un riñón o un hígado.

Uno de los casos es el que vivió hace algo más de tres años. Carmen González no podía soportar cómo su hermano mayor veía deteriorar su estado de salud. Llevaba siete años en diálisis aparte de ser infartado. Ella se lo propuso en reiteradas ocasiones pero Alfonso no quería. Cuando se vio en la UCI cedió y de este modo, comenzó el proceso que debería culminar con la donación de un riñón de Carmen a su hermano. Fue un año muy duro desde que Alfonso dio el sí hasta el momento de la operación, “pero no por mí porque yo tenía muy claro qué era lo que tenía que hacer. No podía ver cómo la salud de mi hermano mayor se deterioraba. Tenía claro que lo iba a hacer y lo haría por amor”.

El proceso incluye obviamente, pruebas médicas aunque no solo éstas porque “lo que tienen claro es que lo primero es proteger al donante”. Carmen y Alfonso habían vivido en una familia en la que palparon desde pequeños, el sentido solidario de las donaciones. Carmen además es sanitaria del Juan Ramón Jiménez. Fue un año entero desde que ambos hermanos se pusieron de acuerdo hasta el día del trasplante. Fue un tiempo mayor de lo que suele ser habitual porque había sospechas de que hubiera una disfunción renal genética lo que podría meter a Carmen en futuros problemas. Cuando toda la parte médica se clarificó quedaron otras pruebas como la psicológica para comprobar que el donante lo tiene muy claro y no es impulsado por un chantaje emocional o por motivaciones materiales.

Cuando los test se han superado, hay que dar un último paso: el juez ha de dar su visto bueno para confirmar que no habrá ningún tipo de compensación por haber hecho la donación. La compensación para Carmen es la alegría de haber dado un paso que le ha dado vida a su hermano. No se arrepiente de lo que hizo y ella también disfruta hoy en día de una extraordinaria calidad de vida. Tan solo una vez al año tiene que ir a revisión.

Para Alfonso, recibir el riñón fue volver a nacer. Explicó que sus reticencias primeras a la idea de aceptar el órgano de su hermana se basaban en que “es mi hermana pequeña y tenía miedo de que ella pudiera tener en el futuro una insuficiencia renal y se metiera en graves problemas”. De este modo Alfonso, onubense afincado en Sevilla, no olvidará el 26 de noviembre de 2015 como esa fecha en que pudo volver a vivir en condiciones. Recuerda lo duro que fueron tantos años de diálisis y su empeoramiento, que fue lo que hizo que su voluntad se doblara y aceptara la propuesta de su hermana. En ese 26 de noviembre, “pasé de no vivir a vivir” porque no solo eran las agotadoras sesiones de diálisis sino un estilo de vida marcado muy acusadamente, por su insuficiencia renal:“Mi situación me impedía poder hacer viajes y la dieta alimenticia era rigurosísima”.

A día de hoy, lleva una vida plenamente normalizada y, al igual que su hermana, tan solo tiene que acudir una vez al año a revisión:“Las revisiones se fueron distanciando en el tiempo. Empezaron una vez por semana y los plazos se fueron ampliando cada vez más hasta llegar a ser de año en año”

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