La flota de cerco del Golfo de Cádiz inicia una parada biológica hasta el 31 de enero

La flota de cerco que faena en el Golfo de Cádiz, compuesta por alrededor de 80 barcos con base en puertos de Huelva y Cádiz, ha iniciado este viernes 1 de noviembre una parada biológica inusual, de tres meses en vez de dos como es habitual, motivada por la falta de cuotas de sardina y boquerón.

Las embarcaciones y los alrededor de 1.000 tripulantes que trabajan en las mismas permanecerán inactivos hasta el próximo 1 de febrero, a la espera de saber si el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) mantiene su postura de concederles ayudas sólo por dos meses o, finalmente, las ampliará a todo el período.

Habitualmente el paro biológico para la regeneración del caladero de las especies que capturan los barcos de esta modalidad pesquera es del 1 de diciembre al 31 de enero, si bien, según ha explicado a EFE, el presidente de la Federación Andaluza de Cofradía de Pescadores (Facope), Manuel Fernández, este año se ha adelantado por "la falta de cuota de sardina y boquerón", dos de las especies que aportan más rentabilidad a los barcos cerqueros.

Las embarcaciones que se dedican a esta modalidad en el Golfo de Cádiz están localizadas en los puertos onubenses de Punta Umbría e Isla Cristina y en los gaditanos de Barbate y Sanlúcar de Barrameda, y sus capturas principales son la sardina y el boquerón.

Habitualmente, la parada de dos meses es de obligado cumplimiento para que pueda seguir adelante la regeneración del caladero, garantizando la actividad en el futuro desde un punto de vista sostenible