La feria de Huelva se llena a pesar de la lluvia: "El agua no nos manda para casa"

Una de las casetas en la Feria del Caballo de Huelva. / Jesús Fernández

Huelva/Caía un chaparrón a media tarde sobre el recinto ferial, mojando las cortinas azules y blancas y las decenas de carpas que se ubican en el parque Zafra, decoradas durante los días previos al encuentro con esmero. Contra todo pronóstico y muy lejos de quitar las ganas de los onubenses de salir a disfrutar de la feria, el agua no ha impedido que se reúnan. "Pensaban que la lluvia nos metería en casa y al contrario. Nos ha echado a la calle", contaba, catavinos en mano, uno de los asistentes desde la caseta. Desde La Reata, una sobremesa se extendía durante las primeras horas de la tarde mientras sus socios -que son amigos- se ponían al día. "Creíamos que el tiempo iba a estar incluso un poco peor y al final no está tan mal. ¡Pensando en lo que venía y en lo que no hay, estamos disfrutando mucho más del viernes!". Amigos que vienen desde distintos puntos del país disfrutan de la esencia de la feria, que no es más que pasarlo bien con los tuyos "a los que no ves todo lo que te gustaría".

Una de las casetas de la Feria del Caballo de Huelva. / Jesús Fernández

"Se disfruta de esto sea como sea. Al final, lo que importa es la gente y, mientras la lluvia se comporte en cierta medida, pensamos exprimirlo al máximo", contaban Juanjo, Daniel y Paco a Huelva Información. Sobre los horarios estipulados extraoficialmente en una caseta en familia como La Reata, las nuevas generaciones -de 18 años en adelante- empiezan a llegar a partir de la hora de cenar. "Viene un grupo musical a partir de las 21:00 y luego se acercarán nuestros hijos a hacernos el relevo. La generación 2.0". Que sean mayoría de jóvenes a partir de esa hora no significa que padres y madres se vuelvan a sus casas; al contrario, "disfrutamos y bailamos todos juntos. ¡Incluso a veces se recogen ellos antes que nosotros!", asegura.

Hablando de la noche anterior, la del Choquito frito, se disfrutó tanto que se hizo hasta tarde. "Es una noche muy especial porque es la de reencuentros". Aunque aún queda mucho por delante, algunos ya están afónicos y prometen que "se tomarán el viernes con tranquilidad", entre las miradas cómplices y desconfiadas de sus amigos y socios de caseta.

Gente con paraguas este viernes en la Feria del Caballo de Huelva. / Jesús Fernández

También desde Noniná algunos jóvenes charlaban en círculo, a las puertas de la caseta en la que vuelven a ser invitados un año más. "Con amigos, pasándolo bien y bebiendo rebujito. Vamos de invitados y vienen amigos nuestros. Venimos desde hace cuatro o cinco años y vemos más ambiente, más casetas y más gente. Además sabemos que mucha gente quiere una caseta, por lo que se llenará aún más en cada edición". No tienen hora de recogida para el viernes, ni tampoco para el resto de los días: "mañana entro a trabajar a las 14:00. Con estar antes me vale", bromea uno de ellos cuando todavía ni anochece.

En las mesas altas de otra de ellas, David, que viene de La Fragua, hace balance de lo que ha sido un gran día. "A pesar de que creían que nos iríamos antes para casa nos ha dado más fuerza y más ganas para disfrutar de la feria. Hemos comido y, cuando nos ha dado un poco de tregua, hemos venido a visitar a unos amigos y así vamos, de caseta en caseta y a seguir con la faena, que estamos de feria". Desde las siete hasta las nueve es hora punta de actuaciones, con música en directo como previa a la cena de cada caseta.

A Rienda Suelta, una de las que hace esquina de una céntrica calle, sirve rebujitos a destajo a los invitados. "La caseta se ha llenado y dentro de lo que cabe, las familias han venido a comer y todo ha estado muy animado. El grupo musical siempre cubre hasta la cena. Después una copita y lo que aguantemos". Las lluvias que, "sí que han echado para atrás a algunos que querían venir como invitada", no han imepedido que el recinto se llene de mantocillos y paraguas.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último