Un grupo de ingenieros onubenses de Cepsa fabrica en Huelva el primer diésel 100% sostenible

Una modificación realizada en tiempo récord permite fabricar hidrobiodiesel, un producto ideal para ser usado como combustible de motores de uso común

Más de 200 aviones volarán gracias al biocombustible de Cepsa hecho con huesos de aceituna en La Rábida

Carmen, una de las ingenieras que participa en el proyecto. / H. I.
Antonio Carrasco

21 de diciembre 2022 - 11:38

Un grupo de ingenieros onubenses protagoniza un hito en el desarrollo industrial. Técnicos del parque energético de La Rábida de Cepsa han sido capaces de desarrollar el primer diésel completamente sostenible. Se trata de hidrobiodiésel (HBD), un combustible que producido mediante la hidrogenación de grasas animales y aceites vegetales. Las propiedades físicas del HBD lo convierten en un producto ideal para ser usado como combustible de motores diesel. Su uso en vehículos es inmediato, al responder sin ningún problema a las especificaciones de los motores diésel ya en funcionamiento y supone una reducción de hasta el 90% de las emisiones de CO2.

El talento detrás del proyecto es netamente onubense. El trabajo se ha realizado en apenas 18 meses en la planta de Palos de la Frontera. Para ello sus responsables tuvieron que afrontar el cambio de catalizador, de metalurgia y de seguridad, digitalizándose aun más de lo que estaba. Al frente de trabajo se encuentra Alberto Monje, natural de Encinasola. Junto a él trabajaron Carmen, joven ingeniera de la capital, y un equipo de trabajo integrado al completo por profesionales onubenses de todos los rincones de la provincia. El talento onubense vuelve a poner a Huelva y su factoría de Cepsa en primera línea.

El trabajo es la continuidad de los avances producidos en el combustible para aviones sostenible (SAF) que se presentó hace unas semanas en el aeropuerto de San Pablo de Sevilla. En esa ocasión la materia prima inicial fueron huesos de aceituna como ejemplo del uso que los residuos agrícolas pueden permitir. El parque energético de La Rábida en tiempo récord y gracias a un innovador proceso, ha logrado reconvertir una de sus antiguas unidades de refino en una nueva planta para la producción de biocombustibles de primera y segunda generación, capaces de reducir las emisiones de CO2 en un 90%. La producción del biocombustible sitúa a las instalaciones de Cepsa en Huelva a la vanguardia. Además, “este proyecto supone un avance importante desde el punto de vista de la experiencia que la compañía y su personal adquiere de cara a un futuro en el que estas materias primas van a ser claves en la transición energética”. En concreto, Cepsa producirá anualmente 2,5 millones de toneladas de biocombustibles avanzados en 2030, de las que 800.000 toneladas serán combustibles sostenibles para la aviación. La producción de este hidrobiodiesel en esta unidad de la factoría de Huelva asciende a cuatrocientas toneladas diarias, que aumentarán en el futuro hasta las ochocientas toneladas.

La planta en la que se ha producido el nuevo combustible. / M. G

El proyecto, en el que han participado numerosas áreas diferentes de la compañía, ha dado como resultado un proceso que revaloriza y hace más sostenible una planta de Cepsa pensada para eliminar el azufre de los combustibles fósiles. La instalación reformada es capaz ahora de producir un gasoil sostenible, denominado hidrobiodiesel, a partir de aceite vegetal, de residuos vegetales o de grasas de origen animal no destinados al consumo humano (sandach), marcando así un nuevo hito en la estrategia Positive Motion de la compañía, con la que pone a Andalucía en el centro de la transición energética y la economía circular.

Cepsa ha realizado una apuesta decidida por el desarrollo y la producción de biocombustibles avanzados a partir de materias primas circulares como las descritas, que no compiten con la alimentación y que pueden ser utilizados en motores diésel sin modificación alguna. Algunas de las claves de esta transformación han sido la modificación del catalizador (sustancia que promociona las reacciones químicas necesarias para la obtención del gasoil sostenible) y la mejora de la metalurgia de la planta. Según Jorge Acitores, director del Parque Energético La Rábida, “el compromiso de nuestros equipos con la seguridad además de con el medio ambiente y la descarbonización han sido claves para el desarrollo de este proyecto. El talento y la innovación de nuestros profesionales está permitiendo acelerar nuestro objetivo de convertirnos en un referente de la transición energética en el sur de Europa”

En el camino iniciado hace un año y medio para alcanzar este punto, ha sido clave el trabajo de equipo de todos los actores involucrados. Los integrantes de I+D, ingeniería y operaciones de Huelva, junto con el resto de las áreas involucradas, han batido un récord para poder tener lista la unidad este mes de diciembre. Según Jorge Acitores, “el valor que han aportado los técnicos propios de Cepsa ha sido diferenciador, compaginando las etapas de ingeniería con las de ejecución, algo más propio de una start-up que de una organización como la nuestra y que ha supuesto un reto en el que hemos demostrado una gran agilidad. El éxito se ha basado en una capacidad de respuesta rápida y precisa, y en una implicación muy especial de las personas y equipos que hacemos Cepsa.”

La compañía ha establecido una ambiciosa hoja de ruta para recortar sus emisiones, situándose entre las empresas referentes de su sector. En concreto, en 2030, reducirá sus emisiones de CO2 (alcance 1 y 2) en un 55% respecto a 2019 y aspira a ser neutra en carbono antes de 2050. Asimismo, reducirá la intensidad de carbono de sus productos entre un 15 y un 20% en 2030. Cepsa quiere ir más allá del cero neto y busca alcanzar un impacto positivo, aportando valor en las comunidades donde está presente al permitir que sus clientes y otros grupos de interés avancen en la dirección correcta.

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