Análisis
Santiago Carbó
Algunas reflexiones sobre las graves consecuencias de la DANA
Huelva/Las alianzas surgidas en el nuevo Valle Andaluz del Hidrógeno Verde sitúan a Cepsa y a las autoridades portuarias de la Bahía de Algeciras y Huelva como actores principales que coinciden en realizar el proyecto más “ambicioso” posible para hacer frente a retos como el del abastecimiento propio y el bunkering de todos los barcos que atraviesan el estrecho de Gibraltar, llegando incluso a la exportación.
El vicepresidente de Comercio y Energías Limpias de Cepsa, Carlos Barrasa, explicaba en el I Congreso Nacional de Hidrógeno Verde que se está celebrando en Huelva que “la escala es importante” para hacer competitiva esta nueva fuente de energía limpia, lo que motivó la apuesta de la compañía por proyectos para la producción de dos gigavatios, “diez veces el tamaño de la empresa más grande que hay ahora mismo en Europa, que son 200 megavatios”.
El presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, Gerardo Landaluce, añadía que estamos en un “momento estratégico, liderando una verdadera revolución desde el punto de vista de transición energética. Hay que tener proyectos ambiciosos y el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde es un ejemplo de proyecto colaborativo y ambicioso. Tenemos una demanda y necesidades propias, facilitar la competitividad y el suministro de combustible de buques en el Mediterráneo”.
En este sentido, el presidente de la Autoridad Portuaria de Huelva, Alberto Santana, garantizaba que “la demanda de hidrógeno está asegurada. Un tercio del H2V que se produce en España ya se consume en Huelva, que es la provincia con más horas de sol en Europa y ya tenemos experiencia industrial”.
“Es una ambición razonable y necesaria”, añadía Barrasa que explicaba que “el hidrógeno tiene sentido cuando hay que descarbonizar sectores que no se pueden electrificar. La escala es importante porque queremos generar valor en España, un efecto tractor, no sólo de la cadena del hidrógeno sino de localizar industria electro-intensivas. No hay precedentes. Lo estamos haciendo con socios y un ejemplo son los puertos que apoyan los proyectos, un ecosistema abierto con nuestros clientes que ya son socios, para asumir riesgos y llegar a la escala que queremos”.
En esta línea añadía Landaluce que “los puertos de Algeciras y Huelva somos complementarios con un segmento claro e identificado. Hay 100.000 barcos al año que pasan por el estrecho y cuando los combustibles limpios comiencen a funcionar, los puertos nos ayudaremos a través del bunkering. Vendemos la marca Andalucía y la marca España”.
En esa línea de colaboración Santana destacaba que el Puerto de Huelva, que ya es un clúster energético, “está alineado con este proyecto del Valle Andaluz del Hidrógeno Verde, es un proyecto global donde la unión nos hace fuerte. Hay que orientarse a los nuevos combustibles limpios y a la transición energética”.
El mismo convencimiento en esta oportunidad mostraba el vicepresidente de Cepsa que resaltaba el cambio que se produjo en Europa hace dos años donde ya no se priorizaba sólo la descarbonización sino la independencia energética.
“El sector marítimo hoy usa combustibles fósiles y es responsable de en entre el 2 y el 3% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Ahora no hay tecnología para electrificar el transporte marítimo, como en otros sectores difíciles de descarbonizar, y ahí es donde las moléculas verde permiten reducir las emisiones”, señalaba Barrasa que añadía que “si tienes un líquido que puedes transportar puedes competir en un mercado regional o mundial. El timing es crítico para que los grandes clientes nos pongan en el mapa”.
Coincidía Landaluce en este punto. “Es fundamental que desde la Unión Europea se haga de forma urgente un marco regulatorio y haya un rumbo claro. Hay que ser ambiciosos y este tipo de proyecto del valle lo es. Cada uno tiene su papel en la estrategia de bloque”.
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