La ermita de San Pedro se hace eco del batik

La ermita de San Pedro en Aracena, ubicada en el barrio que lleva su mismo nombre, acoge hasta el próximo domingo 23 de septiembre una nueva exposición. Esta ermita es una de las zonas más antiguas y queridas por estar a la entrada de la localidad al llegar desde Huelva, y además por acoger la Gruta de las Maravillas en sus entrañas. El arte vuelve a estar presente en ella con el batik como gran protagonista y una exposición que nace bajo el título Entretiñendo, de la que se puede disfrutar a diario desde las 21:00 hasta las 23:00.

Se trata de un arte único, colorido y luminoso. Batik significa dibujar con gotas y es una técnica de estampación de telas que mediante reservas por obstrucción con cera, derritiéndola y sumando el color con tintes, se obtiene el dibujo deseado. Por su parte, el craquelado es el sello diferenciador de otro tipo de estampaciones textiles y confiere al batik una riqueza enorme de matices. El origen procede de la isla de Java, y por extensión, de toda Indonesia.

En el siglo XVII Holanda colonizó la isla e introdujo esta técnica en Europa, provocando además la adición de tintes alemanes que cambiaron los colores tradicionales. África es otro foco de batiks aunque en lugar de cera utilizan una mezcla de yuca con alumbre.

Un arte antiguo y quizás desconocido, cuyas obras poseen un efecto diferenciador. Éstas gozan de diferente temática, donde hay alusión a paisajes, naturaleza, mundo acuático, figuras, edificios o rincones reconocibles de países de todo el mundo. Todo ello gracias a la autora, Cristina García Villafranca, una artista que reside desde hace años en la Sierra onubense y que ha conseguido hacer grandes obras. Éstas de batik se ponen a la venta mediante un largo proceso de elaboración basado en la suma del conocimiento, técnicas, improvisación, sugestión y tiempo. En un apartado de la exposición se puede apreciar el proceso minucioso que se lleva a cabo en su preparación.