Encuentro OVNI misterioso en Huelva: Un objeto suspendido en el aire media hora
Huelva Paranormal
Un joven asegura haberse topado con unas luces que se movían "de una manera que no podrían replicar ni aviones ni drones" y que expulsaron un cilindro que, ya en el suelo, "explotó y provocó una nube negra de polvo"
La noche en que Huelva miró al cielo: "Es como si me sintiera conectada con algo más grande"
En el mundo del periodismo, a veces nos llegan relatos que nos desafían a mantener la objetividad. Este es uno de esos casos. Un encuentro que parece salido de la ciencia ficción pero que ha dejado huellas palpables en quienes lo vivieron. Huelva se convierte en el escenario de un suceso tan extraño como inquietante.
El testimonio que van a leer no es el primero que surge en esta zona, pero destaca por la intensidad de los detalles y el impacto emocional en quienes lo experimentaron. Un objeto volador no identificado, un misterioso cilindro negro y una explosión de polvo negro que dejó tanto miedo como preguntas sin respuesta. ¿Qué ocurrió realmente aquella noche? ¿Es este un encuentro con lo desconocido o hay una explicación racional que aún no hemos descubierto? Los dejo con la voz de quienes vivieron este suceso, para que saquen sus propias conclusiones.
“Buenos días. Quiero compartir con ustedes una expereiencia que me ha dejado profundamente inquieto, no solo por lo que ocurrió, sino por lo que aún no podemos explicar. Es la experiencia de mi hijo, un joven que, hasta ese momento, nunca había creído en nada fuera de lo común. Ahora, la sombra de aquel encuentro sigue marcándolo.
Era una noche tranquila en Huelva capital. Mi hijo volvía solo a casa tras pasar la tarde con unos amigos. Subía por un parque conocido de la zona, cerca del centro, cuando algo completamente fuera de lo ordinario ocurrió. A su lado solo estaba el aparcacoches, que en ese momento, parece, también quedó paralizado ante lo que estaba sucediendo.
Al principio, mi hijo notó algo extraño en el cielo. Unas luces, moviéndose de una manera que ningún avión o dron conocido podría replicar. Se encontraban a una altura de unos 500 metros, brillando de manera intermitente, con colores que iban desde un blanco cegador hasta un naranja profundo. Estas luces no hacían ruido alguno, lo que aumentaba la sensación de irrealidad.
Lo que más lo inquietó fue que aquel objeto, con forma de disco, no desaparecía rápidamente como otros avistamientos suelen relatar. Durante aproximadamente media hora, el objeto permaneció suspendido en el aire, moviéndose en patrones que parecían deliberados, como si estuviera observando algo. Mi hijo no se atrevió a moverse, sus pies parecían clavados al suelo. El aparcacoches tampoco decía una palabra, solo miraba en completo asombro.
De repente, sin previo aviso, el objeto empezó a ascender lentamente. Pero antes de desaparecer en la negrura del cielo, algo inesperado ocurrió: un cilindro negro, aparentemente sólido, fue expulsado desde el disco. El cilindro descendió lentamente, como si alguien o algo lo estuviera controlando. Cayó a unos seis metros de mi hijo, que seguía inmóvil.
El cilindro, al tocar el suelo, se mantuvo de pie durante unos segundos. Parecía vibrar ligeramente, emitiendo un zumbido bajo y constante. Entonces, sin previo aviso, el objeto se tumbó y explotó en una nube de polvo negro. La explosión no fue sonora, pero el polvo lo envolvió todo. Mi hijo quedó cegado por unos segundos y cayó al suelo por la fuerza del impacto. El aparcacoches también fue derribado, según me contó más tarde.
Cuando recuperó la vista, lo primero que notó fue que el cilindro ya no estaba. Solo quedaban marcas oscuras en el suelo, como si algo se hubiera quemado. Temblando, mi hijo se levantó y corrió a casa, sin mirar atrás. Esa noche llegó pálido, incapaz de pronunciar más que palabras entrecortadas. Lo único que pudo decir con claridad fue que no quería volver a pasar por aquel lugar jamás.
Desde entonces, tiene un miedo inexplicable a esa zona del parque. Algo en él ha cambiado, como si aquel encuentro lo hubiera marcado de una forma que no puedo describir con palabras. Más abajo, en ese mismo parque, yo mismo había visto algo similar junto con mi familia en otra ocasión. No puedo evitar preguntarme si estamos siendo observados, si lo que vimos es solo una parte de algo mucho más grande.
Este testimonio no busca convencer a nadie, pero creo que hay fuerzas y presencias que aún no comprendemos. Tal vez aquel cilindro negro, las luces en el cielo, no sean de este mundo. Lo único que sé es que mi hijo no volverá a ser el mismo, y yo tampoco. Si alguien más ha tenido experiencias similares, les pido que compartan su historia. Tal vez, juntos, podamos encontrar respuestas a este misterio”.
Después de recoger este testimonio y hablar con los implicados, queda claro que algo fuera de lo común ocurrió aquella noche en Huelva. Los miedos persistentes, las marcas físicas en el suelo, y la intensidad emocional del relato son difíciles de ignorar. Sin embargo, este no es un caso aislado. En la misma zona, otros han comunicado experiencias similares, avivando la sospecha de que algo mayor podría estar ocurriendo en los cielos de esta tranquila ciudad.
Como periodista, mi deber es seguir investigando, dar voz a los testigos y buscar respuestas, aunque a veces estas parezcan esquivas. Mientras tanto, invito a otros testigos a compartir sus experiencias. Quizás, en algún momento, todas estas piezas formen un mosaico que revele la verdad detrás de estos inquietantes sucesos. Por ahora, queda la incertidumbre… y la certeza de que el misterio sigue ahí, esperando ser descubierto.
*Si has vivido alguna experiencia extraña no dudes en escribirnos y contárnosla a correodecontacto.garciabautista@gmail.com
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