El Hombre

Días de Cómics

Lobo (1990), de Keith Giffen, Alan Grant y Simon Bisley, es un irreverente antihéroe y cazarrecompensas dentro del Universo de DC Comics, nacido en en el planeta utópico de Czarnia

La desintegración de Yugoslavia

Portada del nº 2 de la edición USA de ¡Lobo, retrato de un bastardo'.
Portada del nº 2 de la edición USA de ¡Lobo, retrato de un bastardo'. / M. G.
Gerardo Macías

14 de julio 2024 - 07:00

Huelva/El Bo..., El Hombre..., Maestro Frag..., Mister Machete..., Arzobispo Lobo..., El Número 1..., El Único…, son solamente algunos de los sobrenombres por los que los fans de DC Comics reconocen al personaje de Lobo, el cual, a pesar de no contar con una larga trayectoria editorial ni con adaptaciones a otros medios dignas de mención (salvo algunas breves apariciones en dibujos animados) está entre los favoritos de los lectores, gracias a su estética transgresora y a su forma de ser.

Cuando los tristemente fallecidos historietistas Keith Giffen y Roger Slifer crearon a Lobo en el año 1983, en las páginas del tercer número de la serie Omega Men, muy poco se imaginaba ninguno de ellos el gran éxito que, con el paso de los años, iba a labrarse el ahora conocido personaje.

Este mercenario procedente del planeta Czarnia, creado inicialmente como villano, se convertiría, en los años noventa, en una parodia de personajes de Marvel Comics como Punisher, Wolverine y otros de la corriente grim & gritty, término que hace referencia a historias oscuras, con un tono cínico, temáticas violentas, y cuerpos al estilo de Los Vigilantes de la Playa.

Lobo logró triunfar y convertirse en un icono similar a lo que sería Deadpool en Marvel, un personaje que trasciende la coherencia del universo en el que fue creado para ser un referente usado en multitud de locas historias y crossovers.

La violencia, el lenguaje malsonante, la incorrección política y la ausencia de moralidad son las características que convierten a Lobo en carne de crossover, y en una presencia relativamente incómoda cuando se trata de escribir seriamente dentro de la continuidad.

Nuestro protagonista siempre ha gozado del favor de su nicho de lectores, nicho que podría crecer si el personaje es llevado con cierta fidelidad a la gran pantalla (¿con Jason Momoa en el papel protagonista?).

Su historia más recordada es El último czarniano, que abre este tomo, y relata cómo este mercenario es contratado para rescatar a una hembra perteneciente a su misma especie, que, casualmente, fue su profesora de cuarto curso, la señorita Tribb. Esto es aún más raro si tenemos en cuenta que Lobo mató (o eso pensaba él) a todos los czarcianos del universo, y más todavía si consideramos que la señorita Tribb está escribiendo una biografía sobre él.

En su siguiente periplo, nuestro antihéroe heavy metal acabará nada más y nada menos que en las puertas del cielo para cumplir con un encargo que acabará con él sufriendo una serie de reencarnaciones en las que se nota el gamberrismo con el que los autores abordan esta serie.

En La sanción navideña de Lobo tendremos como invitados especiales, pero muy especiales, al mismísimo Papá Noel y a sus elfos, los cuales van a ser agujereados de divertidas maneras. A estas alturas, está claro que aquí hemos venido a reírnos a carcajadas y nada más, y lo absurdo de esta trama se corresponde perfectamente con esta idea.

Ya para el final, quedan las historias que, sin ser las mejores del tomo, sí que son las más comerciales, por aquello de introducir al czarciano en el círculo del Hombre Murciélago de Gotham City, luciéndose aquí en sus encuentros no solamente con Batman, sino también con Robin, el Joker y Harley Quinn.

Keith Giffen (1952-2023) fue un dibujante y guionista de cómics estadounidense conocido por su trabajo para DC Comics en Legion of Super-Heroes y Justice League International, así como por ser el cocreador de Lobo, Rocket Raccoon y Jaime Reyes.

Alan Grant (1949-2022) fue un guionista de cómics escocés muy reconocido por escribir Judge Dredd en 2000 A.D., así como Batman desde finales de los años ochenta hasta primeros de siglo. Fue cocreador de los personajes Anarky, Victor Zsasz y el Ventrílocuo.

Simon Bisley es un dibujante y colorista inglés nacido en 1962. Bisley es el gran protagonista de este tomo, ya que su carrera profesional ha quedado marcada por este personaje hasta el punto de ser conocido casi en exclusiva por lo realizado con él. Otros de sus trabajos destacados han sido ABC Warriors y Slaine. También dibujó Batman y Judge Dredd. Ha realizado algunas portadas de Doom Patrol y contribuido en la revista Heavy Metal desde 2007, además de realizar un libro ilustrado de La Biblia.

La próxima semana: Pafman (1987), de Joaquín Cera, un superhéroe chapucero que se empeña en luchar contra el mal, a pesar de que la gente estaría mejor sin su ayuda.

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