Los farmacéuticos denuncian el "caos" que provoca la reforma sanitaria

Un paso para delante y otro para atrás. Es lo que les toca dar a los farmacéuticos para adaptarse a nueva regulación. En su día, el Real Decreto 9/2011 eliminó, a la hora de dispensar una prescripción por principio activo, la discriminación entre medicamentos genéricos y de marca, siempre que éstos estuvieran a precio menor. De nada sirvieron los cambios introducidos entonces, puesto que ahora un nuevo decreto (el Real Decreto 16/2012) supone volver a empezar. Y de ahí, que los farmacéuticos denuncien la situación "caótica" que viven y la que les hacen pasar a los pacientes "que desconfían continuamente de los medicamentos".

Ese es el punto que de nuevo "desconcierta" al sector, según el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos, Francisco Peinado, que entiende que el nuevo texto regulador es "inaplicable porque vuelve a cambiar lo que ya habíamos cambiado hace tan solo seis meses". Hasta ahora, el Ministerio establecía periódicamente lo que se llama el "precio menor", que es el que debía tener en cuenta el boticario al vender un medicamento recetado por principio activo. El "precio menor" no era siempre el más barato del mercado, sino que se llama así al listado de precios aprobado por el Gobierno para las prescripción de los principios activos. Pero la nueva redacción cambia el concepto de "precio menor" por el de "precio más bajo". Es decir, que ahora el farmacéutico ya no podrá elegir entre un conjunto de medicamentos, sino que tendrá que vender el del precio más bajo, "que puede variar continuamente, con los consiguientes problemas de actualización", según Peinado ya que puede llegar a provocar problemas de almacenaje de stock en las farmacias. Ante ello, se espera que "la Administración sea clara y fije unas pautas concretas que no desorienten a los pacientes, como está pasando hoy en día".

Ha pasado más inadvertido, pero ese mismo decreto por el que por primera vez los pensionistas tendrán que pagar parte de las medicinas y que dejará sin asistencia no urgente a los sin papeles también toca el bolsillo de los farmacéuticos. Hasta ahora, los boticarios estaban obligados a hacer descuentos en la factura que le presentaban a la Administración sanitaria por los fármacos dispensados a cargo de la Seguridad Social. Los porcentajes variaban hasta un máximo del 20% en función de la facturación de cada farmacia. Con el Real Decreto 16/2012, se introducen ayudas para las farmacias que facturen por debajo de los 37.500 euros mensuales, pero como contrapartida a partir de esa cifra, se imponen descuentos a la Administración sanitaria de entre 12,98% y 27,52%.

La medida, beneficiará al 70% de las 230 farmacias que hay en la provincia, mientras que el resto saldrá perjudicada. Desde el Colegio de Farmacéuticos se valora que la nueva normativa evitará que desaparezca las pequeñas farmacias.

"Lo que hace el real decreto es echar una mano a las farmacias que menos facturan», explica Peinado. "No obstante -añade- no será la solución a sus problemas , porque en la provincia hay muchas farmacias que están en el límite de la supervivencia". Se refiere a las oficinas ubicadas en pueblos, con una ratio de pacientes a los que atender muy baja, lo que viene a ser sinónimo de bajos ingresos.

En un sector regulado por la Administración por su carácter de servicio público, las ganancias dependen en gran modo de los márgenes de beneficios que marca la ley. Para los medicamentos dispensados sin necesidad de receta médica, ese margen es del 27,9 por ciento siempre que el producto servido tenga un precio industrial igual o inferior a 91,63 euros. Si vale entre esa última cifra y 200 euros, ya no hay porcentaje, sino una cifra exacta: 38,37 euros por envase vendido. Cuando se trata de un medicamento que cuesta entre 201 y 500 euros, el beneficio es de 43,37 euros por unidad; y por último, a partir de 501 euros de precio industrial, la ganancia es de 48,37 euros.