El fragmento de la Cruz de Cristo que se custodia en la Catedral de Huelva
Huelva Paranormal
'Lignum Crucis' es el nombre con el que se conoce a los restos de la verdadera Cruz donde, según la tradición cristiana, fue crucificado Jesucristo
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La Santa Iglesia Catedral de Huelva tiene en su patrimonio espiritual una de las reliquias más significativas del cristianismo: un fragmento del Lignum Crucis, nombre con el que se conoce a los restos de la verdadera Cruz donde, según la tradición cristiana, fue crucificado Jesucristo.
El acto de colocación de esta reliquia se celebró, hace unos años, en el Palacio Episcopal de Huelva. El fragmento fue introducido en un relicario de plata en forma de cruz, especialmente diseñado para su conservación y exposición.
La pieza, de un centímetro de ancho, fue sellada dentro de una teca circular dorada y argéntea, que porta el lacre y el sello episcopal del obispo de Huelva, monseñor Santiago Gómez Sierra, quien también ha certificado su autenticidad mediante una carta formal.
La reliquia fue donada el 11 de marzo de 2022 por el obispo emérito de Huelva, monseñor José Vilaplana Blasco, quien la había recibido en 1995 de manos del sacerdote Pedro Antonio Gómez Aza, descendiente del segundo conde de Gómez de la Cortina, notable benefactor del Monasterio de Santo Toribio de Liébana. Precisamente, de este monasterio ubicado en Cantabria proviene el fragmento ahora custodiado en Huelva.
El acto oficial de introducción y documentación fue refrendado por la firma de monseñor Gómez Sierra, del deán de la Catedral, padre Emilio Rodríguez Claudio, O.S.A., y de varios capitulares: don Francisco Miguel Valencia Bando, don Servando Pedrero Lagares y el muy ilustre señor don Francisco José Feria Reviriego, secretario del Cabildo Catedralicio. El secretario canciller, don Juan Bautista Quintero Cartes, también actuó como testigo del acto.
¿Qué es el Lignum Crucis?
El término Lignum Crucis significa literalmente “madera de la cruz” en latín, y hace referencia a los fragmentos de la cruz en la que Jesús de Nazaret fue crucificado, según la tradición cristiana. Esta reliquia ha sido venerada desde los primeros siglos del cristianismo y ha ocupado un lugar central en la piedad popular y en la devoción litúrgica de la Iglesia.
La historia del Lignum Crucis se remonta al siglo IV, cuando, según la tradición, Santa Elena —madre del emperador Constantino— emprendió una peregrinación a Tierra Santa y, durante su estancia en Jerusalén, encontró la cruz original en el Monte Calvario. Esta historia fue recogida por diversos autores antiguos, como san Ambrosio y san Jerónimo, y dio lugar a la propagación de la veneración de la Cruz como reliquia sagrada.
Desde entonces, se distribuyeron fragmentos de la supuesta cruz original por todo el mundo cristiano. Aunque a lo largo de los siglos ha habido debates sobre la autenticidad de muchos de estos fragmentos —incluso satirizados en la Edad Media—, la Iglesia ha mantenido la veneración de aquellos que se encuentran documentados, custodiados y autenticados canónicamente.
Fragmentos del Lignum Crucis en España
España es uno de los países que conserva algunos de los fragmentos más importantes del Lignum Crucis. El más destacado de todos se encuentra en el Monasterio de Santo Toribio de Liébana, en Cantabria. Este monasterio franciscano alberga el que está considerado el mayor trozo conocido de la Cruz de Cristo. Según los estudios, corresponde al brazo izquierdo de la cruz latina, y se conserva dentro de un relicario barroco, en una capilla construida especialmente para su veneración.
Santo Toribio de Liébana es, junto con Roma, Jerusalén, Santiago de Compostela y Caravaca de la Cruz, uno de los cinco lugares del mundo que gozan del privilegio de celebrar el Año Jubilar Perpetuo, gracias precisamente a la presencia del Lignum Crucis en su interior.
Otro lugar emblemático en España que alberga un fragmento es la Real Basílica de la Vera Cruz de Caravaca, en la Región de Murcia. La tradición cuenta que la cruz apareció milagrosamente en el siglo XIII, y desde entonces ha sido objeto de una profunda devoción popular. La Cruz de Caravaca, con su distintiva forma de doble brazo, se ha convertido en un símbolo ampliamente reconocido.
Asimismo, importantes catedrales y monasterios como la de Sevilla, la de Toledo o la Cartuja de Miraflores en Burgos, también conservan fragmentos más pequeños del Lignum Crucis, generalmente en relicarios elaborados y con documentación histórica que respalda su autenticidad.
Una nueva etapa de veneración en Huelva
La Catedral de Huelva se une ahora a este selecto grupo de templos que custodian uno de los tesoros espirituales más venerados de la cristiandad. La reliquia ha sido instalada en la capilla del Santísimo.
La presencia del Lignum Crucis en la Catedral refrenda el patrimonio religioso y artístico a la par que también ofrece a los fieles un espacio privilegiado para la oración, la contemplación y la conexión espiritual con la historia de la fe cristiana.
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