La familia de la segunda fallecida denuncia el gran retraso en la aplicación de los protocolos por coronavirus
Una hija de Ángeles Álvarez asegura que pasaron "tres días sin recibir ninguna llamada" a pesar de que "nos dijeron que tendríamos de forma inmediata asesoramiento"
Huelva/Ángeles Álvarez fue ingresada el pasado sábado después de que su hija se cerciorara de que "tenía la tensión baja y el nivel del azúcar alto", si bien en ningún momento sospechaba que pudiera ser coronavirus, en tanto que "mi madre no salía de casa desde hacía dos meses, pues las compras las hacía mi padre", sostiene Rosa, una de las hijas de ambos. La paciente ya presentaba otras patologías previas como artritis reumatoidea, diabetes y apnea. Un día después, sobre las 15:00 los sanitarios confirman el positivo por Covid-19 y tras el fin de semana, casi sin dar tiempo a asimilar la situación, Ángeles Álvarez fallecía el lunes a las 17:00.
Pese a la gravedad de su caso, Ángeles Álvarez no llegó a pisar la UCI, en tanto que las recomendaciones de los sanitarios apuntaban a que la situación podría agravarse con motivo de los problemas de corazón y peso, por lo que se descartó el ingreso en el área de cuidados intensivos.
Pasados los días, su familia lamenta el "horrible" funcionamiento del protocolo que se ha seguido con ellos en la aplicación del seguimiento para familiares, como su caso, pues varios han estado en contacto directo con una víctima por coronavirus. Su crítica se ancla en que tres días después del fallecimiento de su madre, ningún miembro del entorno familiar ha recibido "ninguna llamada para la aplicación de medidas, a pesar de que somos varios los que hemos podido estar expuestos al virus y nos dijeron que la llamada sería inmediata", asegura Rosa.
El lunes, desde el Hospital Juan Ramón Jiménez, según narra Rosa, aseguraron que le llamarían para iniciar un protocolo de seguimiento, al objeto de evitar futuros contagios y de salvaguardar la salud de las personas que han podido estar expuestas. Sin embargo, hoy aún no han recibido ninguna llamada, por lo que "nos sentimos defraudados". Pese a esta situación, Rosa también ha querido destacar a través de Huelva Información "la enorme labor de todos los sanitarios" que han acompañado a su madre durante el tiempo de ingreso, "pues se han desvivido por mejorar su salud".
Debido a la incertidumbre que ha vivido durante estos días, Rosa ha decidido contactar con su centro de salud y es ahí donde ha encontrado las respuestas que esperaba. En este sentido, "fue diferente, pues ayer ya nos llamaron para iniciar un protocolo y para decirnos que nos harán un seguimiento por teléfono". La familia de Ángeles Álvarez insiste en que su crítica llega ante "la escasez de recursos para atender al entorno familiar de los contagiados", así como para "los propios sanitarios", en tanto que las personas que llevaron a su madre en ambulancia "no llevaban los EPIs, tan solo guantes y mascarillas".
Rosa también ha querido expresar a este diario su "malestar" por los "escasos" contactos que desde el hospital se tiene con las familias de los contagiados durante el ingreso. La familia de Ángeles Álvarez considera que "una única llamada al día es muy poco, ya que al menos deberían ser dos". Por ello, "lo que eran segundos, para nosotros eran horas, ya que no sabíamos nada de mi madre", apunta Rosa, quien confirma que no ver a su madre ni saber de ella ha sido "horrible". De ahí, que pida a los centros hospitalarios que modifiquen la normativa referida a las llamadas telefónicas porque "necesitamos detalles, que aunque parezcan tonterías, nos ayuden a sobrellevar la situación".
Por otro lado, el cierre al público de los tanatorios castiga el último adiós de los familiares a las últimas víctimas del coronavirus. Una vez que la persona fallece tan solo puede ver el cuerpo un familiar ataviado con el equipo de protección individual, por lo que no se puede velar a la persona ya que es llevada a una cámara de refrigeración del hospital. Seguidamente, el servicio fúnebre transporta el cuerpo hacia el crematorio correspondiente, pero tampoco se permite la entrada a los familiares, por lo que estos tienen que esperar fuera de la sala separados por las distancias estipuladas.
Ángeles Álvarez es la segunda víctima por coronavirus en la provincia de Huelva y, a pesar de que falleció el lunes, hasta ayer jueves, no aparecieron en las estadísticas oficiales de afectados por el Covid-19.
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