Las Hermanas de Belén fundan un convento en una aldea de 100 habitantes de Huelva: "La estrella de Belén nos guió aquí"
Empezarán a edificar el monasterio "desde cero" a finales de enero y mientras tanto, se alojarán en la casa del guarda de una finca, donde dispondrán de agua y luz para vivir, así como de un establo, que convertirán en capilla.
Zalamea la Real tendrá un monasterio con las Hermanas de Belén
Fundar un monasterio desde cero en una aldea de poco más de 100 habitantes en la Sierra. Este es el objetivo de las hermanas Yohanan, Christ Gracia, Salvada y Sol Miriam, que no solo pretenden construir en la aldea onubense de Marigenta (Zalamea) un templo para la oración y el recogimiento, sino que buscan crear una nueva comunidad de oración y contemplación dentro de la Familia Monástica de Belén "y así continuar con su misión contemplativa en España".
La Familia Monástica de Belén es un instituto de derecho pontificio que cuenta actualmente con 500 hermanas en 28 monasterios y 30 hermanos en 3 monasterios. No tienen obras apostólicas; viven del trabajo de sus manos elaborando artesanía monástica en oración. Después de casi 40 años de presencia en España, en Sigena desde 1985, y en Jerez de la Frontera desde 2002, las Hermanas de Belén buscan un nuevo lugar de implantación en España tras partir de estos lugares. Y la provincia de Huelva, "donde les ha tráido la estrella de Belén", dicen, ha sido el lugar escogido para poner en pie un monasterio partiendo desde cero, "con los bolsillos vacíos".
Sol Miriam, nombrada vicaria in capite (responsable de la comunidad), cuenta a Huelva Información que ella, junto a la hermana Yohanan, han estado durante varios meses recorriendo España en busca de un lugar donde establecerse tras abandonar el Monasterio de la Cartuja de Jerez de la Frontera el pasado mes de marzo después de 22 años. "Muchas diócesis nos ofrecieron terrenos al hacer público que nos marchábamos", asegura. "Tuvimos que abandonar el monasterio en el que estábamos porque era un monumento histórico que nos había sido confiado. El Monasterio de Jerez es un Bien de Interés Cultural y llegado el momento nos resultó muy difícil asumir el mantenimiento. Era muy grande y entrañaba muchos desafíos. Era demasiado para nosotras asumir toda la gestión, además de la afluencia de visitas, que empezaba a ser incompatible con nuestra vida de clausura y de soledad", cuenta.
Por ello, se vieron obligadas a tomar la decisión y la comunidad de 22 hermanas establecida en Jerez, se disolvió. "Nos separamos y ahora lo que queremos es fundar una nueva comunidad, integrada de momento por cuatro hermanas que, esperemos, vaya creciendo poco a poco". Tras visitar 14 terrenos en total, se decantaron por un pequeño rincón de la serranía onubense. "Un amigo del convento de Jerez nos ofreció este terreno en Zalamea y nos pareció el adecuado", cuenta, revelando que el espacio en el que tienen pensado edificar su futuro monasterio a día de hoy, no tienen ni luz ni agua. "Llegaremos a finales de enero o principios de febrero y el donador del terreno, ubicado en una finca, nos prestará de momento la casa del guarda, donde tendremos luz y agua para poder vivir. El establo que hay al lado se convertirá en nuestra capilla", afirma. "
Sin embargo, desde que vieron el lugar lo tuvieron claro: "Empezamos a ver muchos signos que nos daban a entender que tal vez era ese nuestro sitio. A pesar de que nos ofrecieron otros sitios muy bonitos en algunas diócesis, muchísimo más ricas, quisimos responder a la llamada del Papa, que nos invita a los cristianos a ir a las periferias. Vimos que en Huelva había menos presencia de vida contemplativa y quisimos establecernos en las afueras, e irnos a lo pobre, a lo dejado, porque lo que ofrecemos es simplemente la presencia de Dios, y ya está", narran a este periódico.
Las hermanas agradecen al obispo de Huelva, Santiago Gómez, la buena acogida y el gran trato recibdo por la Diócesis de Huelva. "El obispo enseguida se puso a nuestra disposición y nos está ayudando mucho. Hemos entrado enseguida en un clima de familia con Huelva y ha sido precioso". Además, resaltan la ayuda recibida por parte del alcalde de Zalamea: "Toda la ayuda de Diego Rodríguez y su equipo ha sido impresionante. Se han volcado y nos están apoyando con todos los preparativos sin conocernos de nada".
En marcha una campaña para recoger fondos
Para sufragar los gastos del nuevo monasterio, han creado una campaña dentro de la fundación 'Contemplare' (que ayuda a los monasterios de clausura de toda España). "Desde Contemplare han abierto en su página web un apartado para ayudar a la fundación del monasterio, donde la gente puede hacer donaciones. Hemos empezado sin nada y confiamos totalmente en la providencia de Dios. No aspiramos a hacer un monasterio enorme, simplemente algo muy modesto, muy sencillo. Entonces iremos al ritmo que pedamos. Empezamos sin nada y dejamos al Señor hacer el resto", aseguran.
A pesar de que para la construcción completa estiman una cantidad necesaria de 692.857 euros, han dividido la construcción por fases. Para las primeras partes del proyecto, han establecido una cantidad de 100.000 euros, de la que ya han conseguido 2.850.
El nombre elegido para el nuevo monasterio es Nuestra Señora de la Bondad de Dios y en él quieren ofrecer "un lugar de encuentro con Dios un poco fuera de lo común, puesto que estará alejado del mundo, en la naturaleza, en el silencio. Un lugar donde puedan venir a rezar los oficios con nosotras, donde acoger a las personas que buscan a Dios y, en definitiva, donde podamos ofrecer la vida monástica, que hoy en día es escasa".
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