Los más veteranos de la Universidad de Huelva aprenden sobre el sexo en la edad adulta

"La iglesia siempre nos ha inculcado que el sexo era pecado. Solo estaba permitido dentro del matrimonio. Ahora, aprendemos a mirarla de frente y a entenderla, desde la madurez", cuenta una alumna.

La única asignatura sobre 'sexualidad' para mayores en España se imparte en Huelva

Una de las clases del profesor Antonio Daniel García Rojas en el Aula de la Experiencia / Antonio Daniel García Rojas

Gracias a la asignatura Sexualidad, género y relaciones de pareja que se imparte en el Aula de la Experiencia de la Universidad de Huelva, los mayores de 55 años aprenden a romper mitos sobre el sexo y el amor que les han acompañado durante toda su vida.

Así lo cuenta una de las alumnas del curso, Manuela Albarracín, quien agradece profundamente al profesor, Antonio Daniel García Rojas, su implicación con el alumnado. "Es un docente lleno de humanidad, generosidad y simpatía. Me gustaría darle las gracias por enseñarnos tanto. Aunque muchos puedan pensar que a esta edad ya lo hemos aprendido todo sobre la vida, cuando vamos a sus clases nos damos cuenta de que, en realidad, no sabemos nada", confiesa.

Dice Manuela que hablar de sexo ha sido un tema tabú a lo largo de la historia. "La iglesia siempre nos ha inculcado que el sexo era pecado. Solo estaba permitido dentro del matrimonio y la homosexualidad ha sido perseguida y castigada. Hemos sido privados de una educación sexual". Como anécdota, comparte con este periódico algunos de sus recuerdos de juventud, como cuando le preguntó a su madre qué era la matriz y ella le respondió "que cuando fuera mayor ya lo aprendería" o su primera menstruación, "que no entendía que le estaba pasando". "Todos tenemos mil historias que contar sobre este tema. Si hubiéramos tenido una educación sexual nos habríamos ahorrado embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual, la homofobia... hay muchos mitos sobre la sexualidad. La masturbación y las consecuencias es uno de ellos. Elegí esta asignatura porque tenía una gran curiosidad. Qué suerte poder ahondar en todo esto ahora, aunque sea ya desde mi veteranía", explica esta estudiante del Aula de la Experiencia de la UHU.

"El sexo era un pecado"

Dice el coordinador de esta innovadora asignatura que lo de esta alumna es una verdad generalizada en muchos casos. "La opinión de Manuela podría ser extensible a la mayoría del alumnado. Una realidad que se nos ha negado, se ha escondido con muchos prejuicios y que en el aula hemos intentado reconstruir, dando pautas y estrategias para poder realizar los cambios que cada uno quiera hacer en su vida, enseñando lo que es la ciencia de la sexología".

Afirma Antonio Daniel García Rojas que el mayor "problema" que ve entre sus alumnos es que han sido educados en un modelo social completamente represivo donde la sexualidad "no es que se negase, es que se veía desde un punto de vista negativo, de vicio, de pecado, de miedo, como algo tétrico, que te podía llevar a una enfermedad". Por lo tanto, explica que "hemos ido viviendo durante nuestra etapa evolutiva con una mochila cargada de experiencias. Hemos ido aprendiendo a través de nuestras propias interacciones con nuestros hijos, con nuestras parejas, con un elenco de experiencias que nos lleva a situarnos en un momento de nuestra vida que puede ser el mejor momento para trabajarlo".

Los estudiantes del Aula de la Experiencia de la UHU aprender a hablar de sexo desde la "libertad" / Antonio Daniel García Rojas

El sexólogo asegura que dentro de tres décadas nos convertiremos en un continente envejecido. Por lo tanto, las políticas europeas ahora tienden a hacer estudios sobre cómo podemos dar mejor y mayor calidad de vida. A este respecto la sexualidad ocupa un lugar fundamental. Hay estudios que señalan que cuanto más sana y feliz se vive la sexualidad, más calidad de vida tendremos. Por tanto, "nunca es tarde para poder retomar procesos que a lo mejor en otra época de nuestra vida no hemos sido conscientes y que se pueden tener en consideración a partir de ahora".

"María, no me gustan las lentejas"

El Aula de la Experiencia es para Antonio Daniel, como docente, "su buque insignia". "Los alumnos de este área de la Universidad me dan vida. Me llenan. El Aula de la Experiencia me enseña mucho. Yo tengo experiencias vitales que me ocurren en el Aula y que no se me olvidarán nunca, hasta el punto de que me hicieron reflexionar y tomar determinaciones mías a nivel personal. Yo soy el que más aprende, por eso llevo llevo este proyecto pionero allá por donde voy"

Dice el promotor de la asignatura sobre sexo y relaciones de pareja que a lo largo de sus años de docencia se ha encontrado con diversas anécdotas en clase por parte del alumnado. Una de las que más le marcó la vivió en la sede de Isla Cristina, cuando trabajaban el tema de dar por hecho una relación.

"El dar por hecho en una relación de pareja es un gran problema. No podemos pactar ni consensuar ahora lo que querremos en un futuro. Por tanto, la relación de pareja ha de construirse día a día y hay que trabajarla con sus cambios a lo largo de los años. En un Aula de la Experiencia me suele pasar que se apuntan parejas y matrimonios. Y una de las anécdotas más especiales fue por una de ellas", explica. Él, Antonio, tenía un perfil calladito. Ella, María, en cambio, era habladora y participativa. "Un día, explicando que esto de dar por hecho que en la pareja puede llevar a la muerte de la misma, este hombre me pide permiso para hablar. Yo ya sabía que algo iba a pasar. Entonces, se pone de pie y le dice a su esposa con ojos de enamorado, pero con cierto dolor, -"María no me gustan las lentejas". Cuando María lo escuchó no dejaba de llorar. Entonces le pedí que nos lo explicara", cuenta.

Pepe y María se conocieron en una fiesta del pueblo donde se enamoran a primera vista y en la segunda ocasión que coincidieron Pepe le confesó que se quería casar con ella. Le pidió permiso para pedir su mano a su padre. Pusieron de fecha un miércoles para la pedida y ese día la madre de María cocinó un guiso de lentejas. Pepe, que las odiaba, se comió tres platos por mostrarse agradecido y agasajar a su futura esposa. María, con ese gesto, entendió que a su Pepe le encantaban y para conmemorar ese miércoles ella se prometió a sí misma que todos los miércoles de su vida le haría a su marido aquel guiso. "Yo por ti y tú por mí, y ese Pepe, comiendo lentejas cada semana durante más de 50 años, termina eclosionando en mi clase, donde decide confesar a la mujer que odia ese plato. Él tampoco sabía que su mujer le cocinaba lentejas por ese hecho. Era un acto de amor pero ninguno de los dos lo percibía así. A partir de ahí surgió un gran debate. Decidieron, eso sí, que el miércoles, desde ese día, se comería lenguado. Fue una de las historias que más me marcó. El dar por hecho dentro de una pareja", rememora el docente.

El director del Departamento de Pedagogía de la UHU hace especial hincapié en la importancia de dialogar. "Es fundamental", dice. "Algo que antes no se hacía y ahora con las nuevas tecnologías vuelve a pasar".

Una cuestión que se aborda en esta asignatura obligatoria y completamente transgresora que se ha convertido en un pilar dentro del plan de estudios de la Universidad de Huelva y que los más veteranos eligen, de manera recurrente, año tras año, porque, aseguran, "la sexualidad dirigida a la juventud es fundamental pero en la madurez también es más que necesario para abrirnos los ojos".

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