Fallece Félix Manuel Pérez Miyares, el exministro de Trabajo onubense durante el Gobierno de Suárez

Huelva ha perdido a uno de sus políticos más ilustres, pilar fundamental en la construcción de la Andalucía moderna y en el desarrollo de la provincia. Félix Manuel Pérez Miyares falleció ayer a los 88 años de edad. Fue el primer ministro onubense en el Gobierno desde los tiempos de Burgos y Mazo. Lo fue en un tiempo muy especial, en plena Transición, titular de la cartera de Trabajo en el Ejecutivo de la UCD que lideraba Adolfo Suárez. Posteriormente fue consejero de Agricultura y Pesca andaluz en el primer gobierno preautonómico, y delegado general del Gobierno, entre otros cargos públicos. Junto a Fátima Báñez y José Antonio Marín Rite, es uno de los onubenses que más alta representación ha ostentado en los últimos años.

Nació en Nerva, el 4 de septiembre de 1936, estaba casado y era padre de cinco hijos: cuatro hombres (uno fallecido) y una mujer. Se crió en Huelva y estudió Derecho en la Universidad de Sevilla, especializándose en Derecho del Trabajo y Derecho Sindical. En Madrid amplió sus estudios en Sociología, Derecho Cooperativo y Criminología, convirtiéndose en abogado sindical en 1965. Y durante su época de estudiante en Madrid colaboró con trabajos en el Pozo del Tío Raimundo, en una etapa que le marcó.

“Por vocación, a mí me ha gustado el sector público y los temas sociales”, contaba en una entrevista a Huelva Información en 2007. “Aunque no haya vivido en Nerva, la impronta de un pueblo de trabajadores, de un pueblo minero, donde toda mi familia era empleada de la Compañía, hizo que tuviera una inclinación y preocupación de la causa social que se había acrecentado en mi tiempo universitario en Madrid”.

“Yo nunca había militado en la izquierda, no he creído nunca en la izquierda, pero me movía en los sectores más progresistas de la Universidad”. Fue entonces cuando con un grupo de jóvenes de su colegio mayor que trabajaban en el Pozo del Tío Raimundo. “Traía un cierto veneno de los temas sociales y del sector público y me entregué mucho a aquel consejo de trabajadores”.

 Fue delegado provincial de la Organización Sindical en Jaén, Cádiz y Guipúzcoa (1970-1976). Guardaba un gran recuerdo de su paso por la provincia gaditana, “conflictiva con el tema de los astilleros, donde más infiltrado estaba el Partido Comunista y se movía la agitación social”. Pero asegura que allí le “quisieron mucho que hasta fui rey Melchor de la Cabalgata”. 

A Guipuzcoa le enviaron pocos días después de la muerte de Franco y en un momento en el que el terrorismo etarra empezaba a recrudcerse.

Adolfo Suárez le encomendó en 1977 la organización de Unión de Centro Democrático en la provincia de Huelva. Diputado por UCD por Huelva en las legislaturas de 1977 y 1979; y por la coalición popular PDP (Jaén) en las de 1986. Durante esa trayectoria como diputado fue ministro de Trabajo en el último gabinete de Adolfo Suárez (septiembre 1980 - febrero 1981). 

La llamada de Adolfo Suárez

El anterior ministro de Trabajo, Rafael Calvo Ortega, le conocía y le pidió que se incorporara al equipo que elaboraba el nuevo Estatuto del Trabajador. “Aquello salió bien y Adolfo [Suárez] le dijo: “Cualquier día te llamo y te doy una sorpresa”.

Aquella llamada le llegó en Isla Cristina. Había ido a visitar a Herminia, madre del presidente del Gobierno, de vacaciones entonces en la costa onubense. Estando allí, sonó el teléfono y era Suárez. Su madre le pasó el teléfono a Félix Manuel y fue cuando le propuso formar parte de su Gobierno a cargo de Trabajo.

“Es algo que no me propuse nunca. No pasaba por mi imaginación que a un chico de Huelva, modesto, sin protector ni de casta ni del Régimen, le nombraran ministro de Trabajo. Es la grandeza de la democracia”.

Sentado aún en el banco azul del Congreso, le sorprendió el intento golpista del 23-F como miembro del Gobierno saliente de Suárez.

“Pensé que nos mataban”, confesaba en la misma entrevista. “Es el recuerdo de la noche más amarga de mi vida por la sensación de destrozo. Íbamos bien y pensar otra vez los militares...”.

Fue consejero de Agricultura y Pesca de Andalucía en el primer gobierno preautonómico. Vicepresidente de UCD Andalucía con Manuel Clavero de presidente (1979-1980) y presidente regional hasta 1982. Primer delegado general del Gobierno en Andalucía, nombrado por Leopoldo Calvo Sotelo (febrero - septiembre 1982). Dimitió para presentarse por UCD a las elecciones generales de 1982, pero no logró repetir su escaño por Huelva. 

Presidente de la Autoridad Portuaria de Sevilla (1996-1998), coordinador para la recuperación del Guadiamar (1998-2004) tras la rotura de la balsa de Bolidén, uno de los mayores desastres ecológicos de los últimos años, y coordinador general del proyecto Doñana 2005, una de las últimas grandes tareas en las que se involucró.