Nada que envidiar a la Cibeles

Se ha convertido en una cita anual que, salvando las distancias, trata de emular a la mismísima pasarela Cibeles. El matiz viene dado por el hecho de que se trate de un desfile donde el absoluto protagonismo recae en los trajes de flamenca. La Hermandad del Rocío de Rociana organizó una vez más este evento que registró una masiva afluencia de público que no fue más que la constatación de la enorme expectación que esta pasarela registra anualmente.

Sobre el tapizado se presentaron dos colecciones: la de las hermanas sevillanas Paqui, María del Mar, Remedios, Herminia y Sacramento Serrano; y la de las diseñadoras locales Rocío Márquez y Lola Barroso, quienes mostraron un esbozo de los nuevos diseños de lo que bien podríamos denominar alta costura costumbrista en la que se conjugan términos tan antagónicos como tradición y modernidad. Se trata de la evolución de una prenda que sigue los dictados de la moda, si bien preservando los cánones y esencias que encumbraron al traje de faralaes, el cual se define por saber realzar la belleza y feminidad innata de la mujer, a través de líneas que marca su silueta y que, no obstante, le brindan la suficiente soltura para no coartar sus movimientos.

La colección de las diseñadoras se enmarcó bajo el título Mis lunares por delante, que supone el soplo de aire fresco que todas las mujer quiere subrayar en cada temporada, todo ello bajo el embrujo del lunar, sello inconfundible de esta prenda que evoca romería, baile, cante y Andalucía.

Las propias vecinas del municipio hicieron de maniquíes demostrando enormes tablas, saber estar y naturalidad sobre la pasarela. Los más menudos también hicieron sus pinitos, acompañados de sus madres o de la mano de otros pequeños.

Inmaculada Márquez, empresaria del sector, relata el auge experimentado por esta industria y recuerda que según la Asociación de Empresarios de la Moda Flamenca el sector mueve anualmente en torno a los ciento veinte millones de euros, si bien la crisis ha mermado la facturación de las principales firmas y ha obligado al diseño de trajes que ajustan su precio al máximo a efectos de adaptarse a las exigencias de la coyuntura económica. Aun así la joven empresaria incide en que "la gama de precios es enorme y en Rociana este tipo de trajes pueden lucirse en infinidad de citas en el calendario local". Son los casos de la procesión de las Cruces de Mayo; la Romería de Pentecostés; la de la Patrona, la Virgen del Socorro; así como los romeritos.

Durante algún tiempo el traje de flamenca estuvo un tanto denostado por la denominada alta costura, como si todo estuviese inventado y su evolución estancada. Sin embargo, esta tónica hace lustros que cambio y diseñadores de primera fila como Yves Saint Lauren o Vittorio & Lucchino posaron sus ojos en esta prenda para incluso crear una línea exclusiva.