La vuelta al cole de los más pequeños de Huelva
Los centros de infantil abren sin protocolos Covid pero con el 35% de plazas sin cubrir
Las escuelas infantiles reabren sus puertas en Huelva con más de un tercio de plazas sin cubrir
El primer día de guardería nunca fue fácil para ninguno de los protagonistas implicados: padres, niños y monitoras. Si a esto le sumamos el riesgo de contagio por Covid acechando y estrictos protocolos que cumplir, los dos cursos anteriores han sido todo un reto para tutores y centros de infantil. Ahora, la vuelta a las aulas parece que da una tregua, aunque sigue notándose la tendencia a la baja en la natalidad.
En la provincia, según los datos de la Junta de Andalucía, un total de 6.248 menores de cero a tres años han iniciado este jueves el curso escolar en los 153 centros onubenses. Una cifra que supone 76 matrículas más que el año anterior. No obstante, el 35% del total de las plazas ofertadas -que asciende a 9.626- han quedado libres.
En el barrio de Pescadería, las trabajadoras del centro Chicos 3 vuelven con “mucha ilusión y ganas”, después de dos años “complicados” en los que el Covid “ha estado revoloteando”. Ahora, ya sin mascarillas en las aulas, su coordinadora Luna Fernández echa la vista atrás y “a pesar de que al principio los padres tenían muchísimo miedo -incluso dudaban de si traer a los pequeños-, todo ha salido estupendamente”. Durante la pandemia, en este centro no han tenido que cerrar ningún aula. “La ayuda de los tutores ha sido impresionante”, subraya Luna, que señala que este curso “todos estamos más tranquilos”.
“Esperamos volver a la normalidad”, señala Luna. Sin embargo, en el centro llevan dos años “arrastrando” la falta de niños, un problema que la monitora relaciona con el descenso de la natalidad y la pérdida de los trabajos de muchos padres durante la pandemia. “Los centros están más vacíos”, asegura. Aquí, de las 140 plazas que ofertan, actualmente están ocupadas unas 40, lo que corresponde a tres de las nueve aulas del centro. Aunque el año pasado había una clase más abierta, Luna advierte que son muchos los menores a los que matriculan con el curso ya iniciado.
El cariño con el que las monitoras reciben a los pequeños que van llegando hace más llevadera la separación de sus padres o abuelos, que también se dejan ver acercando a sus nietos a la guardería. Aunque los llantos en los primeros días son inevitables. Luna detalla que la mayoría de los padres que acuden al centro lo hacen por “necesidad de trabajo”, aunque hay otros que lo ven como “un beneficio” para sus hijos, ya que aquí se preparan para la rutina del colegio y “pueden experimentar, relacionarse con otros niños y no pasar todo el día en un carro”. En Chicos 3, que aún está en proceso de adhesión a la Junta de Andalucía para poder beneficiarse de las subvenciones, el precio con comedor es de 278 euros mensuales y disponen de cocina y lavandería.
En el centro infantil Chicos 2, situado en la calle Duque de Ahumada, afrontan este inicio de curso “más relajados" y "con mayor normalidad” respecto al Covid, aunque “habrá que esperar a otoño”, advierte su coordinadora Carmen Ochoa. Aquí también se ha notado la disminución de las matrículas. De nueve aulas tienen abiertas seis, lo que se traduce en 92 plazas de las 140 que ofertan.
“Nosotros siempre teníamos la guardería llena, incluso con lista de espera, pero ahora hay menos natalidad y las circunstancias económicas son distintas, muchos padres dejan a los niños con los abuelos porque no le salen las cuentas”, apunta Carmen, que señala que el descenso de niños se viene notando desde hace unos años y prevé que las cifras se mantendrán a largo plazo. “Sí tenemos muchos niños de 1 y 2 años que nacieron después del confinamiento”, concreta.
Durante los primeros días en la guardería, los menores pasan por un periodo de adaptación en el que se van incrementando las horas diarias progresivamente. Virginia, una de las madres que llega a recoger a su hijo a este centro asegura que este año, al ser el segundo, se ha ido “con menos miedo, pero el anterior me fui llorando”. En este caso, ella lo trae por necesidad y porque “es bueno que se relacione”. Coincide con otro de los padres que llega en ese momento. Este ya ha tenido a sus tres hijos en Chicos 2 y asegura que el primer día “es frenético”, y aunque “se deja con pena, uno está deseando por el estrés que tenemos por las mañanas”.
En el centro, en la guardería Mi pequeño puerto han comenzado el curso con “mucha ilusión y ansias” por reencontrarse con los alumnos, ya que en un mes “se notan mucho los cambios”, cuenta la monitora Patricia Pulido. Aquí, ya el pasado curso pudieron celebrar la graduación de los menores, aunque “siempre tenemos las precauciones pertinentes y los niños están muy concienciados” respecto al Covid. No obstante, parece que “poco a poco la cosa va mejor”.
En esta escuela, de las 66 plazas ofertadas tienen unas 50 ocupadas. Las vacantes son principalmente de bebés, ya que, según Patricia, los padres suelen esperar a última hora. En cualquier caso, más allá del carácter asistencial, la monitora defiende que “aquí los niños aprenden y en el colegio se nota mucho los que vienen de una escuela y los que no”.
La educación no obligatoria comienza en Huelva un nuevo curso más cercano a la normalidad conocida antes del Covid. Aunque los llantos y las incertidumbres propias de estos días no desaparecen, el cariño y la dedicación de las monitoras hace más llevadera la adaptación de los pequeños en los distintos centros onubenses.
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