El valor diferencial de la calidad y el reto de la digitalización de los frutos rojos de Huelva

La jornada técnica organizada por Cajamar y Huelva Información afronta los desafíos del sector en un mercado global

La unión del sector de los frutos rojos garantiza una mayor fortaleza en el mercado

Celebración de la jornada técnica 'La oferta de los frutos rojos ante los desafíos del mercado global'.
Celebración de la jornada técnica 'La oferta de los frutos rojos ante los desafíos del mercado global'. / Rafa Del Barrio
Antonio Carrasco

15 de junio 2022 - 13:59

El sector de los frutos rojos de Huelva cierra una campaña convulsa, en la que tuvo que hacer frente a enormes dificultades con una incidencia clara en la rentabilidad de la producción. Lo hace además con un escenario que plantea interesantes retos de futuro. Todas estas cuestiones fueron abordadas en la jornada técnica La oferta de frutos rojos ante los desafíos del mercado global organizada por Cajamar y Huelva Información. El delegado territorial de Cajamar, Francisco Martínez, director territorial Sur y Extremadura, fue el encargado de dar la bienvenida y poner en valor el peso del sector de los frutos rojos onubenses en la economía provincial y regional.

Aunque todavía con datos provisionales a falta del cierre definitivo, las primeras estimaciones de la campaña 21/22 arrojan un resultado positivo para la campaña de fresa, aunque menos favorable para el arándano y la frambuesa, los dos productos que más han sufrido. La fresa cerró con un precio medio de 1,60 euros el kilo (+26 céntimos), mientras que el arándano lo hizo en 3,49 (-84) y la frambuesa en 5,73 (-2).

En cuanto a la superficie destinada al cultivo de fresa, arándano y frambuesa, se ha producido una contracción en el número de hectáreas con un total de 12.210, un 0,63 % menos que en la campaña anterior. No obstante, y aunque la superficie total de frutos rojos se haya mantenido muy estable, la evolución de las hectáreas ha sido diferente según cada cultivo.

Así, el cultivo de fresa ha sufrido un leve retroceso por segundo año consecutivo, del -1,6 % en 2021/22, con un total de 6.700 hectáreas. La superficie de arándano ha aumentado un 6,7 % en este periodo respecto al anterior y ha crecido un 65,5 % en los últimos cinco años, alcanzando las 3.421 hectáreas. El cultivo de frambuesa es el que más ha retrocedido porcentualmente con un 8,1% y un total de 2.089 hectáreas cultivadas. De manera que se trasladado parte de la superficie destinada a fresa y frambuesa al cultivo del arándano por la creciente demanda de este fruto rojo en los últimos años, según explicó en su ponencia la analista de mercado de la Plataforma Tierra de Cajamar, Ana Cabrera Sánchez.

Debate con los directores generales de Fresón de Palos, Cuna de Platero y Costa de Huelva.
Debate con los directores generales de Fresón de Palos, Cuna de Platero y Costa de Huelva. / Rafa del Barrio

Los frutos rojos onubenses compiten en un mercado sin fronteras donde la competencia exterior es cada vez mayor. La campaña recién termina plantea dos grandes retos al sector: mejorar los precios del producto y abaratas los costes. Sobre ambas cuestiones debatieron Silvia Gómez (Fresón de Palos), Juan Báñez (Cuna de Platero) y Bartolomé Fernández (Costa de Huelva). Todos ellos coincidieron en que las respuestas a ambos desafíos pasan por la apuesta por la calidad que diferencie al producto onubense sobre cualquier otra oferta y la digitalización de todos los procesos para lograr una mayor eficiencia que redunde en la reducción de costes.

Los tres ponentes compartieron la visión de la analista de la Plataforma Tierra en cuanto al comportamiento del mercado, con la identificación de un buen comienzo y el estancamiento en la comercialización del arándano en los meses de mayor cosecha. Todo ello compensado con unos buenos precios en el mercado de la fresa, el que mejor respuesta dio en este ejercicio. En cambio, la frambuesa y el arándano sufren una mayor presión por la facilidad del transporte, lo que permite a otros países llegar a los mismos mercados.

Presentación de los datos de la campaña.
Presentación de los datos de la campaña. / Rafa del Barrio

Desde Fresón de Palos insisten en la necesidad de “poner en valor cómo trabajamos en Huelva, mejorar nuestra imagen para diferenciarnos de competidores”. El director general de Cuna de Platero insistió en este sentido en que el camino pasa por la inversión “I+D para lograr una diferencia entre el producto onubense y cualquier otro que pueda reflejarse en el precio”. En definitiva, el valor diferencial de la calidad.

