Antonio Nogales: "El mayor peligro para Huelva es pensar que nunca va a llegar un tsunami"

La provincia de Huelva se encuentra en una zona de especial riesgo de tsunami por la actividad sísmica en el cabo de San Vicente. Todos los expertos coinciden en que en algún momento llegará a la costa un maremoto de efectos devastadores. No es nuevo puesto que la historia recuerda que en 1755 un terremoto provocó un ola que asoló todo el litoral. Volverá a suceder. ¿Cuándo? Nadie lo sabe. Lo que sí depende de los onubenses es poner los medios necesarios para contar con herramientas para dar respuesta. Huelva cuenta desde el pasado 2 de noviembre con un plan de emergencias único, pionero a nivel nacional. La onubense es la primera capital de España con un documento de estas características fruto del trabajo de expertos en la materia, científicos y el respaldo del Ayuntamiento como promotor. En el origen de se trabajo se encuentra Antonio Nogales, bombero del parque municipal y presidente de Bomberos Unidos Sin Fronteras. Atesora décadas de experiencias en los mayores desastres naturales del planeta.

-¿Cómo surge la idea de crear un plan de tsunamis en Huelva?

-Cuando se presentó el documental 'La gran ola' su director Fernando Arroyo contactó con nosotros por nuestra experiencia en catástrofes y en concreto en tsunamis por el mundo. A raíz de ahí tomé contacto con los geólogos de la Universidad, me invitaron a charlas y despertó el interés. Realmente sabía que vivíamos en una zona de riesgo pero no tenía interiorizado que el riesgo fuese tan grande. Siempre hemos trabajado fuera de Huelva y existiendo un riesgo aquí pensamos que podíamos aportar nuestra experiencia. En 2019 se celebró el congreso de catástrofes y emergencias en la Universidad, con los geólogos que intentaron rescatar a Julen, el niño de Totalán, a los profesores universitarios y María Belón, la española que sobrevivió al tsunami de Indonesia sobre la que está inspirada Lo imposible. Viendo la respuesta al tema nos sentamos con el alcalde, le planteamos la necesidad de sensibilizar a la ciudad. Nos tomó la palabra para apoyarnos desde el principio.

-El plan llega pocos meses después a una norma nacional porque un plan similar será obligatorio en todo el litoral.

-La propia Junta también lo tiene preparado. Ese plan obliga a los municipios a tener actualizados sus planes de emergencias. Muchas ciudades no lo tenían y estoy convencido de que el ejemplo de Huelva servirá para que el resto de Andalucía se ponga a trabajar en los suyos.

-¿Cuál es el mayor riesgo que corre Huelva?

-Un tsunami. Si sacamos de la ecuación una DANA o similar, el mayor riesgo que tenemos en Huelva es un terremoto y el tsunami que provocaría.

-¿Su experiencia ante catástrofes le permite visualizar cómo golpearía a la ciudad?

-Con un nivel de destrucción importante. Después de haber estado en numerosos terremotos por todo el mundo si hablamos de uno potente y superficial como suponemos que sería el que provoque el tsunami, estaríamos ante una destrucción importante. Nuestra legislación de construcción a nivel de sismo resistencia es efectiva. Huelva no es una ciudad con un caso antiguo muy viejo y la mayor parte de sus edificios son modernos, por lo que podría resistir en su mayoría. El problema sería maremoto como el de 1755 o peor.

-¿Cuál es la peor escena que ha vivido?

-Estuve en Haití, el terremoto más destructivo de la historia reciente con 300.000 personas en una región de la mitad de Andalucía. En 2018 estuvimos en otro y posterior tsunami en Indonesia que provocó un daño tremendo.

-Esas imágenes deben marcar.

-La realidad supera a la ficción. Cuando lo ves por televisión imaginas algo que no es comparable a vivirlo. Los dramas que ves son muy dolorosos. Vamos a hacer nuestro lo mejor posible.

-¿Qué aprendizaje le deja tantos años asistiendo en desastre naturales en el mundo?

