Así será la mayor planta de biocombustible de Europa que Cepsa construirá en Huelva
La instalación se construirá con la última tecnología creada específicamente para la producción de biocombustibles de este tipo
Cepsa invertirá 1.000 millones de euros para convertir su planta de Huelva en el mayor productor de biocombustible de Europa
La nueva planta en Huelva en la que Cepsa tiene previsto invertir 1.000 millones de euros permitirá a la compañía producir hasta dos millones de toneladas de biocombustibles al año. Será la primera dentro de la estrategia andaluza que la empresa tiene englobada en sus parques tecnológicos de Palos de la Frontera y San Roque (Cádiz).
La instalación se construirá con la última tecnología creada específicamente para la producción de biocombustibles de este tipo. Diseñada como una planta nativa digital, incorporará tecnología punta y los últimos avances para la industria en inteligencia artificial, internet de las cosas (IoT) y análisis de datos para maximizar la eficiencia de los procesos y garantizar los mayores estándares de seguridad y protección ambiental. Estará conectada con un nuevo muelle para el que la compañía destinará 93 millones de euros. El objetivo es que sirva de conexión directa con los mercados del centro de Europa y Rotterdam.
La construcción de esta nueva planta responde al objetivo de Cepsa de liderar la fabricación de biocombustibles 2G en España y Portugal. En 2030, la compañía contará con una capacidad de producción anual de 2,5 millones de toneladas de biocombustibles, de las que 800.000 toneladas serán de SAF, una cantidad de combustible sostenible de aviación suficiente como para sobrevolar 2000 veces el planeta.
Los combustibles de segunda generación son una realidad. Cepsa en Huelva ya probó y desarrolló en los últimos meses productos plenamente testados para su uso común en sus instalaciones en Huelva. La planta permitirá su producción a escala industrial para su desembarco en el mercado. Se trata de una fuente de energía clave para la descarbonización del transporte terrestre, aéreo y por mar. Su obtención con residuos de productos que han completado su vida útil fomenta la economía circular, al utilizar para su producción restos que de otro modo terminarían en vertederos. Una de las grandes ventajas que aportan es su uso inmediato, al ser materiales compatibles con la tecnología actual y los motores existentes.
La nueva planta creará cerca de 2.000 empleos (entre directos e indirectos) durante su fase de construcción y operación, contará con dos unidades de pretratamiento y tendrá una capacidad de producción flexible de 500.000 toneladas de SAF (combustible sostenible para la aviación) y diésel renovable, destinada al transporte terrestre, marítimo y aéreo. Su puesta en marcha está prevista para el primer semestre de 2026.
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