El fuego prende la Navidad
La noche aracenense se ilumina con la tradición de los rehiletes, distribuidos en diferentes candelas de la localidadl noche solidaria El Ayuntamiento organizó un tostón solidario para recaudar fondos para los más necesitados.
La noche de rehiletes en Aracena, avelorios o ciriales en otros lugares de la comarca y de la provincia, ha vuelto a ser especial y diferente a las demás. Después de varios años pasadas por agua, el buen tiempo y la presencia de una gran cantidad de personas han sido los grandes protagonistas en la última edición.
Las familias cebolleras disfrutaron en presencia de sus hijos y pequeños de los rehiletes en cada una de las candelas que ardían en la localidad, normalmente, en los barrios más antiguos como Santo Domingo, Plaza Alta o junto a la plaza de Toros en la calle Alegre, entre otras.
Los visitantes se sorprendían gratamente de esta tradición ancestral que ha perdurado pese al paso del tiempo en la localidad aracenense. Muchos de ellos grababan la fiesta y otros aprovechaban para inmortalizar con alguna imagen el recuerdo de haber vivido algo único y difícil de ver. Toda tradición tiene su trasfondo histórico y a veces, como en este caso, un matiz religioso. En este caso, en la víspera de la Pura, celebrada ayer, las candelas fueron sinónimo de purificación y preludio al día de la Inmaculada Concepción.
El paso del tiempo hace mella y las tradiciones sufren algunos cambios sin perder la esencia real. En las candelas de Aracena además de la quema de los rehiletes se ha instaurado la costumbre de disfrutar de la candela para asar productos ibéricos típicos de la Sierra y disfrutar de una convivencia entre todos los asistentes, en la que cada uno aportaba lo que podía y quería.
Sin ir más lejos, al calor de los rehiletes, lleva años celebrándose una labor encomiable. Se trata de un tostón solidario para paliar alguna de las muchas necesidades en el Mundo, una iniciativa del Ayuntamiento de Aracena a través de su concejalía de Bienestar Social e Igualdad. En este caso, los beneficios se destinarán a los habitantes del Cuerno de África, donde el hambre azota a gran parte de la población.
Este evento no pudo celebrarse en los últimos años debido a la lluvia. Nada que ver con esta edición, en la que el tostón disfrutó de gran éxito de asistentes, que degustaron productos como castañas tostadas, chocolates y churros, entre otras delicias, a un precio módico en pro de la solidaridad. De hecho, el tostón provocó que la candela de Santo Domingo fuera sin duda la más concurrida y animada de Aracena.
El trasiego de vecinos y curiosos de una candela a otra es un momento mágico en la noche menos oscura o más iluminada, según se prefiera, de Aracena.
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