La gran plaza de la nueva Diputación de Huelva
De nuevo la estación y el colegio vuelven a estar unidos en un mismo proyecto, dos edificios vinculados al ferrocarril y al despegue de esta provincia en el final del XIX
Todo un emporio. La Diputación de Huelva da el salto de la Gran Vía a la puerta del Ensanche para convertirse en puerta del futuro de esta ciudad y provincia.
La adquisición por parte de la Diputación Provincial de Huelva de los antiguos edificios del Colegio de Ferroviarios y la estación de trenes en esta semana, se ha convertido en la noticia del año para el patrimonio y la cultura de esta provincia. Una magnífica y acertada iniciativa del presidente David Toscano y su nuevo equipo en la corporación provincial.
Sin duda sorprende y habrá a quien le hubiera gustado ser protagonista, lejos quedan recuerdos de la polémica sede de la Diputación en la Plaza de las Monjas, o el intento de apropiarse del antiguo hospital de la Merced, que aun siendo de la Diputación está cedido a la Universidad de Huelva y aquí se dice aquello de Santa Rita, Rita, lo que se da no se quita. Lo mismo que en el intento de hacerse con la gestión del Gran Teatro cuando, en esta propiedad compartida, es municipal.
Es la oportunidad para quitarle el ‘sombrero’ de chapa que se le tuvo que poner a la estación cuando salió ardiendo en el verano del pasado año. Una situación de tristeza y angustia, pero que sabíamos que agilizaría el proyecto dormido de su rehabilitación. La alcaldesa Pilar Miranda ha sabido encontrar quien pueda restaurarla y ha mirado a la Diputación Provincia. Como aquí seguro que irán espacios para la Cultura bien estaría un convenio para que el Ayuntamiento también comparta su uso.
Todo arrancó con la adquisición del edificio del antiguo Ferroviarios que será público y eso nos alegra bastante. El proyecto Senior Cohousing que lo adquirió y encontró en el Ayuntamiento un aliado que permitió nuevos volúmenes en el patio del antiguo cole para facilitar así el proyecto, al final acaba en manos de la Diputación.
Se trata de dos edificios que siempre estuvieron unidos, la estación y el colegio para sus empleados, como ahora hace la Diputación. Creará a su alrededor una gran plaza, esperemos con aparcamiento subterráneo, a la que desde ahora llamamos Plaza de la Diputación de Huelva.
La estación supuso el primer gran empuje para el despegue de esta provincia al final del XIX. Esperemos que de una vez por todas dejemos de ser Huelva término, vamos el culo del mundo, para de una vez ponernos en la proa del futuro, como ya hicieran los marinos de Palos en 1492 y tomemos el protagonismo que siempre se nos negó y que nadie nos va a dar si no sacamos músculos. ¡Felicidades!
La puerta al futuro
La fotografía tomada hace algunos años, en ese tiempo en el que en Huelva Información no dejábamos de defender el futuro patrimonial de ambos edificios, nos muestra una visión espectacular ya que los dos edificios se asoman al Ensanche, al futuro de Huelva. Sin duda, la Diputación viene a marcar con la adquisición de ambos edificios el camino a ese futuro más prometedor para esta provincia.
De plaza a plaza
Era el prado de la Calzadilla, un lugar marinero frente a la calle Miguel Redondo, allí se levantó una de las primeras plazas de toros de la ciudad, en 1868, vendida en 1878 para estación de trenes de la MZA. La inauguración fue el 15 de marzo de 1880 y siempre tuvo esa gran plaza que vemos en la postal. De ahí hasta su cierre el 22 de abril de 2018 para liberar el cordón de la línea férrea que impedía el acercamiento del centro de la ciudad al Ensanche.
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