-A nivel profesional es incalculable. Lo que hacemos durante 15 días es lo que hacemos en un parque durante varios años. Tienes que enfrentarte a todos los escenarios posibles. Desde el punto de vista personal me hace valorar lo vulnerables que somos ante la naturaleza. Somos muy pequeñitos, estamos a merced de la naturaleza. Estados Unidos es el país más poderoso del mundo y no pudo hacer nada contra el Katrina. Luego vuelves y te das cuenta del valor que tiene el entorno social en el que vivimos.

-¿Cuántos compañeros integran Bomberos Unidos Sin Fronteras?

-En Huelva somos alrededor de 35 y en toda España unos 300 voluntarios. Surgió en Madrid pero con los años y la experiencia todo el operativo se coordina desde Huelva. Hay además delegaciones en Latinoamérica. La experiencia nos demostró que aunque nos desplacemos al lugar del desastre la mejor forma de salvar vidas es tener gente preparada técnica y materialmente lo más cerca posible del terreno. Hay compañeros en Ecuador, Perú, Bolivia, Nicaragua, Guatemala, República Dominicana, Haití y hay tres centros de respuesta.

-¿Cuántas intervenciones podéis hacer al año?

-Todos los años hay alguna. Las hay que no son tan mediáticas como los grandes terremotos, pero estamos en todos. En 2018 tuvimos la última gran actuación en Indonesia.

-¿Cómo se pone en marcha una intervención?

-Lo que no se haga en las primeras 72 horas reduce mucho la posibilidad de rescatar personas con vida en las estructuras colapsadas. Hemos perfeccionado nuestro protocolo. En ocho horas desde que recibimos el aviso estamos en el aeropuerto de Barajas dispuestos para salir a cualquier punto del mundo. Cuando recibimos el mensaje se activan unidad canina, sanitaria o desescombros. En total viajan 10-15 personas. El tiempo de activación es tan corto que viajamos en aviones comerciales porque es más rápido que los mecanismos del Gobierno. Tenemos convenios con las compañías para llegar a los países que lo necesitan lo antes posible. La ayuda internacional llega después, pero el despliegue rápido para rescatar personas vivas no puede esperar.

-Como experto en la materia, ¿cómo valora el Plan Tsunami Huelva?

-Supera mis expectativas. El desarrollo de las mesas técnicas nos ha permitido mejorar el planteamiento inicial. El objetivo era llegar a todo el mundo, informar a los onubenses de la necesidad de la autoprotección porque el riesgo está ahí. En los primeros 30-45 no habrá un policía ni un bombero para ayudarme, sino que tengo que ser yo mismo sabiendo lo que debo hacer quien me ponga a salvo. Eso lo hemos conseguido muy bien. Recibimos correos diarios en la web con dudas, preguntas, felicitaciones y gente que nos piden asesoramiento. Hay que seguir alimentando la información para que dentro de un año cuando hagamos un gran simulacro podamos ver la respuesta de la población.

-El documento en sí mismo tiene valor si la población lo hace suyo.

-Hemos querido que la gente se identifique con él. El plan está dirigido a todos los grupos de personas. Hay contenidos para niños, para adultos, la aplicación, cartelería… Y ahora comenzamos la fase de sensibilizar en los centros escolares. Ya se han puesto en contacto con nosotros desde el Funcadia y el Nacional de Prácticas. Estamos en la fase de divulgación, divulgación, divulgación... Dentro de un año haremos un test para ver cómo ha llegado la información a la gente. Sabiendo lo que tengo que hacer, el punto más cercano y lo que no debo hacer. No es una información tan compleja.

-¿El mayor peligro es pensar que nunca va a pasar?

-Totalmente. Ser negacionista en este caso y pensar que alentamos la alarma o ahuyentamos el turismo es un error. María Belón cuenta que cuando ella estuvo en Indonesia era una zona de riesgo. No había información ni estaba la gente preparada. Murieron 280.000 personas. Con información el número de muertos habría sido mucho menor. En Huelva va a pasar y debemos estar preparados.