El arándano, con un peor comportamiento esta última campaña, centró gran parte del debate por ser la fruta con una mayor competencia externa. Bartolomé Fernández sostuvo que el clima, la sobreproducción en determinados meses y la competencia de Marruecos y Portugal hicieron daño a los precios. Advirtió además que el sector onubense debe prepararse para la llegada de más fruta extranjera porque “Marruecos va a producir arándanos de forma bestial”. Gómez planteó la necesidad de “mejorar las variedades, investigar para lograr una producción precoz que evite los picos de abril y mayo”. Se trata en definitiva de “llegar antes al mercado y con mayor calidad”.

El precio es fundamental. La rentabilidad pasa por conseguir un reconocimiento en los mercados del producto onubense. “Hay que enseñar al mundo cómo trabajamos en Huelva, que nuestros frutos son saludables y sostenibles”, sostuvo Silvia Gómez. A lo que Juan Báñez añadió: “No hay otro camino que la calidad, la garantía de que quien pruebe nuestros productos repita y los pida”.

Según explicó en su intervención Ana Cabrera Sánchez, la campaña estuvo marcada por un descenso de la comercialización en Reino Unido y Alemania, los grandes mercados europeos de los frutos rojos onubenses. En la fresa quedó compensado por el precio medio y la mejor respuesta en Francia por la bajada en la producción local. En los arándanos el impacto fue mayor con pérdidas del 26,1% en los lineales germanos y del 54,7% en los británicos. Juan Báñez explicó que además de la coyuntura actual, los productores onubenses pagan todavía los efectos de la borrasca Filomena, que cerró la exportación durante una semana y abrió el mercado alemán a los frutos rojos griegos y turcos. Una competencia que se ha quedado.

La rentabilidad pasa por ahorrar costes. La subida de los insumos y otros medios imprescindibles no ofrecen signos de mejora. En respuesta, Bartolomé Fernández tiene muy claro que el futuro pasa por “una agricultura más técnica, más eficiente y con mayor formación entre los pequeños agricultores”. La “eficacia” en el gasto es la mejor forma de ahorrar para Juan Báñez y la única fórmula en estos momentos para garantizar la rentabilidad. La lucha por el precio es compleja porque, como recordó Silvia Gómez, “nuestro producto es perecedero. Una fresa tiene horas de vida y por mucho que aprietes en el mercado llega un momento que marca nuestro techo de precios, limita nuestro margen de presión”.

Los organizadores del encuentro celebrado en NH Luz.
Los organizadores del encuentro celebrado en NH Luz. / Rafa del Barrio

Los costes comenzaron a aumentar en 2021 como consecuencia del desajuste de la oferta y la demanda de la energía en el proceso de recuperación de la actividad económica una vez pasados los momentos más duros de la pandemia, explicó Ana Cabrera Sánchez. El desajuste “se ha agravado con la invasión de Rusia a Ucrania”. Todo ello provocó un incremento del índice de precios de la fabricación de fertilizantes un 100,1% (septiembre-abril), en los fitosanitarios del 5,5%, así como del petróleo en un 73,4 % y que afecta al precio de plásticos, sistemas de riego, y también de carburantes, entre otros.

Como consecuencia se reduce la rentabilidad, especialmente en para los cultivos de arándanos y frambuesas, ya que “el buen resultado comercial de la fresa probablemente compense estos aumentos en la mayoría de los casos”. No obstante, y dada la incertidumbre de la evolución de la energía (gas y petróleo) y de todos los costes asociados a la misma, “el aumento de la rentabilidad de los cultivos se presenta como uno de los retos de la agricultura en general y del sector de los frutos rojos en particular”.

En este sentido, la digitalización y las nuevas tecnologías son una herramienta “fundamental que nos va a permitir una toma de decisiones basada en datos, la automatización de tareas que no aportan valor añadido a la producción, así como una mayor eficiencia en el uso de insumos de producción”. Todo ello, además, va a contribuir a dotar al sistema productivo de una mayor sostenibilidad, necesaria y valorada por el consumidor final. No obstante, hay que señalar que el sector de los frutos rojos de Huelva lleva años trabajando en este sentido, lo que le ha permitido ser muy competitivo y liderar el mercado europeo.

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